Capítulo 12

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Sólo hizo falta de un par de días para que el tema principal de la universidad no fuese otro que la fiesta que Jackson organizaría. En cada rincón podía escucharse comentarios sobre ello y sobre las altas expectativas que tenían al respecto.


La ventaja de Jackson era que, gracias a su gran popularidad, conocía a las personas adecuadas para realizar una fiesta memorable. Además de que otros también se ofrecían a colaborar con algo, por lo que terminaba siendo algo bastante grande y ostentoso. El lugar no era una preocupación, pues bien sabido era que había algunos niños ricachones por ahí que ofrecían su humilde mansión para nada exuberante.


Por supuesto, todos los invitados que quisieran ir a la fiesta iban a ser bien recibidos.


Todos, exceptuando a Im Jaebum, Choi Youngjae, Park Jinyoung y, por razones obvias, Mark Tuan. Jinyoung se había ganado el rechazo debido a sus juntas demasiado seguidas y –según Jackson- exageradas con Mark. En el caso de Bambam y de Kim Yugyeom, había decidido hacer excepciones. Lastimosamente Jackson desconocía por completo la relación entre los menores, y como había pasado más tiempo preocupándose por las cosas dentro de su cabeza, tampoco notó que éstos seguían relacionándose con el grupo.


Siendo sinceros, Jackson no sabía exactamente por qué había decidido realizar esta fiesta. En condiciones usuales, se realizaba por motivo de celebración a algo. Pero, al menos por su parte, no tenía ninguna. Sin embargo, él pensó que una buena manera de dejar de lado tantos pensamientos contradictorios y darle un descanso temporal a su mente, sería emborracharse y bailar como si no hubiese un mañana. Así que ese era su objetivo. Después de todo, nunca era demasiado tarde para tener un poco de diversión con alguna chica si se presentaba la oportunidad. Y, vamos, que nunca estaba demás una fiesta de vez en cuando.


Así que sí, Jackson estaba esperando que llegase pronto el viernes por la noche. Quería convencerse a sí mismo de que lo que quería era divertirse como en los viejos tiempos, liberar estrés. Quería convencerse de eso. O al menos eso es lo que intentaba creer.


Él sabía muy bien que jamás le daría razón a la molesta voz en su cabeza.


Aquella que le repetía una y otra vez que sólo era un cobarde por no enfrentar las cosas como debía. Aquella que le repetía que lo único que quería era dejar de ver a Mark cada vez que cerraba los ojos.


Y a pesar de que no tenía relación alguna, por más que lo intentó, el sabor dulce pero mentolado seguía presente de forma vaga en sus labios. O al menos, Jackson así lo sentía. Y aquello le aterraba porque, por alguna razón que desconocía, su corazón latía descontrolado cada vez que pensaba en eso. No podía evitar imaginar posibilidades en su mente, pero no sabía con certeza ninguna de ellas pues había estado inconsciente. Así que aquello se había vuelto un dolor de cabeza adicional para él.


Sin embargo, le aterraba. Le aterraba esa sensación de familiaridad que reflejaba en su interior. Aquello que no podía explicar pero que podía sentirlo presente de forma latente. Como si su cuerpo o su corazón supiese la verdad que él desconocía.


Pero eso él no lo admitiría.


Jackson jamás admitiría que la fiesta sólo era una excusa para escapar de los pensamientos que constantemente perseguían a los deseos reprimidos por su corazón.

Wrong Words [Markson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora