Un amor para James (Suerte # 6.5)

27| Saldando cuentas

¡Hola!  Estoy de vuelta con un doble cap para hoy. Antes de que empiecen a leer la actualización quiro contarles que tenemos nueva historia de Navidad 🎄 ¡Yei! Así que a quienes les interese leerla la encuentran en mi perfil como "Querido Santa" .  Ahora si, disfruten de los capa y ¡¡FELICES FIESTAS A TODOS!! 🎉

Cap (1/2)

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Cuando el auto se detuvo frente a aquella modesta casa de dos pisos con la fachada de un suave azul, James estaba cerca de tener un ataque de ansiedad. Sus palmas sudaban y no podía dejar de mover la pierna en un tic claramente nervioso.

En su última visita a Gavin, el soldado había llegado a la conclusión de que necesitaba saldar la deuda que tenía pendiente con Derick Brant. Algo que había estado posponiendo por mucho tiempo, por miedo, por culpa y por no saber exactamente como afrontar la situación. Pero luego de que se cumpliera un año del incidente en Kabul y después de haber tenido la peor crísis de todas. Sin poder dejar su habitación por todo el torbellido de emociones y pensamientos que lo atacó, James había decidido que no podía seguir así. Necesitaba enfrentar los miedos de frente si es que quería algún día tener el completo control de si mismo.

Así que por eso había hecho todo el camino hasta Baltimore. Claro, eso en compañía  de Jeanluque que como no podía ser de otra manera, se empeñó en acompañarlo. Dijo que no había manera en el mundo de dejarlo pasar solo por aquello y James estaba profundamente agradecido por eso. Porque si había algo de lo que estaba más consciente que nunca, era que cuando el francés estaba a su lado, le era más fácil encontrar el valor para afrontar las dificultades.

—¿Todo bien?— Preguntó Jean desde el asiento del piloto. El soldado negó con la cabeza — Si necesitas desmayarte, eres libre de hacerlo en mi regazo.

El efecto fue casi inmediato, James soltó una carcajada y parte de la tensión que había estado ahogándolo se esfumó. Sabía lo que Jean estaba haciendo y eso solo provocó que su interior se llenara de calidez. Se deshizo del cinturón de seguridad y se estiró para poder alcanzar al hombre y darle un suave beso en la mejilla.

—Se que adoras tenerme en tu regazo, pero creo que esta vez voy a declinar la oferta.

—¿Entonces estás listo para que bajemos del auto?

—No— respondió con sinceridad, sintiendo su estómago hecho nudos— Pero no creo que nunca vaya estarlo del todo, así que es mejor seguir adelante.

—De acuerdo — Jean unió sus frentes y frotó sus narices juntas en un gesto dulce— pero no olvides que estoy aquí si me necesitas.

—Lo sé, gracias.

Compartieron un último beso antes de bajar del auto. James alcanzó el conejo de peluche que había comprado, además de un ramo de rosas en color coral. No sabía si llevar regalos sirviera de algo, pero maldita sea, tampoco creía que llegar con las manos vacías fuera una buena idea. Rodeó la camioneta y se paró junto a su francés tomando una profunda respiración. Cuando la mano de Jean se entrelazó con la suya, empezó a caminar.

La casa contaba con un jardín frontal lleno de flores, geráneos, siempre vivas y lirios en su mayoría. Pero también había arbustos con pequeñas flores violetas. Toda la propiedad estaba rodeada por una baja cerca metalíca cuya puerta estaba abierta y no tuvieron ningun problema para seguir el corto camino hasta el porche.

A medida que se acercaban, se hacía un poco más difícil respirar y sus pensamientos no tardaron en convertirse en un torbellino sin sentido. Todo lo que había practicado previamente desapareció dejándolo un poco perdido. Pero como le había dicho a Jeanluque solo un momento atrás. Debía seguir adelante, porque tal vez no volvería a reunir el valor de pararse frente a esa puerta.