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Respiraba lentamente, calmado.

Su cuerpo se sentía pesado, demasiado, y la cabeza le volvía a doler.

— ¿Te sientes mejor?

Negó con la cabeza, al paso, evitando así dar a notar con su voz rasposa el hecho de que se sentía muchísimo peor. Sentía que todo le daba vueltas, únicamente anclado a la conciencia por el frío de un paño mojado que en su frente secaba.

— ¿No necesitas algo más? —Polonia preguntó, apartando el paño para volverlo a enjuagar en agua fría y ponerlo nuevamente en su lugar.

—Un chin de agua no me iría mal... —Carraspeó un poco, aclarando su voz.

Su mente estaba en blanco. Solo podía pensar acerca de cuando se le quitaría el dolor. Todas sus preocupaciones habían pasado a segundo plano en ese instante.

La respiración pesada y caliente del dominicano quemaba, hasta el punto en que incluso su acompañante y mejor amigo se sintió mal por verle de esa manera. Mucho peor de lo que se había sentido minutos antes, cuando le llevaba a la cama a recostarse a sabiendas de que si hubiese sido un poco más observador hubiese evitado que el dominicano se encontrase así.

Más nada de eso importaba allí, no, solo era de relevancia la llamada del Canadiense para hacerle notar que ya había llamado a un doctor que atendiese al protagonista de esta historia.

Alzando Vuelo [Countryhumans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora