Capítulo 28

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  Cuando el dolor te corte profundamente, cuando la noche no te permita dormir, solo observa y podrás ver que yo seré tu remedio. Cuando el mundo parezca tan cruel  y tu corazón te haga sentir como un tonto, te prometo que verás que yo seré, que yo seré tu remedio. — Remedy, Adele

Alba

Todo empezó de una manera tan sutil que jamás hubiera imaginado cómo terminaría.

No recuerdo bien en qué momento entramos a la casa, solo recuerdo los escalofríos que se esparcían por mi cuerpo cuando Natalia besaba mi cuello y mis dedos se deslizaban sin problema por su cabello. Era tan suave todo respecto a ella, menos su actitud, pero me encantaba de todas formas.

                    

Cuando logramos llegar hasta su cama me senté a desabrochar sus jeans mientras ella se quitaba la polera. Toqué cada centímetro de su abdomen y cintura mientras ella se inclinaba y me besaba lentamente en los labios.

                    

Mi corazón estaba por escaparse, pero parecía que este era el momento y estaba lista.

                    

Me recosté en la cama y levanté mi cadera para que Natalia quitara mi vestido y sin duda parecía sorprendida al notar que yo no traía sostén, pero la sorpresa solo duró un segundo y luego pasó a mi cuando su boca rodeó mi pezón izquierdo.

                    

Eché mi cabeza hacia atrás hundiéndome en la almohada mientras su boca se adueñaba de mi otro pecho. A estas alturas, aún habían cosas que no sabía sobre mi cuerpo y había descubierto gracias a Natalia, una de ellas era cuan erogenas eran esas partes, los labios de Natalia simplemente rozaban mi piel y yo sentía una descarga de electricidad por todo el cuerpo y acababa en la parte baja de mi estómago.

                    

Mientras ella seguía tratando mis pechos con su maravillosa boca, me di el ánimo de estirar mis brazos hasta su sostén negro y lo desabroché, ella se levantó solo un poco para lanzar lejos la prenda y volvió a mí.

                    

Sus pechos se sentían duros y calientes contra mí estómago y sin duda se sentían más calientes a paso que bajaban por el, dejé de sentirlos cuando pasó su lengua en círculos alrededor de mi ombligo haciéndome jadear un poco más.

                    

Recordé todo el miedo que tenía meses atrás respecto al sexo, pero ahora solo eran la ansiedad y la anticipación que me parecían tan difícil de controlar cuando sus dedos se acomodaron sobre mis bragas y me las quitó rápidamente.

                    

Su mirada pasó lentamente por todo mi cuerpo una vez que estuve completamente desnuda, lamió sus labios sin quitar sus ojos de los míos y sonreí antes de imaginar lo húmeda que estaba la sábana que se arrugaba entre mis piernas.

                    

No dijo nada más, solo acomodó todo su cabello a un lado mientras besaba mis muslos y abría mis piernas para acomodarse entre ellas. Sus labios se acercaban cada vez más y una vez que estuvieron en donde los deseaba, la ansiedad y la anticipación se deshicieron sobre mí y me aferré con fuerza a las sábanas.

                    

Mis músculos se habían apretado aún más cuando ella comenzó a lamerme completamente y ya quería irme al cielo; sabía que la lengua de Natalia era la escalera a el. Gemí y me retorcí sin saber cómo controlar todo lo que estaba sintiendo. Era como sentirme débil y fuerte al mismo tiempo, y cuando creía que iba a acabar Natalia cambiaba su lengua de lugar haciéndome curvar la espalda y arrugar un poco más sus sábanas nuevas.

Kitty's Bra (Parte II) - AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora