Epílogo.

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Omnisciente

  Y ahí se encontraban muchas personas llorando, frente a aquel ataúd negro.

  Lastimosamente solamente seis personas lloraban de verdad con dolor en sus corazones.

-Zackmi, no puede ser-susurró aquel chico de cabello castaño abrazando a una pequeña que también lloraba como nunca.

-Mi hermana-Susurró con dolor la pequeña de diez años y sintió ira al saber que no eran ni un quinto de las personas que se encontraban ahí sentían de verdad la pérdida de aquella ojiazul.

  Después lejos de todos se encontraban un grupo de adolescentes y aquella dulce pequeña.

-No sé que haré sin ella-Sollozó aquella niña.

-Nos tienes a todos nosotros-Dijo Erik.

  Ellos se abrazaron y llegó ese momento donde uno por uno se quedaban sólos para tener un momento con el cuerpo inerte de aquella chica siendo tapada por la tapa de madera.

  Primero fue el padre.

-Al fin me libré de ti, mi único error en la vida, mi única decepción, siempre tuve lástima de que tu físico fuera como el de tu madre, un buen físico en un error de la vida, pero ya renacerá alguien más de tu pérdida-Dijo y se fue para que entrara una de las hermanas.

-Hermana te extrañaré mucho ¿Qué haré sin ti? Te necesito para sobrevivir en esa enorme casa, tú eras como mi mamá y mi mejor amiga ¿Qué será de mí ahora que te fuiste? Hermanita ayudame desde el cielo por favor-Sollozó la ojiazul.

  Ella salió y entró otra hermana de la difunta.

-Ay Mackenzie al fin te has librado de todo, pero eso no importa, nunca fuiste alguien querida, la fortuna no iba a quedar para ti, tú nunca fuiste un obstáculo para mí, mi obstáculo tienen dos nombres Rochelle y Anastacia, pero me encargaré de que mi papá me lo deje todo a mí, que seas en el cielo lo que no fuiste aquí, una persona con valor propio-Dijo la pequeña y salió de ahí.

-Esto es aburrido, nunca tuve algo que hablar contigo, nunca quise dirigirte la palabra, pero eras mi hermana y tocaba, ojalá alguien te quiera donde sea que estés-Dijo y se fue rápidamente.

  Después entró un chico de cabello castaño claro.

-Zackmi mi niña hermosa, mi prima, no puedo creer que ya no estés aquí, te extrañare mucho de verdad, nunca tuviste la vida que mereciste, te falto mucho amor pero supongo que ya era tu hora-Dijo aquel chico llorando.

  Después entró un joven de ojos aceituna.

-Mackenzie querida amaba tu forma de ser, eras tan única y original que me encantabas pero necesitaba que te enamorarás de mí y no de otra persona, esta era la única manera princesa-Dijo tocando el ataúd con una mano para retirarse.

-Te voy a extrañar mucho, espero entiendas mis razones y me hayas perdonado por ser tan idiota, lamento tanto todo mi princesa, pero te prometo cuidar a Rochelle como si fuera mi hija, como lo habríamos hecho juntos, tú eres y serás siempre la única chica que quiero o querré junto a mí siempre-Dijo el ojigris quedándose sin aire por el llanto.

-Amiga extrañaré estar contigo y a pesar de no entender la razón por la que te quisiste alejar de nosotros sé que lo hubiera resuelto o te hubiera entendido espero la pases bien donde sea que estés-Dijo aquella chica de baja estatura sollozando.

  Los pocos que lloraban de verdad sentían mucho la pérdida de la ojiazul sin saber el maquiavélico plan del padre y prometido de aquella chica.

  Su vida era muy difícil y se la pasaba totalmente infeliz pero... Era su vida y era ella por lo menos, ya no más.

  Pero para ella sería un final feliz, final literalmente pero la vida es así y como diría nuestra Mackenzie este es el "Vivieron felices para siempre" que tanto esperaban ¿Verdad? Al inicio se les advirtió si no quisieron escuchar no es culpa de Mackenzie, fueron advertidos y bueno... Vivieron felices para siempre ¿No?.

Is My LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora