veintitrés.

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Se estaba muriendo de preocupación, pero no iba a admitirlo

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Se estaba muriendo de preocupación, pero no iba a admitirlo. No, no.

Felix a su lado iba en silencio mientras se concentraba en manejar. No tenían ni idea de donde podría encontrarse Hyunjin.

¿El estará bien?, ¿Estará pasando frío?,¿Tendrá miedo?.
Era las preguntas se formulaban en la cabeza de Areum, y se sentía frustrada por no obtener respuesta a ninguna de ellas.

—Si no contestó hace rato, no contestara ahora.— Comentó Felix al ver que la chica no estaba dispuesta a dejar de insistir al llamar a Hyunjin. Areum miro a Felix, tal vez tenía razón. Soltó un suspiro y dejó caer su cabeza en la ventanilla, mirando por esta distraídamente. Felix quería consolarla, pero no sabía que hacer o decir en situaciones así, creía que era mejor guardar silencio y dejar que las cosas se arreglaran por si solas.— Deberíamos ir a casa, son más de las cinco de la mañana.

—Felix...

—Areum, él aparecerá, no tienes por qué preocuparte. Hyunjin no es tonto y sabrá como arreglárselas.

Areum volvió a la posición en que estaba. Habían recorrido cada lugar, habían echo muy pocas paradas, pero al final no habían podido localizar a Hyunjin. La chica pasó sus dedos sobre la tela del vestido mientras sentía sus ojos llenarse de lágrimas, no quería rendirse, pero Felix tenía razón, tal vez Hyunjin se encuentre bien, y estaba segura que cuando lo viera de nuevo lo iba a golpear tan fuerte.

Se cruzó de brazos, esperando refugiarse del frío que entraba por la ventanilla de Felix, la cual sólo estaba abierta un poco. La chaqueta de Felix ya no era suficiente.
Pero entonces, ¿estaba temblando por el frío, o solo tenía miedo?


Pero entonces, ¿estaba temblando por el frío, o solo tenía miedo?

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Antes del baile...

Se miro por última vez al espejo, no podía negar en hecho de que se veía increíblemente atractivo.

—Oh Hyunjin, eres tan guapo...— Se halagó a sí mismo mientras se veía en el espejo en todos los ángulos posibles. Estaba emocionado, había estado esperando el día del baile, incluso se había puesto a fantasear cómo sería si Areum hubiera asistido con él.

Areum.

Realmente quería saber de ella, había estado ignorando sus mensajes y llamadas, incluso tuvo la idea de ir hasta su casa solo para preguntar por ella, pero después de un tiempo comenzó a cansarse de insistir. No sabía cual sería su respuesta, y se dijo a si mismo que tampoco le importaría tanto, pero en el fondo ansiaba verla ahí con el vestido que le regaló, eso solo significaría una cosa.

No se dio cuenta que había estado mirando el espejo fijamente, entonces se concentró en su reflejo, su cabello estaba despeinado y la idea de que Areum pudiera estar en el baile le hizo cuestionarse si debería peinarlo.

—Wow, si que te ves diferente.— El hombre entró con una lata de cerveza en su mano mientras lo veía con admiración.

—Salga de aquí.—Masculló avergonzado el chico. El hombre soltó una carcajada.

—Si vas a ver a la chica que te gusta será mejor que pongas algo en ese cabello.

Hyunjin se miró con una mueca.— Pero se ve bien así.

—Yo solo digo. Hay algo de cera para el cabello en mi cajón, solo por si quieres.— El hombre, mejor dicho su tío, salió de la habitación. Tal vez si debería peinarlo, solo un poco. Camino a la habitación de su tío y abrió el cajón solo para tomar la cera para el cabello. Sin embargo su mirada recayó sobre un papel debajo de las demás cosas que había dentro del cajón como si hubieran tratado de esconderlo lo mejor posible. Hyunjin tomó aquel trozo de papel entre sus dedos tratando de ver su contenido.

ESTAS MUERTO, HWANG!!!

Hyunjin no podia ni entender en lo más mínimo a que se refería, solo quería saber quien había enviado esto. Salió de la habitación dispuesto a cuestionar a su tío por aquel mensaje, pero un ruido estruendoso en la planta baja lo hizo alarmarse. Se escuchaban gritos y golpes, temblando un poco, y con cautela Hyunjin asomó su cabeza.

—Dije que te daría lo que faltaba dentro de seis meses, solo dame tiempo...— Rogaba su tío en el piso.

—Olvídalo, tuviste suficiente tiempo. Recuerdas nuestro trato ¿no?— Un tipo de traje, el cual lucía como todo un maton sonrió de lado, como si todo lo que estuviera sucediendo le causara gracia.— La casa ahora es mía.

La sangre de Hyunjin se heló y sintió sus piernas flaquear, un suspiro silencioso salió por sus labios y quiso salir de su escondite para ayudar a su tío quien estaba siendo golpeado por algunos tipos, sus ojos se llenaron de lágrimas y sintió el impulso de salir corriendo.

—Ve por el chico, saquen a ambos de aquí.

En cuanto escucho eso, se echo a correr pensado en un escondite seguro. Tal vez eso lo mantendría vivo.
Las fuertes pisadas de los tipos le daban escalofríos, le daba terror incluso pensar en que le harían si lo encontraban. Maldijo cuando las pisadas fueron más claras y eso significaba que estaban cerca, no le dio tiempo de buscar un escondite mejor, así que se metió al baño. Saldría por la ventana y podría saltar para poder escapar.

—¡El baño!— Escuchó gritar a alguien, el corazón le latía tan fuerte que creía que saldría de su pecho, sus latidos lo aturdían y estaba comenzado a quedarse en blanco. Entonces pensó en lo mucho que odiaba a su padre por haberlo abandonar aún sabiendo que las deudas recaían en él, que lo dejó con su hermano, tío de Hyunjin, quien no merecía para nada que esto le estuviera pasando, todo esto era culpa suya. Se quedó estático aún cuando vio la puerta del baño siendo brutalmente abierta, aún cuando aquellos hombres de mala pinta lo tomaron por los brazos y lo llevaron a la planta baja. Su tío lo miraba con los ojos llorosos, apenado con el menor.

Hyunjin aún no podía entender, que era lo que había estado haciendo mal, que alguien se lo diga así él pueda corregir su error. Por que sinceramente no sentía que se lo merecía en absoluto, la vida solo lo estaba haciendo pasarla mal, estaba jugando rudo con él.

pathetic | hwang hyunjin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora