XXIV

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  Vi las dos películas de Deadpool junto a Austin antes de dormir.

  Se quedó en mi habitación y a la mañana fue a la suya.

  Después de estar listos desayunamos en el jardín, junto al cerezo.

  Sé que debería aprovechar poder estar en el comedor sin que mi padre o mis hermanas se quejen pero nunca me sentí cómoda ahí.

  Supongo que porque no soy aceptada realmente.

  Después fuimos a un parque de diversiones a disfrutar de todo lo posible a pesar de que era raro ver a Austin ojiverde y pelirrojo con lentes de nerd.

-Pareces un bicho raro garrapata-Dije mirándolo.

-A que fuera Erik y ahí él si se vería guapo-Dijo y rodé los ojos-No respondas.

  Estábamos cerca de la montaña rusa.

-Deberías dejar a esta... Chica y venirte conmigo guapo-Dijo una rubia vestida de puta ¡Y después se quejan de los clichés!.

-No, gracias, vamos HERMANITA-Recalcó la palabra haciendo que la chica se enrojeciera.

-Pareces un tomate, buscate una lechuga para que te quiera-Dije y un chico le vomito encima-Oh, creo que ya la encontraste.

Nosotros nos alejamos de ahí para reírnos.

-¡Qué asco!-Dije sin dejar de reír.

-Y a eso le llamo mala suerte Zackmi-Dijo riendo.

  Cuando dejamos de reír nos montamos en la rueda de la fortuna.

  Al llegar arriba alzo mi mano como si pudiera tocar el cielo con ella.

  Austin me miraba sonriendo.

-Eres tan especial pequeña-Dijo y sonreí-Te quiero tanto Zackmi.

-Y yo a ti Austin-Dijo abrazándolo-¿Aust?.

-¿Sí?.

-Tengo hambre-Dije mirando hacía abajo.

-¿Qué hora es?-Sacó su celular y rió-Son las doce y cincuenta vamos a comer para ir a ver a ese abogado.

  Fuimos a un restaurante de pizza cercano y ordenamos una cuatro estaciones.

-No recuerdo la última vez que comí esto-Dije sonriendo.

-Pues recuerda esta Zackmi-Dijo y tomé sus lentes que se hallaban en la mesa.

-No me gustas pelirrojo-Dije y él negó.

-Seré rockero-Dijo sacudiendo su cabeza violentamente.

  Reí porque no entendí que tenía que ver eso  y su peluca se fue volando hasta el piso junto a mí.

  La tomé y unas chicas se acercaron a nuestra mesa.

-¡Eres Zackstin!-Dijeron emocionadas y lo miré mal.

-Odio ese nombre-Dije seria.

-Vamos pequeña, no seas amargada-Dijo sonriendo-Me descubrieron chicas ¿Quieren autógrafos?.

  Las cinco asintieron y le dieron cosas para que firmara.

-¿Te puedes tomar una foto conmigo?-Preguntó una.

-¿Eres su novia?-Preguntó otra.

-No, nada de fotos hoy y ella es una amiga-Respondió él.

-Se ven muy lindos juntos-Dijo una chica de ojos amarillos.

-Gracias-Dijo él pues sabía que yo no era fan de hablar con desconocidos sin razón alguna.

  Las chicas se fueron y nosotros tomamos rumbo hacía la oficina del abogado de mi difunta abuela materna.

Al llegar saludamos al hombre.

-Muy bien, en el testamento dice que usted señorita Rivera ha heredado la mansión, joyas y el dinero que su abuela poseía, incluyendo acciones, actos de caridad y su empresa junto a la custodia de su hermana Rochelle Esmeralda Rivera Espinosa-Dijo y mi cerebro no conectó con mi boca ¿La custodia de Rochelle?.

-¿Cómo qué la custodia de Rochelle?-Preguntó Austin por mí.

-Antes que la señora de Rivera diera a luz, tanto padre como madre accedieron a darles la custodia de la hija de su elección a la señora Audrey De Espinosa-Dijo aquel hombre-Audrey dijo que se quedaría con Rochelle mientras tuviera ojos azules.

  Sabía que mis padres no eran el ejemplo a seguir de paternidad pero nunca pensé que fueran tan... Malos padres, con ellas por lo menos.

-Ella lo iba a aplicar no sólo llevándose a su hermana, también a usted señorita, pero como el mismo día en que nacieron las trillizas su madre falleció decidió esperar a lo mínimo un año-Hablo y me estremecí-Cuando iba a reclamar la custodia de ambas enfermo gravemente y no pudo hacer nada.

-¿Entonces Rochelle esta bajo mi custodia?-Pregunté y asintió.

-Así es señorita Rivera-Dijo aquel hombre y recordé una plática de mis padres.

{...}

-Ya esta hecho, cuando decida llevármelas lo haré-Dijo mi abuela.

-No puedo esperar a que eso pasé-Dijo mi padre.

-Mamita nos hiciste un gran favor a nosotros al quitarnos a ese estorbo-Dijo mi madre sonriendo malévolamente.

{...}

-¡Mack! Reacciona-Dijo Austin chasqueando sus dedos en frente de mi cara.

-Debe firmar aquí-Dijo aquel hombre tendiéndome un bolígrafo.

  Firmé donde me indicó y suspire.

  Ahora tengo dinero propio, una casa que llamar hogar y lo más importante tengo el poder de alejar a Rochelle de mi padre y hermanas.

  Claro jamás sería capaz de obligarla, ella tendrá que estar de acuerdo.

  Ahora puedo irme lejos sin que nada me detenga.

  Al salir de ahí abrace a Austin contenta.

-Eso no es justo, yo herede únicamente a Hambit y la cadena de oro blanco-Dijo y reí.

-Todo estará bien ¿Seguro que lograras ese divorcio?-Pregunte ya en el auto.

-Muy seguro Zackmi, lo tengo que hacer por ti mi princesa-Dijo tomando mi mano.

  Fuimos al aeropuerto y tenía unas inmensas ganas de llorar.

-Es muy pronto-Dije y él sonrió melancólico.

-No importa, volveré, lo prometo pequeña-Dijo y me dio un beso en la coronilla.

-Quedate, por favor-Dije abrazándolo.

-No estarás sola, Erik te cuidará confió en él-Dijo acariciando mi espalda.

-No, Aust, por favor, no-Lloré en silencio.

-Me tengo que ir, te escribiré todos los días-Dijo y se fue dejándome hecha un mar de lágrimas silenciosas.

  Fui al auto y me quedé ahí llorando por un rato. Después fui a mi casa.

  Entré en mi habitación y brinque al ver a mi padre ahí.

-No entendiste nada ¿Verdad?-Dijo y camine hacía atrás.

  Camino hacía mí y me dio un golpe que me dejo aturdida en el suelo.

  Siguió dándome golpes hasta el punto que ya no razonaba bien.

  Lo último que escuché fue la cerradura de mi puerta.

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