Palabras suicidas
que se asoman por tu boca
a punto de saltar al precipicio
y adentrarse en el abismo
de la despiadada mentira,
al borde del pecado.
Ahí, por un lado,
por la comisura de tus labios
tan ardientes como el fuego
que recorren en tus pupilas
y que enlazan en tu pelo
enredando enredaderas
en la ansiada primavera.
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Museo de nuestras almas
PuisiSi te quedas a mi lado no quiero que seamos espectadores en una vida de bajo coste, quiero ser el protagonista de todas tus revoluciones.