Giyuu Tomioka.

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La distancia solo asusta a aquellos que no creen en el amor verdadero.

Pedido hecho por:
erikita_qeq

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El pelinegro caminaba con fastidio de regreso a la sede.

Por fin, después de tanto tiempo sin pisar alguna cercanía al sitio, volvía pero...no sabía si este sería su día de suerte.

No recordaba la última vez que había visto a la pelirroja, pero había perdido la cuenta después del cuadragésimo quinto día.

¿Tanto había pasado? Si, ambos estaban ocupados, el ejerciendo sus tareas como pilar y cumpliendo con distintos mandatos, ella cumpliendo con sus misiones asignadas en diferentes lados y ayudando de vez en cuando a cierto par de hermanos que había conocido hace tiempo.

Ni siquiera parecían estar casados...

Muchas veces se preguntaba si ella pensaba en él, cualquiera pensaría que Giyuu Tomioka no tiene inseguridades, pero vamos, ¿Quién le aseguraba que ella no se cansaría de tener un matrimonio como el de ambos? Incluso puede que ya haya conocido a alguien, más divertido, más conversador, más cariñoso, sin tantas responsabilidades y con el tiempo suficiente para estar con ella.

Muchas veces aquellos pensamientos inundaban su mente y le abrumaban, pero pronto recordaba quien era la persona con la que estaba casado.

Nada más y nada menos que _____ "Shinji" ahora Tomioka, la chica que conoció en una misión, aquella que casi murió por salvar a una familia indefensa, esa pelirroja que había apostado con Rengoku que podía hacerle sonreír, la misma que ayudaba a Shinobu en cientos de cosas, la que aconsejaba a Muichirō y que soportaba a Sanemi, la misma que lloraba con Gyomei, la que regañaba a Uzui por tener más de una esposa y a Iguro y Mitsuri por pasar la mayor parte del tiempo haciendo cosas poco productivas en lva sede.

La misma que estuvo para él a pesar de su comportamiento frío.

Mitsuri: No he sabido nada de ella, lo siento - musitó la pelirosa - La última vez que le ví fue hace más de tres semanas - trató de recordar - Pero no te desanimes, seguramente ella vendrá pronto y estará el resto del día a tu lado.

Asintió como agradecimiento y se dió la vuelta para dirigirse a su finca.

Un día ya no es suficiente...

(...)

La puerta se abrió de golpe y por ella entro una pelirroja chorreando "litros" de agua.

¿Quién diría que llovería esa noche? Inosuke, ¿Pero como creerle al chico si la mayor parte del tiempo parecía andar fuera de este mundo, sin mencionar lo precipitado que solía ser.

Estando en el mismo lugar, tomó su cabello y lo enrroscó solo un poco con la intensión de deshacerse un poco del agua que lo cubría.

Se quitó el uniforme — por suerte siempre llevaba algo debajo — en el mismo sitio, no había necesidad de mojar más de ese punto, después la madera quedaría arruinada por completo.

Dejó su espada a un lado de la puerta corrediza.

Se aseguró de que no hubiese agua colándose por la entrada y cuando estaba dispuesta a marcharse a la habitación que rara — pero muy rara — vez compartía con su esposo, pero sintió como alguien tomaba uno de sus brazos y lo llevaba hasta detrás de su espalda, tirando de él y causandole dolor.

_____: ¡Ah! - chilló por la sorpresa y por el repentino susto, trató de librarse del agarre del extraño, pero tras intentar forcejear con la persona, terminó resbalando debido al pequeño charco de agua que había dejado apenas entrar al sitio.

Tanto ella como el sujeto cayeron.

_____: ¡Ugh! - exclamó, con sus manos buscó el rostro de la persona y tras tomar las mejillas del mismo comenzó a restaurarlas para causarle dolor - ¿Quién...eres!? ¿Qué haces aquí!? - cuestionó en cierto punto molesta, ¿Quién se atrevía a entrar a su hogar? ¿Quién había tenido el descaro de tocarla y causarle dolor? - ¡Responde!

Giyuu: Soy yo...Giyuu...- respondió como pudo, pues la pelirroja seguía atacando sus mejillas, además, reconoció su voz al instante y no podía creer que por fin ambos habían coincidido.

_____: Giyuu - pronunció y entonces soltó sus mejillas, sintió el cabello del pelinegro y finalmente recorrió su rostro para comprobar que era él - ¡En serio estás aquí! - expresó mientras pegaba sus labios a los del contrario.

El pelinegro se sorprendió por su repentino tacto, pero pronto se encontró a si mismo correspondiendole.

No paso mucho para que ella se separará.

Giyuu: ¿Qué pasa? - cuestionó.

_____: 1- Estoy sobre un charco de agua, 2- Tengo Frío y 3- Me estás aplastando, si continuaba con el beso terminaría sin aire - rió un poco.

Giyuu se puso de pie y enseguida ayudo a su amada a ponerse en pie.

_____: Necesito cambiarme o enfermaré - dijo ella, por lo que ambos caminaron hasta la habitación.

En el sitio, la chica pronto se deshizo de su ropa y se puso una Yukata algo vieja que solía usar como pijama cuando estaba en casa, no hubo necesidad de encender la luz, sabía perfectamente donde estaba todo.

_____: ¿Hace cuanto llegaste? - cuestionó al pelinegro mientras con sus manos al frente intentaba encontrarle.

Giyuu: Hace ocho horas - sintió como la pelirroja chocó contra su pecho, la tomó por los hombros.

_____: ¿Qué pasa Giyuu?

Giyuu: ¿No te cansas de todo esto?

_____: ¿Todo...esto? - repitió confundida sin saber a qué se refiría el pelinegro.

Giyuu: De no vernos en semanas...incluso meses...de no conversar, de no dormir juntos...de llevar este matrimonio de está manera...

_____: No tengo porque cansarme de esto, antes de casarnos fuiste tú el que dijo que esto podía pasar, yo accedí y ahora eres tú el que no está conforme, ¿No serás tú el que ya se cansó de esto? - preguntó temiendo la respuesta.

Giyuu: Tienes razón - respondió, el semblante de la chica decayó, aunque él no lo notó debido a la poca luz del sitio - Ya no me gusta estar así...talvez...debería decirle al patrón que me dé un respiro, que necesito tiempo para estar contigo...

_____: ¿Co-Cómo? - preguntó confundida, ya creía que iba a dejarle.

Giyuu: Me gustaría formar una familia - le abrazó y la apegó a sí mismo - Quiero que formemos una familia - corrigió.

Kimetsu No Yaiba (PersonajexLectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora