Muichirō Tokitō.

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Todos notaban al pequeño pilar actuando extraño.

Estaba...más distraído de lo normal, cada que lo observaban se encontraba mirando el cielo — cosa que no era rara en él — y pensando, en ocasiones — extrañas — se coloreaban sus mejillas de un leve color rojo.

Todos se preguntaban que pasaba con el chico, no sabían a qué se debía dicha actitud.

Con el paso de los días el chico se iba distrayendo más, hasta el punto de no prestar atención a nada de lo que le dijeran.

El patrón no dijo nada al respecto, pues extrañamente, tenía una idea lo que estaba sucediendo con el chico.

La siguiente persona en saber que pasaba fue Shinobu y todo porque ese día llegaba la causa de distracción del chico.

Los hermanos Kamado, Zenitsu e Inosuke regresaban de una misión — todos heridos por supuesto —.

Los jóvenes cazadores fueron llevados hasta la enfermería donde Aoi y las niñas les estuvieron atendiendo, de todos, _____ era la menos dañada y obviamente Nezuko, que ya se encontraba durmiendo dentro de su caja.

La mayor de los Kamado se ofreció para ayudar a las niñas con los cuidados de sus amigos.

Tanjirō: D-duele - comentó mientras su hermana le vendaba el brazo.

_____: No te dolería si me hubieses escuchado, te dije que te quedarás atrás, yo podía encargarme - explicó - Y encima has involucrado a ese par - la chica peliroja miró la escena divertida, pues como siempre, Zenitsu se negaba a tomarse la medicina - Bueno, esperemos que se recuperen pronto, tenemos que volver a las misiones - expresó mientras se ponía de pie - Estaré afuera un rato por si me necesitas, si es así, solo grita mi nombre - y tras decir aquello salió de la habitación.

Pronto se encontró sentada bajo la sombra de un árbol que se encontraba en la finca Mariposa, cerró sus ojos y se permitió descansar.

Por fin, después de varios días lograba tener algo de paz, era pesado ser la hermana mayor, la que estuviese a cargo y con Tanjirō arriesgando la vida a cada momento, todo se complicaba, sin mencionar que aún estaban inmiscuidos en la búsqueda de Muzan Kibutsuji y que debían cuidar que Nezuko no fuese tocada por los rayos del sol o atacada por otro cazador, aunque, ahora ya no era necesario cuidar de Nezuko y el sol.

Inhaló y exhaló, su paz se vió interrumpida cuando sintió que alguien se sentaba a su lado, tuvo una corazonada, no necesitó abrir los ojos para saber que se trataba de cierto pelinegro.

Abrió los ojos solo para observar lo que hacía el chico a su lado, se encontraba mirándole sin disimulasión alguna.

Muichirō le dedicó una pequeña sonrisa y se recostó en el mismo tronco que la chica, pegándose lo más que podía a ella, le agradaba sentirla tan cercas.

Siempre que la chica estaba en la sede, Muichirō era el pilar más feliz de todos, incluso desprendía cierta aura tierna.

Siempre estaba detrás de _____ a pesar de que la chica le había dejado en claro que no pasaría nada entre ambos.

Si, le dolía aquello, pero se conformaba con el hecho de estar a su lado cada que le viera.

(...)

Tanjirō: ¿_____? ¿Qué haces aquí? - cuestionó al verla sentada al lado de la caja donde Nezuko solía dormir antes.

_____: Ah, ya sabes, yo solo...me escondo de Muichirō...

Tanjirō: ¿De nuevo no te quiere dejar? - ella sonrió y asintió con incomodidad - Bueno...Shinobu me dijo que quería hablar contigo algo importante, te estaría esperando en el jardín trasero - la peliroja se pusó de pie inmediatamente.

Kimetsu No Yaiba (PersonajexLectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora