Capítulo 7

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Cuando Mark entró en conciencia de sí mismo, lo primero que hizo fue respirar lo más profundo y tan hondo como sus pulmones lo permitían. Se sentía cansado, tanto como si hubiese corrido un maratón y apenas acabase de terminarlo. Partes de su cuerpo seguían adormiladas y se preguntó qué había pasado.


Sus ojos estaban cerrados y los párpados le pesaban. Intentó abrirlos, pero aun sentía que no tenía el control pleno de su propio cuerpo.


Al menos estaba consciente, se recordó a sí mismo tratando de buscar un lado positivo. Empezó a escuchar unos susurros lejanos que fueron aproximándose a él lentamente, pudiendo entenderlos cuando ya se encontraban a una distancia prudente.


Parpadeó con algo de fuerza y fue cuando logró abrir sus ojos. Una luz blanquecina intensa lo cegó momentáneamente y divisó un cuarto con paredes vacías. Prácticamente todo era blanco. Dedujo que se encontraba en algún hospital o en la enfermería de la universidad.


Pequeños recuerdos de su última consciencia empezaron a manifestarse en su mente, pero cada vez que ocurrían, la cabeza le punzaba a más no poder. Sus pensamientos se interrumpieron cuando la puerta a su derecha se abrió, dejándole ver a un hombre mayor con una bata blanca. El doctor que llevaba su caso, supuso.


Consecutivamente, vio entrar a Jinyoung quien le sonrió cuando sus miradas se encontraron. Después ingresaron Youngjae, Jaebum y Bambam. Se alegró de ver a sus amigos ahí. Sin embargo, un nudo se formó en su garganta cuando su madre ingresó al cuarto después de los más jóvenes y se sintió pesado.


La señora Tuan tenía los ojos rojos e hinchados y sus vestimentas estaban hechas un desastre. Mark supo de inmediato que había venido corriendo en cuanto le avisaron de su estado, y también supo que ella había llorado desde entonces.


—Mark, gracias al cielo... — Dorinne se acercó a él y le envolvió en un abrazo protector. Empezó a acariciarle el pelo con mucho cuidado y sus lágrimas brotaron de nuevo — Qué bueno que estás bien, Mark. No sabes el susto que nos diste a papá y a mí... — Suspiró — Dios, Mark... En qué estabas pensando, tú niño tonto...


El rubio se dijo a sí mismo que no lloraría en ese momento. Así que dirigió su vista Jinyoung, quien seguía al lado del doctor.


—¿Qué ha pasado?


—Tuviste un ataque de pánico, Mark. Y uno bastante fuerte... — Park suspiró — Es un alivio que Jaebum te haya encontrado, sino podría haber ocurrido algo peor.


Mark dirigió su vista al nombrado y éste tenía el ceño fruncido, parecía estar molesto. No quiso entrar de lleno en el tema, así que sólo le agradeció. Bambam y Youngjae se acercaron a él y sólo pudo regalarles una frágil sonrisa.


—¿Te encuentras bien? — Preguntó el tailandés — Vine en cuanto me he enterado. Traje algunas cosas para ti.


—Yugyeom está en camino, le he avisado hace un rato. Debe de llegar pronto. — Notificó el Choi.

Wrong Words [Markson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora