chapter eighteen.

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—¡Maldita sea, Matthew!, ¿dónde carajos andas?, ¿por qué no me contestas?

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—¡Maldita sea, Matthew!, ¿dónde carajos andas?, ¿por qué no me contestas?

El rubio suspiró :—Relájate Igna, ¿quieres?, no estoy de humor para tus gritos, además de que no eres mi madre como para reclamarme cosas, por lo mismo no tengo una relación formal — respondió mientras soltaba un bostezo para después tallarse los ojos.

—A mi me vale mierda el por qué no tienes una relación formal, sí te reclamo es porque se te olvidó ir por Emilio, ¿y adivina qué?, está pegado con mi Joaquín — habló ella con un tono de voz de enojo.

—Nadie es de nadie, bella — agregó mientras se ponía uno de sus zapatos —. Por lo cual, no es "tu Joaquín", además, no sé por qué te enojas tanto, sabes que las mujeres no son su especialidad.

—Escúchame bien, Briones, quiero que vengas al hotel, te mandaré la ubicación, no pelearé contigo por un teléfono, así que más te vale venir, te estaré esperando, no tardes.

El chico suspiró al escuchar cómo cortaba la llamada, enseguida una notificación le llegó anunciando que Igna le había mandado su dirección. Matthew dejó su celular cargando mientras buscaba alguna camisa para ponerse, al ya tenerla decidida, fue al baño a lavarse los dientes. Una vez que estuviera listo, tomó una gran chamarra de su clóset, tomó algo de dinero y su celular, para salir a la dirección donde se estaba hospedando la menor.

Hacía demasiado frío en las calles de Los Ángeles, Matthew sobaba sus brazos para así autocalentarse. Pasó por un cafetería y decidió comprar una bebida que al menos lograra calentarlo un poco. Al salir, bebió un sorbo y sonrió al sentir lo caliente que estaba, sacó su celular para ver la hora y vió que estaba a buen tiempo, siguió con su camino, quizá en unos diez minutos llegaba.

—❄️

—¿Sabías que te amo mucho? — preguntó Joaquín mientras dejaba un beso húmedo en el cuello de su novio.

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