Un amor para James (Suerte # 6.5)

9| Esas tradiciones... (parte 2)

Cap (2/4)
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James realmente intentó parecer indiferente ante el beso que el tonto francés le había robado y podía decirse que lo logró. Pero en el fondo tuvo que luchar con las ganas se tocarse los labios cada pocos segundos. Porque cosquilleaban... lo que era ridículo. Porque vamos, a eso ni siquiera podía llamársele beso. No fue más que un simple toque. Una leve presión. Y sin embargo no podía dejar de pensar en ello.

Por lo que había optado por mantener tanta distancia entre él y Jeanluque como fuera posible. Además de que cada vez que el mayor intentaba acercarse, lo fulminaba con la mirada. Eso había funcionado, así que había logrado llegar hasta la media noche sin tener que cruzar palabras con ese hombre tan irritante.

Compartió abrazos de "feliz navidad" con los demás en la casa, con todos excepto con Jeanluque por supuesto. Ni loco volvía a acercarse. Luego bebieron una copa de vino, además de galletas de jengibre y avena. Fue agradable, sin embargo pronto todos empezaron a bostezar y empezaron a organizarse para dormir.

—Jean y Jamie pueden compartir  una de las habitaciones— sugirió Adrién con tranquilidad. James sabía que Adrién lo decía sin malas intenciones, de todos era el más inocente sin lugar a dudas, pero en aquel momento se sintió un poco molesto con él por proponer tal cosa.

Pero era lo más lógico ¿no? Después de todo sus padres compartirían una habitación. Anne Marie se quedaría con la otra, por lo que era razonable que él y Jeanluque compartieran la que sobraba. Pero eso no estaba pasando, de ninguna jodida manera.

—Eso no es necesario, puedo quedarme en el sofá— se apresuro a decir.

—Por supuesto que no— se quejó Oscar— te congelaras. Además aunque el sofá pueda parecer comodo, no es recomendable usarlo como cama.

—La chimenea esta encendida, eso servirá para mantenerme calido...

—Pero hijo— intervino Rena. — No descansaras bien en el sofá. ¿Qué te parece si te quedas con tú padre y yo me quedó con Anne Marie? Claro si a ella no le molesta.

—Por mi esta bien — aceptó la chica.

—Oh igual puedo quedarme con Jean— ofreció Adrién —y tú te quedas con Oscar.

—Quédate con la habitación — dijo Jeanluque con tranquilidad — yo me quedaré en el sofá.

Frunció el ceño un poco agobiado por el trato tan extremadamente cuidadoso que estaba recibiendo de todos. Que no era un niño, joder.

—¿Podrían parar?— dijo ligeramente irritado— No les estoy pidiendo su opinión. Voy a quedarme en el sofá y ya esta— todos abrieron la boca listos para replicar pero fue más rápido — Además suelo levantarme muy temprano y no quiero despertar a nadie, por lo que es mejor quedarme en el sofá. Ahora vayan a dormir.

Lo de levantarse temprano no era mentira, pero también lo hacía porque le costaba mucho dormir y no quería compartir habitación y conseguir quitarle el sueño, a nadie. Casí se preparó para una discusión, pero un coro de suspiros fueron la respuesta. Uno a uno fueron despidiéndose, deseando buenas noches.

El único que se quedó ahí mientras Oscar se marchaba diciendo algo sobre conseguirle un par de frazadas, fue Jeanluque. Por supuesto, no podía simplemente dejarlo tranquilo ¿verdad?

—¿Por qué eres tan terco?— Preguntó el francés con el ceño fruncido.

—¿Por qué eres tan entrometido?— Preguntó en lugar de responder ganándose una risa entre dientes. No lograba entender porque ese sonido lo ponía tan inquieto.