Is My Life

XXVIII

  En un pequeño bolso playero coloqué unas cosas y baje a la sala donde Paulina me esperaba con una caja pequeña en manos.

  Cuando me senté en el sofá escuche la bocina del auto con pereza me levante del sofá y me encargue de cerrar la puerta que Paulina había abierto segundos antes.

  Me subí en el asiento trasero donde por alguna razón estaba Caroline y adelante iba Paulina con un primo de Caro.

-Amiga estas bella, Erik estará muy feliz de verte y mirate lo linda que te pusiste-Dijo Caro e hice una seña de que se callara para que Paulina no la escuchara.

  Mi amiga asintió y empezó a cantar la canción que sonaba a través de las cornetas del vehículo.

  Se siente raro, mi vida a cambiado tanto que ya es difícil negarlo.

  Caroline se volvió mi mejor amiga, la única a la que le tengo una confianza fortuita y Erik me enamoró totalmente, me hechizo el corazón aquel niño de carita linda y popular.

  Pensé imposible enamorarme de alguien y que ese alguien se enamorara de mí pero Erik fue la excepción más bonita que me ha pasado.

  Duré tanto tiempo pérdida en mis pensamientos que apenas si me di cuenta de cuando llegamos a la casa de la playa.

  Era de dos pisos pero sé que el segundo lo clausuraron para que nadie tenga relaciones o bueno menos personas.

  Ya había gente ahí pero no lo suficiente para asfixiarse.

  Caminé junto a Caro y mi prima hacía Erik.

-Hola chicas-Dijo miró un momento a Paulina y después se me quedó mirando a mí.

-Feliz cumpleaños Erik, ella es Paulina mi prima-Dije le di un abrazo muy corto y le di un sobre que contenía el collar y el dibujo.

-Feliz cumpleaños Erik-Dijo Paulina abrazándolo, dándole un beso en la mejilla y dándole el regalo sea lo que sea.

  Más personas empezaron a llegar y cuando me sentía sofocada por el poco aire fresco y poco espacio personal que poseía en ese momento salí de la casa y caminé a la orilla de la playa.

  Deje mi vestido a un lado y me quedé en traje de baño remojando mis pies en el mar que por alguna razón se sentía tibia.

  Escuché pasos y me volteé a ver quien era, sólo eran unos chicos de la fiesta corriendo.

  Ignoré sus pisadas en la arena y me quedé mirando el mar, no podía ver ni la luna ni las estrellas ya que estaba nublado solamente esperaba que no lloviera.

-Esta vez, puedo ver, los recuerdos me envuelven, la canción que escuche una vez en Diciembre... me adoraban con fervor, como extraño sentir amor, quien gozaba al bailar un vals inmemorial... ... Me adoraban con fervor, como extraño sentir amor, quien gozaba al bailar un vals inmemorial, lejos fue, tiempo atrás, poco a poco se pierde lo que ame de verdad, más conservo en mi mente la canción que escuche... Una vez en Diciembre-Canté la canción de Anastasia, mi madre amaba esa película y sinceramente también me gusta mucho esa historia.

-Cantas hermoso-Dijo Erik sorprendiéndome, no sabía que estaba aquí.

-Eh, gracias ¿Cuánto tiempo llevas aquí?-Pregunté viendo como se sienta junto a mí.

-Desde que empezaste a cantar ¿Qué canción es?-Preguntó y miré mis manos.

-Una vez en Diciembre de Anastasia-Dije mirando el mar.

-Es bonita letra, casi tanto como tú-Dijo colocando su mano en mi mejilla.

-Lo dices por cortesía-Dije mirando sus ojos grises y que recordaban a la plata y al mismo tiempo la ceniza.

-Mack tú no me gustas, tú me encantas, me enamoraste casi que desde que te vi y el conocerte sólo me hizo saber que quiero pasar mi vida junto a ti-Dijo y se levantó.

  Yo lo imité, sonreí, no entendía cómo pero siempre me hacía sonreír.

  Me cargó y corrió al mar.

-¿¡Estás loco!?-Grité posiblemente roja por la irá o pálida por el susto.

-¡Sí!-Gritó sonriendo-Estoy loco Mack, loco por ti.

  Me besó y sentía su sonrisa contra mis labios.

-Me tengo que ir, si Paulina me ve no quiero pensar en lo que pasaría-Dije le di un casto beso y me fui de ahí.

  Justo a tiempo ya que Paulina iba saliendo de la casa.

-¿Qué te pasó?-Preguntó sorprendida al verme totalmente empapada.

-Una broma pesada nada más-Me encogí de hombros.

-Ahh ya-Dijo mirando a todos lados-¿Y Erik?.

-No sé-Dije y me aleje de ella.

  Busqué a Caro o Zamara y cuando vi a una de ellas me acerqué inmediatamente.

-Zamara ¿Hay alguna toalla por aquí?-Pregunté señalándome.

-Sí, ven-Subimos a la segunda planta y me guió a una habitación.

  Me dio una toalla y se asomó por una ventana.

-¿Qué te pasó?-Preguntó y volteé los ojos.

-Erik dándosela de gracioso-Dije intentando secar un poco mi cabello.

-Quisiera tener una relación así-Dijo mirando por la ventana-Voy a hacer unas cosas.

  Asentí y ella se fue. Me asomé por la ventana y se veía una silueta masculina sujetando de la cintura a una femenina y acercando su cara cada vez más.

  Cuando se notó que se estaban besando iba a alejarme pero encendieron las luces de colores y pude ver a que esa parejita feliz eran Erik y Paulina besándose.

  Sentí como en un parpadeo mis ojos se llenaban de lágrimas y me tape la boca para evitar dejar escapar un sollozo, Erik volteó y me miró.

  Me alejé de la ventana, me coloqué mi ropa lo más rápido posible y baje las escaleras a toda prisa.

  Tomé mi teléfono y llamé a la única persona que me podría ayudar ahora mismo.

(Llamada)

-¿Hola? ¿Mackenzie?

-Leonardo ¿Puedes venir por mí?

-¿Estás llorando? ¿Qué te pasó? ¿Dónde estás?.

-Después te digo, te enviaré la dirección por whatsapp, buscame por favor, no quiero estar aquí.

-Ya mismo, esperame, iré por ti mi amor, no desesperes.

(Fin de la llamada)