Capitulo 35.

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Mateo...

Días habían pasado ya desde la última vez que vi a Lía.
Aún podía recordar su carita aquel día en la cabaña cuando tuvimos que separarnos.
La desesperación de no poder tenerla junto a mí carcomia cada parte de mi alma despiadadamente.

Me intrigaba la duda de saber que estaba haciendo, si estaba bien o si se sentía triste. No lo sé, cualquier cosa respecto a ella me hacia sentir impotencia.

Había recibido una llamada de mi padre diciendo que era tiempo de reencontrarnos.
Honestamente no sabía que esperar de todo esto, no deseaba en lo más mínimo seguir con el plan pues Lía estaba de por medio y no podía forzarme a lastimarla.

No tenía la más mínima idea de que le diría a mi padre y mucho menos como el reaccionaría.

Estando en el aeropuerto en un pequeño bar esperando el vuelo a Wisconsin una dama con un rostro que ya había visto se acercó a mí con una sonrisa discreta.

"Me recuerdas?" Musito la extraña mujer sentándose junto a mi con toda la confianza como si me conociera de toda la vida...

"Creo que sí recuerdo haberte visto antes..." respondí intentando recopilar la escena en que había hablado con ella...

"Soy Melina" repalpo con una ronsia cautivadora " Melina Murdok"

De pronto se vino a mi la imagen en aquel bar donde iba a verme con Sebastián y ella se acercó diciendo que mi padre había sido un Mavericks...

Sonreí para mis adentros por mi suerte tan podrida de siempre toparme con gente inesperada...

"Y que te trae por aquí?" Masculle dando un trago a mi vaso de whisky...

"Crees que es por casualidad cariño?" Respondió con una pequeña carcajada...

La miré con embrollo pues no tenía idea de lo que podía querer esta mujer desconocida...

"Es momento de decirte unas cuantas cosas antes de que todo se vaya a la mierda..." murmuró sacando un cigarrillo de su bolso y encendiendolo sin despegar su mirada de mi...

"A que se refiere? Mi vuelo despegará en cualquier momento así que no tengo tiempo para tantas patrañas..." replique impaciente ante su calma...

"Tengo todo calculado... y el tiempo para mí no es problema..." refutó con un gesto de disgusto.

Sonreí para mis adentros al pensar en que a esta mujer le encantaba darse el papel de interesante...

"Tienes que parar todo lo que esta por acontecer contra los Mavericks antes de que una tragedia que tu y yo concordamos no queremos que pase."

"De que demonios me estas hablando! Es momento de que expliques con claridad quién eres y que sabes..." Refute molesto.

"Bien, te diré todo...
Yo fui dama de compañía de tu padre hace muchos años, antes de que cayera en prisión... Él se había criado con la familia Mavericks toda su vida pues pensaba que era hijo de uno de ellos. Sin embargo, resultó ser que no era hijo de el, si no de un hombre común y corriente apellidado Armstrong..."

La miré sin poder creer lo que estaba diciendo pues jamás en la vida imaginé que mi padre pudiese haber sido uno de ellos....

"Al quedar tan mal ante su cargo como líder de la Mafia que había heredado de su supuesto padre Mavericks y revelado que no era legítimo, fue expulsado de la familia y desheredado de todo...
Alexander fue quién descubrió todos los tratos sucios que tenía en el mercado negro de órganos donde asesinaban a miles de jóvenes y niños para poder distribuir sus órganos y hacerse rico a través de eso.
Es por eso que está preso con cadena perpetua pues Alexander comprobó todo ante la ley...
Lucas jamás quiso a Alexander pues le robó al amor de su vida, Amanda, y después de que Alexander lo descubriera su odio se hizo más grande."

"Tienes como comprobar todo lo que me estas diciendo?" Pregunte intrigado y preocupado por todo esto...

"Sabia que preguntarías algo así, por lo que logré recopilar toda esta información e imágenes donde tu mismo puedes comprobar mis argumentos..." respondió entregándome un maletín negro...

"Y tu porque quieres proteger a los Mavericks? En que te beneficia..." pregunte mirándola a los ojos con toda la atención del mundo...

"Cuando me di cuenta, antes de que fuera capturado, de que era un asesino, Lucas intentó matarme para que no pudiese decir nada pero Alexander me rescató...
Ahora le debo la vida y quiero regresarle el favor de alguna manera. El y los suyos son buenos..."

No tenía sentido lo que mis oídos acababan de escuchar en este momento y la información recibida aún no era procesada por mi cerebro...
Si todo esto era verdad, quería decir que mi padre era el malo de la historia y no los Mavericks y yo había sido simplemente utilizado para vengarse de algo injusto...

"Pasajeros del vuelo a Wisconsin pueden iniciar a abordar el avión..." dijo un voz interrumpiendo mis pensamientos...

"Por favor Mateo, te suplico que veas toda esta información y hagas lo necesario por que se haga justicia..." Murmuro Melina antes de levantarse y desaparecer entre la multitud de personas...

Que demonios se suponía que debía hacer después de enterarme de esto... mi cabeza me decía una y otra vez que mi padre era bueno y que no podía ser verdad esto pero mi corazón me indicaba que había algo oculto detrás de la historia con la que crecí...

Me enfrentaría a lo que tuviese que enfrentarme con tal de descubrir la verdad y poder hacer lo correcto...

Abordé el avión con el corazón en un hilo sin saber que esperar de todo esto...
Los nervios me carcomian y el miedo de no ser lo suficientementemente inteligente para llevar a cabo un plan de investigación sin que mi padre se enterara recorría toda mi cabeza sin parar...

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Todo el camino fue inquietante, no podía dejar de pensar en lo que había hablado con Melina y mucho menos en lo que le diría a mi padre....

Si era tan poderoso y malo como dijo esa mujer entonces la vida de mi Lia realmente corría peligro y tenía que hacer lo posible por protegerla...
Aunque perdiera la mía en el intento.

Al llegar a Wisconsin unos hombres de negro armados me estaban esperando en la entrada con rostros de seriedad...

Me acerque sin dudar que habían sido mandados por mi padre...

Me subí al auto escoltado por ellos y nos dirigimos a mi antigua mansión que ciertamente ya no se sentía como mi hogar, ahora solo sentía temor de quien pudiese estar ahí...

"Hijo mío!" Exclamo mi madre corriendo hacia mi con fervor como si realmente estuviera feliz por verme...

"Estas ebria?" Pregunte alejándola de mí...

Nerviosamente me hizo un gesto advirtiéndome de algo que no podía descifrar hasta que me di cuenta de que se trataba...

"Por fin estamos frente a frente..." murmuró esa voz escalofriante caminando hacia mi con una sonrisa malévola.

"Bienvenido a casa hijo, es tiempo de ponernos a cuentas..."

Te Encontré...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora