TENÍAS QUE SER TÚ ━━━ daoming si

━━ONCE;

YANG MI

—Yang Mi, pequeña despierta —sentí como me sacudieron suavemente del hombro.

—Hmm —me quejé.

—Linda, te buscan afuera —volvió a hablar a quien ahora reconozco como mi tía.

Abrí mis ojos, observándola.

—¿Quién? —pregunté.

—Un hombre de unos cuarenta y tantos años, su apellido es Ahn —respondió.

¿El señor Ahn?, ¿qué hace el aquí?.

—Trae varios documentos, dice que es importante que los recibas —volvió a informar la tía.

¡El balance!.

Me levanté de golpe de la cama. Y, salí corriendo de mi habitación hasta la pequeña  sala, donde se encuentran mis abuelos junto al señor Choi.

—¡Señor Choi! —le miré emocionada.

El Señor Choi se levantó del sofá, sonriendo, —. ¡Señorita Yang Mi!

Me acerqué a él y lo abracé.

—Me alegra verlo de nuevo Señor Choi —sonreí, alejándome de él.

—Para mi también es un gusto verla, todos en casa la extrañan —sonrió.

—Yo también los extraño.

—Tan solo ha pasado una semana y ya extrañaba su rebelde nido de pájaros —bromeó, señalando mi cabello.

Mis abuelos y la tía reprimieron una risa. Y,  avergonzada, comencé a arreglar mi cabello.

—Estos es toda la información que necesitará —señaló una pila de carpetas sobre la mesa de centro de la sala.

Si que estoy jodida.

—De acuerdo —dije en un aludido.

—Bien, me alegró mucho verla Señorita Yang Mi pero tengo que irme —informó.

—Que le vaya bien Señor Choi —sonreí.

—Gracias Señorita Yang Mi.

—Lo acompañó a la puerta —el abuelo se levantó del sofá y acompañó al Señor Choi hasta la puerta.

—Creo que tienes mucho trabajo por hacer —la abuela sonrió divertida.

—Si.. Eso parece —dije con pesadez.

—Pero no sin antes comer algo —mencionó la tía—. Ven siéntate, prepare mi famoso platillo

La tía caminó hasta la cocina. Y, la abuela y yo nos miramos con una sonrisa para tomar asiento en la mesa.