El entrar a la Universidad era todo un mundo para cada persona que lo vivía, Emilio está a punto de comenzar sus clases y su vida universitaria.
Pero lo que más teme no es los trabajos pesados, los estresantes horarios y los sinfín de proyectos, le...
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—Eres un maldito estorbo, ¿tienes en cuenta de que no me importas?, Ojalá nunca le hubiera hecho caso a Marion, por eso estás arruinando mi vida en éstos momentos, porque decidí adoptarte — dijo aquel hombre mientras bebía una vez más de su botella que llevaba en sus manos.
El pequeño niño se encontraba cerrando los ojos con fuerza mientras sus lágrimas caían de sus preciosos ojos. Seguía moviendo un auto de juguete mientras intentaba hacer oídos sordos.
—Ojalá te hubieran dejado en otra puerta, ojalá Marion jamás hubiera ido por ti ese maldito día a la escuela,¡ella murió cuando iba a recogerte de aquel horrible lugar!
El niño se levantó de aquel lugar mientras limpiaba sus pequeños ojos con sus pequeñas manos. Comenzó a correr para subir a su habitación.
—¿A donde crees que vas, maldito cobarde? — repitió aquel hombre mayor mientras caminaba con pasos torpes para atrapar al pequeño rubio que se encontraba escondido en un rincón.
Uno de los coches de juguete con el que el pequeño se encontraba jugando, se interpuso en el camino del mayor, haciendo que lo pisara y de inmediato cayera y se hiciera una grave herida en una parte de su mano y su brazo ya que tenía aquella botella de alcohol sostenida.
—Aggggh — gimió con dolor —. Todo ésto es por tu culpa, mocoso.
Sus pies caminaban con tropezones, su brazo estaba herido y de el salía demasiada sangre.
En un momento volvió a caer, pero ésta vez más cerca del niño de ojos azules, el cuál lloraba con más sentimiento. Tenía miedo. Miedo de que todo terminara ese día.
—No llores, maldito marica — rió aquel hombre mientras lo que quedaba de la botella de vidrio se la aventaba al pequeño niño.
El golpe fue tan fuerte que traspasó aquellas cuatro paredes y salió de aquella casa. El hombre sonrió mientras cerraba los ojos con una sonrisa en su rostro, después de ver aquella escena, al niño inconsciente y con una grave herida en su cabeza.
«no llores, maldito marica.»
Matthew se sentó rápidamente de aquella cama. Su corazón latía demasiado rápido al recordar ese sueño que lo estaba atormentando hace varios días. Se encontraba sudando y temblaba a la vez, al igual que de sus ojos azules salían varias lágrimas las cuales rodaban por sus mejillas. Observó el reloj digital que se encontraba a su lado. 4:34 a.m. Miró su celular el cual estaba sonando, talló un poco sus ojos para acostumbrarse a la luz. No se sentía de ánimos para contestar aquella llamada, seguía sintiendo miedo, la única persona que lo había ayudado a superar ese trauma estaba a cientos de kilómetros lejos de él, ella era la única que lo conocía mejor que nadie y aún así, aunque a veces fuera un idiota con ella y llegaran a pelearse miles de veces, no lo juzgaba.
—¿Matt?— habló aquella voz que tanto anhelaba escuchar, una sonrisa instantánea se formó en su rostro.
—Karls — sonrió él mientras intentaba que su voz no se escuchara entrecortada.
—¿Estuviste llorando? — preguntó la castaña desde el otro lado de la llamada —., ¿qué sucede, cariño?
Quizá la chica seguía enojada por las malas decisiones del chico, además de sus intenciones, pero eso no evitaba que ella se preocupara, al final de cuentas, siempre habían sido ella, Dante y él.
—Jeremy — respondió el chico mientras suspiraba.
—Ay, Matt — habló ella —. Sólo es un sueño, ¿quieres que vaya ahora mismo a tu casa?
—No estoy en mi casa — respondió secamente.
—¿Dónde estás, Matthew? — preguntó con un tono de preocupación e intriga.
—Lo único que te diré es que no me encuentro ni en la ciudad, ni en el país.
La chica escuchaba la voz de su amigo, la cual se escuchaba realmente mal.
—Cuando estés más calmado hablaremos de eso. Ahora, quiero decirte que lo que sucedió con Jeremy quedó en el pasado, ¿sí?, ya no vives más con él, ya no estás con él, no puede volver a dañarte, ¿está bien?
El chico asentía mientras se daba cuenta que aquella castaña no la podía ver.
—Gracias.
—¿Por qué lo dices?
—Jamás me has dejado solo, he hecho muchas cosas no tan buenas y aún así sigues a mi lado. Karls, gracias por estar conmigo, por no soltarme.
El corazón de la fémina se hizo pequeño al escuchar aquellas palabras.
—Maldita sea, tomaría el primer vuelo a dónde sea que estés con tal de estar contigo abrazándote, pero no sé dónde estás además de que creo que te voy a estorbar, porque supongo que quieres tiempo solo — suspiró mientras limpiaba la lágrima que rodaba de su mejilla al escuchar aquello —. No tienes por qué agradecerme, sabes que yo estoy aquí porque me importas y eres de lo más importante para mí, nunca lo olvides, Matty.
—También eres de lo más importante para mí.
—Bueno, jovencito, acá ya es tarde, pero no pude evitar llamarte ya que desperté porque tuve una pesadilla y tuve un mal presentimiento cuando fui por agua a la cocina — sonrió sin que el rubio se diera cuenta —. Aún tengo sueño e intentaré dormir, tengo que hacer cosas el día de mañana, más bien, hoy, así que, es hora de irme, espero que tengas muy lindos sueños y que descanses muy bien. Intenta tomarte un vaso de leche tibia para que quedes dormido rápidamente.
—Gracias por tus recomendaciones — respondió el ojiazul mientras soltaba un bostezo.
—No hay de qué — respondió, enseguida hizo una pausa —. Matt.
—¿Sí?
—Nunca olvides que te quiero y que eres de lo mejor que me pasó. Buenas noches.
El rubio quedó en silencio para después escuchar que la castaña había cortado la llamada. Prefería quedarse con lo que le dijo antes de las últimas palabras, era mejor que aquellas con las cuales había crecido.
«cobarde; maldito marica.»
holaaaa.
capítulo donde hablo de Matt, bc se me dio la gana.
Sinceramente ya quería que conocieran un poco más a fondo a Matthew, quería que conocieran su pasado y un poco de lo que vivió para así llevar ese trauma de por vida.
espero que les haya gustado, sísí.
que tengan linda noche y un muy bonito inicio de fin de semana.❤️
