Todo estaba oscurecido y retorciéndose por todos lados.
Sus oídos estaban zumbando reproduciendo una y otra vez las horribles risas que él tanto había detestado escuchar en el pasado. Veía siluetas observándolo fijamente, juzgándolo duramente y riéndose en su cara de nuevo. ¿Por qué todo estaba volviendo a repetirse?
Necesitaba sus antídotos. Los necesitaba urgentemente para que todo pudiese detenerse y volver a estar bien. Así que cuando logró llegar a su casa de entre esas calles de oscuridad, corrió hasta su habitación y buscando en el mueble del baño los objetos que necesitaba. Destapó múltiples frascos transparentes y sacó pastillas blanquecinas que ingirió sólo con su saliva.
Tapó sus oídos sintiendo las lágrimas bajar por su rostro. Aquellos susurros lo estaban ensordeciendo y se sentía cada vez más y más atrapado en un pozo de oscuridad. Más siluetas estaban haciéndose presente, rodeándolo poco a poco mientras estaba en posición fetal. Sus oídos estaban zumbando horriblemente por un pitido desconocido y por culpa de los murmullos que no lograba entender.
Se supone que las pastillas debían de detener todo eso. ¿Por qué demonios no estaba funcionando? Necesitaba que todo se detuviese porque no podía soportarlo.
Con las manos temblorosas y sorbiendo su nariz, se estiró lo suficiente para tomar los envases de nuevo y los abrió de golpe. Las pastillas cayeron a las frías baldosas, regándose por todo el lugar y haciéndolo un desastre. Tomó una y la ingirió. Luego otra y después dos más. Comenzó a toser y se empezó a sentir mareado, pero la comezón en su piel comenzó y estaba siendo horrible de soportar. Su piel estaba ardiendo y él empezó a rascarse las muñecas con fuerza.
A pesar de haber tomado más de diez pastillas distintas, los síntomas no parecían hacer más que empeorar. Sintió algo húmedo escurrir por su nariz y algo incrustarse en sus uñas. El aire estaba empezando a faltarle, su boca también estaba húmeda y el pitido ensordecedor en sus oídos era cada vez peor. Por más que intentaba enfocar algo en específico le era imposible; lo único que podía distinguir entre su visión borrosa, eran manchas negras y rojas que se movían y se expandían por todos lados.
No fue hasta que el pitido le invadió por completo, dejándolo sordo e inerte, que abrió sus ojos de golpe exaltado y cerrándolos poco después de eso porque la luz blanca lo cegó.
Esta vez, figuras borrosas se movían rápidamente por su alrededor. Ahora habían colores claros y verdosos pastel. No podía distinguir nada demasiado bien porque todo se sentía demasiado lejano a pesar de verlo todo con sus propios ojos. Voces que hablaban urgidas y movimientos bruscos en su cuerpo que sólo hacían cansarlo aún más. Lo único que podía presenciar con certeza era la luz blanquecina y cegadora que estaba atormentando sus ojos.
Aunque intentó distinguir más cosas a su alrededor, la luz fue demasiado fuerte y terminó envolviéndolo y cegándolo por completo.
Cuando todo pareció desaparecer y la calma por fin invadirlo, abrió sus ojos y lo primero que divisó fue sus brazos con vías de suero, su cuerpo tendido en la cama del hospital y a su madre llorando desconsolada justo a su lado.
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Wrong Words [Markson]
RomanceJackson y Mark son mejores amigos desde que se conocieron. La química entre ellos no puede ser descrita de otra forma más que perfecta. Mark ama, realmente, todo de Jackson. Excepto la parte donde él muestra su horrible y cruel lado homofóbico. Sin...