Dos historias distintas, dos mentes extrañas intentando coincidir bajo un cielo estrellado, sin pensar en nada más que ellas y su felicidad, complementándose.
"Portada echa por _stellacandeti "
Está historia está escrita por mi.
Abrí los ojos solo para volver a cerrarlos por la luz, no entiendo por qué tenía que ser una habitación tan blanca, lastimaba los ojos cuando despierto.
Me incorporé del sillón, tallando mis ojos por un momento, luego parpadeé mirando alrededor, miré el cuerpo en la cama y solté un suspiro, me acerqué a la orilla de la cama, tocando suavemente su mano.
-Regreso en un momento, tengo que ir a desayunar, hoy amanecí con hambre-. Dije con un tono tranquilo mientras miraba su rostro.
Hice una mueca y me aleje de la cama para salir de la habitación, luego comencé a caminar por el pasillo, el cuál estaba totalmente libre.
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Eso me decía que todos los estudiantes seguían dormidos o en clase, seguí mi camino hacía la cocina de la mansión, al llegar a mi destino me di cuenta que también estaba un poco vacío, excepto por Sharon quién estaba comiendo tranquilamente recargada en la barra.
-Hola hermana-. Dije dándole un saludo para después ir a revisar que podía comer.
-¿Como te va? ¿Ya despertó?-. Dijo Sharon y yo negué con la cabeza, sacando un litro de leche junto con un plato y una cuchara.
-Sigue durmiendo, Jean piensa que despertara entre hoy y mañana, creo que ambas fueron las que llevaron el mayor peso de esa pelea-. Dije encogiendome de hombros, tomando el cereal del estante.
-Ambas son muy poderosas, no hay duda de ello, no tengas esa cara triste, ella despertara pronto para que sigas viéndola con cara de cachorro, su hermana ya despertó y es una molestia ya que tiene que mantenerse en cama un día más o eso es lo qué dijo Jean-. Dijo Sharon y yo gruñí en su dirección.
-Yo no veo a nadie como un cachorro, soy una asesina sin piedad, bueno ex asesina, aún trabajo en ello-. Dije elevando un poco las comisuras de mis labios.
-Claro, si decir eso te hace sentir mejor, está bien por mi-. Dijo Sharon dándome una pequeña sonrisa.
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-Bien, ahora... ¿Qué tal te va con la hermana?-. Dije divertida mirando como soltaba un bufido.
-Es terca esa niña, Jean le dijo que tenía que estar en cama y me dejó a mi cuidándola mientras ella arroja cualquier cosa de fierro a mi alrededor-. Dijo Sharon tomando asiento enfrente de mi.
