En los acordes de tus manos,
en la melodía de tus labios,
en la armonía de tu cuerpo,
o en el más largo silencio,
te quiero.
En el arcoiris de tus ojos
tras un mar de lágrimas,
en tu fantasía de nosotros
en tus complejas rimas
o en tu métrica,
te adoro.
Te quiero,
te quiero en mis sueños,
de noche, de día,
a la dulce blasfemia,
al yo imprudente y delirante.
Sabia que te echaría de menos,
pero no hasta que punto
mi propia mente iba
a delirar por la nostalgia.
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Museo de nuestras almas
PoetrySi te quedas a mi lado no quiero que seamos espectadores en una vida de bajo coste, quiero ser el protagonista de todas tus revoluciones.