HOMICIDE | kookmin × Taejin |

Capítulo 3

SeokJin se removió entre las sábanas para encontrarse pronto con el cálido cuerpo de Taehyung, abrió los ojos con lentitud para mirar ese rostro agraciado, miraba esas largas pestañas y esas cejas gruesas, le gustaba verle así de tranquilo.

— Taehyung... — Le llamó acercándose para acariciar esos labios con sus dedos.

Esos ojos azules se abrieron para mirarle adormilados, Tae le abrazó por la cintura y le acarició con suavidad, su estómago se revolvió de forma agradable ante las caricias del menor y saboreo sus labios deseando más de esa boca.

— Cómo te sientes? — Preguntó con una voz suave y grave que era casi como un ronroneo seductor.

— Estoy bien... — Respondió sin más bajando la mirada, aún si nunca lo diría en voz alta amaba a ese hombre, siempre había estado allí para él y era lo más importante en su vida.

 

 
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Su infancia había sido difícil, siempre sentía hambre y todo lo que llevaba a su boca sabía a cenizas, nunca entendió que era lo que pasaba con él y mucho menos los médicos que le trataron, aún cuando intentaba tragar terminaba vomitando y enfermando de la noche a la mañana, la alimentación intravenosa le mantuvo con vida pero cuando tenía dieciséis enfermo y su hambre se hizo insoportable, Kim Taehyung era su hermanastro y se preocupaba por el aún si era castigado cuando iba a visitarle a su habitación, sus padres estaban de acuerdo con el hecho de mantenerlos separados ya que su madre le había comentado el incidente con el cadáver de ese conejo.

Ese día ocurrió un incidente aún más extraño, jugaba con Tae sobre la cama y termino mordiendo el brazo del menor hasta hacerlo sangrar, Taehyung no se quejó pero él en cambio se asustó de si mismo, sintió el sabor de la sangre en su boca, nada tenía sabor excepto ese líquido carmesí que ahora invadía su cavidad bucal.

— Sabe bien? — Preguntó el menor sin rechazarle aún si eso dolía.

— Estoy asustado... — Soltó Jin cuando retiro su boca de la carne ajena y sus ojos se llenaron de lágrimas.

— Yo te protegeré sin importar lo que pase... — Respondió el menor quien limpio la sangre de sus labios con sus dedos.

 

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Taehyung creció hasta alcanzar los diecisiete, sus padres murieron en un accidente así que se quedaron solos, fue repentino y ni uno de los dos lloró por ello, desde el comienzo nunca encontraron el afecto en sus progenitores, trabajaban todo el tiempo y apenas les veían, los sirvientes se encargaban en la mayor parte de lo que fue su crianza y la verdadera relación estrecha existía entre los dos hermanos. Sus padre murieron pero la vida seguía para ellos y después del funeral volvieron a sus vidas normales, SeokJin debía volver a la universidad y Tae estaba pasando por los últimos años escolares.

Sus exámenes salieron bien e ingreso a la universidad con buenas notas, no estaba estudiando algo que realmente le gustara pero si quería manejar la compañía de la familia debía hacerlo de todos modos, una semana desde el funeral había pasado. Llevaba sus cosas en su mochila dispuesto a almorzar con sus compañeros, no le fue difícil hacer amigos ya que era realmente guapo y las personas se le acercaban con facilidad, lo que no esperaba era que su normal vida universitaria terminará de forma prematura en un par de minutos.