Capítulo 18

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Y estaré en pie durante la noche
Y vamos a ser claros, no cerraré los ojos. Y sé que puedo sobrevivir.
Caminaré a través del fuego para salvar mi vida.-Elastic Heart, Sia.

Alba

Estuve muchas horas durmiendo, interminables horas en las que solo soñaba con la imagen de Oksana sobre mí; riendo y cortando mi cuerpo. Los recuerdos ardían en cada parte que cortó, recordaba el estruendo del disparo y la velocidad con la que saltó sobre mí para cortarme. Recordaba muy bien sus últimas palabras.

Tendrás una vida junto a Natalia; y ella me recordara cada vez que te vea y tú me recordaras cada vez que cierres los ojos.

Pero otra voz fue la que me despertó al día después.

-Mi cielo. -mamá sostenía mi mano y me miraba con sus ojos muy rojos. No quería pensar en cuánto había llorado esas horas. -Está bien.

Me di cuenta de que estaba llorando, pero no lo sentí. No sentí mis lágrimas hasta que una se metió escurridizamente en el parche blanco que cubría mi mejilla izquierda. Ardía.

-Ma...

De inmediato guardé silencio al sentir el dolor esparciéndose desde el borde de mi labio hasta el resto de mi rostro. No quería llorar, pero sentía cada corte; eran muchos y dolían igualmente.

Solo pensé en que no quería verme.

-Los doctores dicen que podemos llevarte a casa mañana. -el pulgar de mamá pasaba delicadamente por mi mano y solo con mirar sus mejillas temblando supe cuánto estaba resistiendo el llanto. -Eres una chica fuerte, sanarás.

-Mi cuerpo...sanará. -miré la puerta abriéndose y vi a Miguel Angel cruzándola. -Pero estaré bien.

-Cariño. -Miguel Angel se sentó junto a mamá y ambos sostuvieron mi mano. -Unas cuantas balas más y 50 cent sería una mierda a tu lado. -mamá lo miró reprobatoriamente y yo lo odié por hacerme sonreír. -Sonará estúpido, pero ¿Te sientes bien?

-Siento que solo tengo poder sobre mi boca. -ambos asintieron y cerré los ojos. -Y aun así; duele.

- ¿Alba? -abrí mis ojos y vi a Dave y Julia cruzando la puerta. Ambos prácticamente se lanzaron sobre mí, pero Julia no podía dejar de llorar. -Lo siento tanto, debí quedarme contigo y...

- ¿Estás loca? Esto no es tu culpa.-Dave le dio unas palmaditas en la espalda y le entregó el ramo de rosas a mamá y ella rápidamente lo dejó en el florero junto a mi camilla. -No es tu culpa.

Había dicho que no quería verme, pero notaba cómo me miraban mientras intentaban mantener una conversación para distraerme. Así que en medio de una historia de Dave, estiré mi brazo hasta el espejo, pero mamá se adelantó y me lo quitó llevándolo hasta su pecho y apretandolo con fuerza contra el mismo, negó.

-No, cariño. Aún no.

-Dame el espejo, mamá. -intenté levantar mi otro brazo, pero fue como si un golpe de hielo entrara en el. Miré de reojo el enorme parche que cubría el lugar de donde sacaron la bala. -Mamá, déjame ver.

Volvió a negar, pero yo miré a Julia y ella estiró sus manos alcanzando mi rostro.

-Pareciera que un gato se acomodó en tu cara, solo eso. -mamá nuevamente activó su mirada de regaño por las bromas en esa situación, pero esta vez en dirección a Julia. -Va a sanar.

Teresa sacó el espejo de su bolso y me lo estiró. Rápidamente me miré. Sin más vueltas.

Los parches cubrían muy bien todo y no quise quitármelos, no era necesario porque sentía la cantidad y sabía la profundidad de cada uno; los sentía a cada segundo.

Kitty's Bra (Parte II) - AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora