Capítulo 22

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Traté de mantenerte cerca mío,
pero la vida se puso en el medio.
Traté de cuadrar no estando ahí,
pero creo que debería haberlo estado. -Hold Back The River, James Bay

Alba

Extrañaba tanto la universidad. Por más que aprovechara el tiempo sin hacer nada, quería las clases, quería a mis amigos, quería el campus y definitivamente quería dejar de sentirme mal.

Natalia ya comenzaba a sospechar. Un mes pasó muy rápido luego del disparo, las heridas de mi rostro estaban sanando muy bien y algunas ya ni dolían. Mi brazo seguía doliendo, pero no tanto como antes, al menos ahora no debía preocuparme tanto por las curaciones porque estaba sana.

Solo era una marca que dolía.

Pero estaba equivocada al creer que el amor me sanaría de esto. Nada lo había hecho hasta ahora. Seguía soñando con los recuerdos, a veces incluso despertaba en la noche y veía a Oksana junto a la puerta, la veía llorando y luego gritaba y se lanzaba sobre mí haciéndome despertar en gritos.

Comenzaba a odiar ese departamento.

Otras veces, los recuerdos me seguían por él. Me veía en cada reflejo y seguía sin sentirme a gusto con mi cuerpo. Paula había mencionado entre risitas que eran marcas de guerrera, pero yo no había ganado ninguna guerra, seguía en esa guerra y la victoria parecía ser Natalia y no podía conseguirla.

Sentía su decepción cada noche en la que me buscaba, estaba en sus ojos y en su respiración cuando se dormía a mi lado. Pero había algo más en esa cama. Estaban los miedos, la idea de que Oksana también estuvo ahí, de que la persona que me causó tanto daño había sido tratada con una dulzura increíble entre esas sabanas, que su cuerpo había sido adorado como el de una diosa y que su súbdita fiel había sido la que estaba durmiendo a mi lado.

Era una burla. Yo era una burla, para todos. Veía las miradas de lastima, incluso comenzaba a pensar que mamá tenía razón ¿Cómo podíamos tener algo que se había roto tantas veces? ¿Qué era exactamente?

Cuando ella manejaba al bar o la universidad me quedaba pensando en eso. Escuchaba a Helena hablando y veía a Joan inspeccionando, pero veía todo desde lejos porque seguía pensando en que estaba mal. Estaba mal haber perdonado tantas cosas, tanto daño.

Pero luego Natalia llegaba a casa. Mi corazón casi se escapaba de mi pecho y la energía volvía a mí. Saltaba del sofá y corría a la puerta, corría a sus brazos y ahí, entre ellos, todo era como debía ser y me di cuenta de la razón. Llegué al punto que es tan criticado por las revistas de mujeres, por psicólogos y terapeutas, yo estaba en el punto en que amaba a Natalia más de lo que me amaba a mí misma.

Tal vez por eso había soportado tanto daño.Pensando en eso miraba la cicatriz en mi hombro, era la que quedaría.


- ¿No has pensado en tatuajes?


Miré a Natalia a mis espaldas ordenando sus vinilos de Nirvana y Gun's & Roses como si estuviera cargando a dos bebés. Me aguanté la risa y volví a mirarme.


-Solo pienso en tus tatuajes. Por cierto...-caminé hasta ella y pasé mis dedos por las nuevas notas musicales que flotaban en su piel detrás de la oreja. -Este es lindo.


-Si quieres un tatuaje para luego cubrir eso, puedo diseñarlo para ti. -le sonreí y lo pensé. Sería algo lindo pero...-Me dices que te gustaría tener y puedo crearlo para ti.


Pero como todo el resto, sería algo que jamás saldría de mí.


-No lo sé, me gustaría una mariposa, pero que sus alas tengas diseños de olas del océano, bosques nativos y desiertos floridos.

Kitty's Bra (Parte II) - AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora