100

167 27 27
                                    

Allí estaban. 

Frente a frente, detenidos en medio de un mundo que nunca iba a aminorar el paso. Se veían a los ojos intensamente, uno reuniendo valor para decir algo y el otro a la espera de que empezara a hablar. Porque el universo les esperaba al otro lado de la puerta en un llamado que solo daba espacio a algunos minutos antes de empezar a actuar.

Las preguntas del por qué Polonia estaba así, en un silencio tan penetrante y con una sonrisa tan tímida, inundaron la mente del moreno con tatuaje de sol, quien se cruzó de brazos aun paciente.

Polonia no decía nada.

— ¿Sucede algo? —Preguntó nuevamente el caribeño por fin, cansado de mantener durante tanto el silencio. 

Un silencio que era totalmente opuesto al aura de tranquilidad que le inspiraba el europeo. Tenso, pero era tanto que juraría una tijera no sería suficiente para cortarlo.

—Verás... Hay algo que he querido decirte desde hace un tiempo.

Parpadeó, debatiéndose entre si alentarlo a que le contara rápido para poder empezar la labor o darle su tiempo para que hablara con tranquilidad. El tiempo se les iba encima, pero ese 'desde hace un tiempo' había abierto la brecha de una nueva inseguridad, una emoción de dimensiones que no podrían ser descritas; ¿qué era lo que Polonia le había ocultado, pese a que de si mismo estaba seguro haberlo dicho todo?

Tenía que ser algo importante. Algo que no podía esperar. Optó por la paciencia ante el país que se había visto a sí mismo como un náufrago en sus ojos durante un fragmento de segundo.

Se preparó para lo que fuera. Estaba listo para cualquier noticia, para cualquier horror, pero nada en el mundo le podía preparar para lo que escuchó después.

—Yo se que no es el mejor momento para decirlo, pero siento que si no lo digo ahora entonces nunca lo diré —comenzó Polonia a contar, con toda la atención puesta en él.

Su expresión era una que desconocía. Eran los ojos de alguien que estaba dispuesto a perderlo todo por lo que iba a decir a continuación, de un ser que ya no podía esconder las palabras más.

— ¿Qué es?

El mundo giraba, siempre lo hacía aunque uno no note su movimiento. Pero en ese instante, en ese segundo, todo movimiento pareció ser una mentira a los ojos del moreno.

—Me gustas, República Dominicana.

Alzando Vuelo [Countryhumans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora