XXVI

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  Después de la última clase estábamos hablando en el patio.

  Miré a Erik y decidí decirle mi plan.

-Erik ¿Podemos hablar... En privado?-Pregunte y él asintió.

-Por supuesto-Nos alejamos de los chicos y tomó mis manos-¿Qué pasó?.

-Estuve pensando en huir, desaparecer-Dije mirándolo a los ojos-Mi abuela me heredó una mansión, una gran fortuna y la custodia de una de mis hermanas.

-¿Entonces me dices para irnos los tres?-Preguntó y asentí-¡Por supuesto! No puedo dejar que mi novia se vaya sola sin protección.

-Bien, tengo que hablarlo con mi hermana y veremos cuando nos vamos, pero debe ser secreto-Dije sonriendo aliviada.

-¿Y los chicos?-Preguntó viéndolos.

-Si les tienes la suficiente confianza de que no dirán nada puedes decírselos-Dije y fuimos con ellos.

Él se alejo con los mellizos para contarles mientras yo le decía Caroline.

-¿En serio?-Preguntó sorprendida y asentí-Es... Esta bien, mientras se puedan mantener, yo los puedo ayudar si...

-No, creeme tengo suficiente dinero para mucho tiempo-Dije y ella asintió.

-No quiero que se vayan-Dijo abrazándome-Pero los apoyaré en todo.

-Gracias Caro-Dije abrazándola.

  Los chicos se acercaron sonriendo aunque note que la sonrisa de Zamara era falsa.

  Cosas que se aprenden en el mundo del dinero, cosas que se aprenden cuando tu posición económica es lo único que cuenta para las personas que te rodean.

  Estaban hablando, como realmente era costumbre me coloqué mis audífonos y empecé a dibujar.

  Ciertos momentos en que levantaba la mirada notaba a Zamara mirándome mal.

  ¿Qué le pasa a ella ahora? Yo no hice nada ¿Será qué no nos apoya con lo de fugarnos? Si es eso no la culpo, yo tampoco estaría de acuerdo si el chico que es mi mejor amigo pensará fugarse con su novia nueva, que nadie conoce muy bien.

  Y menos si eso significaría dejar el instituto.

  Cuando terminé de dibujar sonreí satisfecha. Nos dibuje a Austin y a mí en la sala de la abuela cantando.

  Solíamos hacer eso cuando nos dejaban solos con la abuela y ella hacía algo que necesitaba concentración y no preocuparse por lo que hiciéramos.

  Mi abuela... Austin y ella son los únicos que siempre me demostraron que me querían de verdad, bueno y Rochelle lo hace también, sólo que ella... Ella teme el desprecio de nuestras hermanas y padre si se enteran que es amable y dulce conmigo, lo cual agradezco.

  No quiero que ella pasé lo que yo he pasado.

  Siempre es peor cuando hay peleas, esas rompen el corazón de uno siempre.

Mi madre tenía el afán y la adoración de las piedras preciosas, a mi me puso el nombre de una diciendo que quizás de esa forma me quisiera un poco. A mis hermanas fue diciendo que era porque ellas serían su adoración y valdrían más que cualquiera.

  El color que más me gusta el azul sobre todo la tonalidad zafiro, supongo que es por querer su afecto. A Rochelle es el rojo rubí.

  En cambio con Maite y Anastacia les ocurre que quieren hacerse las perfectas.

  Mi madre es un recuerdo doloroso, porque a pesar de odiarme sin razón intento quererme. Tengo ropa que aún me puedo poner de años atrás en esos intentos.

  Llevo un collar con un pequeño zafiro que me dio al nacer. Las trillizas también tienen unos pero casi no los usan.

  Con mi mano acaricio el pequeño zafiro que cuelga de mi cuello y me levantó.

  Tomo mis cosas y me voy sin decir nada, sé que Erik me siguió pero lo ignoro me monto en mi moto y me alejó lo más rápido posible.

  Llego a mi casa y me siento bajo el cerezo.

  Mi madre siempre me traía aquí cuando intentaba quererme, esos intentos siempre fueron inútiles pero lo intentaba, mi padre no, nunca lo intento.

  Me senté en una de las raíces y los recuerdos empezaron a invadirme.

{...}

  Mi madre caminaba de un lado a otro enfrente de mí.

-Lo lamento, lo he intentado y lo sabes pero no logro quererte-Dijo mirándome-Te odio, no sé que hacer ya.

  Una rama del cerezo cayó en su cabeza y furiosa la tomo. La arrojo y me dio sin querer en la cabeza.

-Estas sangrando-Dijo en shock-Fue sin querer pero... Se sintió tan bien, no, Zafiro sube y curate, rápido si sigues aquí no sé que haría.

  Subí corriendo a mi habitación.

{...}

  Nunca fue buena madre, una Mamá nunca fue conmigo, pero hizo un intento de ser buena, le agradezco eso, mi vida era mejor con ella a pesar de mi sufrimiento.

  El día que murió fue una sorpresa total. Las trillizas nacieron y ella se fue.

{...}

  Son las 06:15 pm veía a mis hermanas mientras esperaba a mi madre. Mis hermanas nacieron a las 01:03 de la madrugada y ahora iremos a casa.

  Cuando mi madre vino nos subimos al auto. Yo estaba arrodillada en el piso frente al asiento en que estaban las niñas.

  Veía hipnotizada los ojos de Rochelle, son iguales a los míos y los de madre.

  Escuché gritos y después no vi más nada.

{...}

  Habíamos chocado y todos resultamos heridos, menos Rochelle.

  Rochelle quedó encima mío y como choque con el asiento de mi madre la cubrí y recibí todos los golpes por ella.

  Maite y Anastacia quedaron en mis brazos que tenía abiertos y las atrapé, por suerte quedaron sólo con unas cicatrices y nada más.

  Mi madre murió porque con los que chocaron tenían de adorno en los costados unos cuernos de toro y uno le atravesó el pecho.

  ¡Maldita sea! ¿¡Quién carajos lleva unos putos cuernos de toro en el auto en los costados como adorno!? ¡Por su culpa deje de tener comunicación con mi Abuela y Austin! ¡Perdí a mi madre!.

  Después de su muerte mi familia desapareció de mi vida, bueno casi toda, lastimosamente mi padre no y tampoco mi tía y prima paternas, ellas son horriblemente hipócritas conmigo.

Is My LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora