Capítulo 17

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Estaba herido, con el corazón roto  y sintiendo la soledad más que nunca, apenas probó el amor de Jimin y sentía que no podía vivir sin él, le dolía demasiado y sus palabras crueles habían sido como puñaladas. Pensó en primera instancia que era el alcohol hablando pero la mañana siguiente no recibió llamada alguna y tampoco le contestó los mensajes, Park debía estar molesto al ser suspendido y quería creer que quizá también estaba sufriendo el mismo dolor. 

La suave palmada sobre su hombro le sacó de sus pensamientos, era Namjoon quien le compadecio por completo después de todo estuvo presente cuando Park escupió sus palabras con ira. 

— Las cosas mejorarán, así que ánimo! — Dijo el jefe del departamento de homicidios para retirarse, Jungkook le observó en silencio caminar por el pasillo en dirección a la oficina del fondo.

—… — Se quedó en silencio pensando en Jimin en cómo se notaba que no estaba presente y es que todos los días iba atrás as para llevarle café o algún bocadillo, hacían algunas actividades juntos pero la mayor parte del tiempo Park se dedicaba a los casos. Bajo la mirada apenado, todo el trabajo que hicieron juntos en el caso de homicidio estaba ahora archivado sin nuevas pistas. Las horas sin dormir y la comida preparada no serían en vano, fue entonces que decidió que seguiría con el caso a escondidas, no permitiría que todo el esfuerzo de Jiminie fuera a la basura. 









Llevaba unos días en el departamento esperando que Seok Jin entrará por la puerta, era la primera vez que tenían una pelea como esa, normalmente duraban enojados unos horas y entonces hacían las paces con sexo amoroso. 

Un suspiro escapó de sus labios al reconocer que quizá no podrían reconciliarse esta vez, se quitó a la policía de encima y creyó que todo volvería a como era antes pero rompió el corazón de su amante, al gritarle y decir todas esas cosas, estaba arrepentido pero no podía hacer lo que Jin le pedía casi en un ruego, no podía dejar de cazar. Pensaba seriamente en ir por Jin y disculparse pero no se ganaría su perdón así de simple, tampoco quería ceder ante sus demandas por el bien del mayor y lo único que encontró razonable era simplemente esperar, tarde o temprano Jin sentiría la fatiga del hambre y en su desesperación volvería a él. 

Su celular sonó y contestó sin real interés, era su editor quién vendría por él para llevarle a una firma de autógrafos en una biblioteca en el centro de la ciudad. Tenía muchos lectores devotos por lo que sería un largo día. 

Ya en el auto se acomodó en los asientos de atrás había unas revistas y libros, entre todos ellos observó un encabezado que llamó su atención, había un artículo sobre la empresa Kim y su reciente trato multimillonario, había una fotografía de SeokJin junto a una descripción bastante amarillista, "El guapo heredero de los Kim y su talento para los negocios". 

Además de ese artículo también había bastante sobre su libro, le fue de maravilla en reseñas y en ventas, también hablaban de lo apuesto que era pero poco le importaba, es más nunca leía esos artículos sobre sí mismo. 

— Podemos desviarnos para ir por café? — Preguntó irritado con la idea de la atención de los medios en Jin, solo apareció en esa clase de revistas hace unos años por ser el hijo ilegítimo de los Kim y ahora volvía a las portadas por su éxito pero sobretodo por su belleza, solo querían explotar su imagen y pronto le seguirían a todas partes esperando encontrar algo que filtrar de su vida privada. 

— Estamos algo cortos de tiempo pero si lo desea puedo ir a traerle algo cuando lleguemos al evento. — Dijo el hombre mirando al escritor por el espejo retrovisor, parecía más ansioso de la habitual. 

— Bien… — Soltó resignado para tirar esa revista en el auto, se cruzó de piernas y echó la cabeza para atrás sintiéndose cansado. 

No pasó mucho para llegar a destino, bajo del auto y se encontró con una larga fila en la entrada de la biblioteca, habían fotógrafos además de un par de policías, cruzó escuchando algunos gritos de las féminas más jóvenes y sonrió a pesar de que encontraba a esas chicas unas escandalosas. 

— Jungkook! — Escuchó ser dicho por una oficial al acercarse al policía de cabellos castaños. — El jefe del departamento quiere verte más tarde…— Habló la mujer pero eso no era lo que realmente le importaba al escritor; más bien sintió regocijo al ver al hombre que ese detective añoraba, recordó su amenaza y de alguna forma se sintió ansioso de conseguir poner sus manos sobre ese hombre. Como un depredador acechando a su presa, un pobre e indefenso ciervo tan ignorante del peligro. 

Entró al edificio sin más, camino por el lugar hasta su puesto, había letreros y fotografías de él, además de sus libros y estantes con obras pasadas. El evento comenzó y recibía de vez en cuando regalos de sus fans, dulces y flores, las aceptaba todas pero al final del día lo desechaba todo. Firmaba con calma hasta que un hombre de ropa oscura y cubre bocas se presentó ante él, reconocía esos ojos oscuros y entonces esa voz se hizo presente. 

— Aún no me contactas y estaba preocupado. — 

— Lo lamento! Surgió algo así que por el momento podrías simplemente dedicarte a vigilar a Kim SeokJin. — Sugirió escribiendo una dedicatoria en la página del libro. 

Suga asintió para recibir el libro en sus manos y perderse en la multitud tan normal como cualquiera. No cazaría por por un tiempo, no valía la pena arriesgarse a ser atrapado ahora que las cosas se habían calmado, tampoco es como que podría guardar reservas. 

En medio de la calma y la seguridad que sentía la sensación de estar siendo observado le sobresaltó, pronto notó el incremento de policías, quizá no era el principal sospechoso ahora pero el caso seguía abierto y según oyó de los detectives podría ser uno de sus lectores. Suposiciones erróneas por supuesto, era obvio que no podría ser superado por esos hombres y ahora sin el detective Park estaba seguro. 


El agua tibia recorría su cuerpo quieto bajo el chorro de agua, su pequeño departamento estaba vacío al igual que su refrigerador, no pasaba mucho tiempo allí aún si pagaba las cuentas todos los meses, estaba tan dedicado a su trabajo que dormir en la oficina sobre el escritorio de volvió un mal hábito. Suspiro con pesadez rememorando todos lo que ocurrió esa noche, frunció el ceño irritado y entonces salió de la ducha, cerró el grifo y se colocó una bata negra sobre su cuerpo mojado. Salió al corredor y ya en la sala tomó su celular para pedir una pizza a domicilio, en silencio tomó los archivos sobre la mesa y los leyó por enésima vez. Namjoon le sacó del caso y estaba suspendido pero no se daría por vencido, no ahora que estaba tan cerca, sabía el riesgo que corría pero no dejaba de decirse a sí mismo que Jungkook no era un hombre débil e indefenso, era un agente de policía y estaba en forma; quizá incluso más que el. 

No estaba menospreciando la vida del policía pero el juego aun no terminaba, estaba en jaque pero usaría todas las piezas que necesitara para ganarle a ese sicopata. 





HOMICIDE | kookmin × Taejin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora