10

2.3K 169 33
                                    


Semi AU, después de Civil War.

Disclamer: Ni Marvel, ni Disney me pertenecen. Solo la historia y los personajes que no reconozcan.

Bucarest, Rumania. 1991.

Natalia no pudo perdonar a su padre la pérdida del huevo de Fabergé, y su relación se volvió un poco más distante. Era una pequeña que no entendía nada de lo que ocurría a su alrededor, y por más nadie le explicaba lo que estaba sucediendo. Un día sus padres celebraban la caída de la Unión Soviética y hacían planes en voz alta para volver a casa, pero al siguiente día había solo silencio por parte de sus padres. Cuando uno es niño, esperamos que nuestros padres nos expliquen exactamente lo que esta pasando y tenemos fe ciega en que ellos nos dicen la verdad. El universo de un niño comienza y termina donde sus padres indican, no saben que hay más cosas en la vida, pero son forzados a creer lo que dicen sus padres. Natalia no dudaba en que los que sus papás hacían era lo mejor para ella, pero no entendía que era lo que estaba pasando a su alrededor. Los días pasaban y la familia Romanov tenía cada vez menos comunicación con los Tutkalyan porque la gente que controlaba el país después de la caída de la Unión no lograba ponerle un fin a las revueltas de los sindicatos, por lo que ellos no podían decir nada y rebelar que eran parte de la resistencia. Y así era todo para Natalia, tratando de darle una razón a las cosas que ocurrían a su alrededor e intentando seguir averiguando todo, aunque sus preguntas eran cada vez más difíciles de responder para sus padres.

¿Por qué no regresamos a Rusia? ¿Por qué no puedo tener un perro? ¿Por qué no puedo seguir en el ballet? ¿Por qué no puedo hablar con mi babushka? ¿Por qué no pude conservar el huevo de Fabergé? ¿Por qué esa mujer dijo que era mío por derecho? ¿Por qué no podemos salir de casa al anocher? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Todas esas preguntas se volvieron cotidianas en la casa Romanov. Para ellas, Alian y Tatyana solo tenían respuestas vagas que no causaban más que enojo en la pequeña niña. El problema era que sus papás sabían solo un poco más que Natalia porque las vías de comunicación estaban cortadas entre la Unión Soviética y los países que aún tenían un gobierno comunista, como Rumania. Los último que Tatyana sabía de su familia era que su madre había contraído una enfermedad extraña, que estaba afectado su corazón y que Borís intentaba con desesperación viajar a Francia para poder tratar a su esposa y encontrar una cura. Había decidido omitir esa información para su hija, porque estaba segura que su madre mejoraría y que no tenía ningún caso el preocupar a la chiquilla por algo que no podían mejorar.

Una tarde, después de haber insistido por milésima vez que le permitieran volver a bailar y recibir la misma respuesta negativa, Natalia decidió investigar por su cuenta las respuestas a las preguntas que la agobiaban. Esperó a que sus padres salieran del apartamento y se fue a la biblioteca. La Biblioteca Nacional de Rumania se encontraba en el corazón de Bucarest, y a pesar de la gran cantidad de información que era censurada, era el mejor lugar para encontrar lo que la pequeña necesitaba. Natalia necesitaba saber algo, los periódicos no se vendían a los niños, así que todo lo que podía recibir de información eran las noticias de la televisión, vistas junto a su primo Gleb antes de que alguno de los adultos los descubrieran, o lo que se contaba en la calle. Tanto Natalia como Gleb seguían escapándose de la escuela de tanto en tanto, pero se aseguraban siempre de no hacerlo tan seguido para no los atraparan porque la tía Nazeli sospechaba y le había dicho a su madre que tenía que tener los ojos fijos en Natalia para que no se volviera una ladrona o una vagabunda y su madre lo había tomado bastante en serio, pasando todo el tiempo posible detrás de la niña, vigilándola como si de su presa se trataba. Para ir a la Biblioteca Nacional, Natalia se aseguró que su tía estaba ocupada llevando a sus hijos al médico, junto con los otros niños gitanos, así que podía estar libre por Bucarest.

DETRÁS DE LA VIUDA NEGRA || RomanogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora