rocío

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Dibujaba en la pared

cuantos días quedaban

para poderle de nuevo ver

y soñaba hasta el alba

con barcos de papel

que mojaron sus lágrimas

y culpó al tenue rocío

que desliza cada mañana

suave por su piel

como si lo acariciara

como si pudiera ser

el llanto en su cara.

Museo de nuestras almasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora