El entrar a la Universidad era todo un mundo para cada persona que lo vivía, Emilio está a punto de comenzar sus clases y su vida universitaria.
Pero lo que más teme no es los trabajos pesados, los estresantes horarios y los sinfín de proyectos, le...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
║▌│█│║▌║││█║▌║▌║
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Emilio se separó de su novio, sus ojos estaban abiertos a más no poder.
—Buenas noches, Matthew — sonrió Joaquín mientras estrechaba su mano con la del rubio.
—Buenas noches, Joaquín — respondió el más alto.
Emilio miraba la escena sin decir nada; estaba demasiado confundido, no entendía el por qué su novio y aquel ojiazul sabían sus nombres o por qué se conocían.
—Veo que ya conoces a mi novio Emilio — sonrió el castaño.
—Sí, vamos en la misma universidad, ¿verdad, Emi?
Matthew se quería dar un tiro en esos momentos, no sabía por qué se había dejado manipular por aquella rubia tan llena de maldad.
—Creí que tenías otras cosas que hacer, pero en el país — habló el rizado por primera vez en toda la conversación.
—No, debía de ver algunos temas de inversiones en la empresa de mi padre, no pensé que llegara a encontrarte acá — sonrió con cinismo —. Pero bueno, dejaré que sigan divirtiendo, espero yo también pueda hacerlo cómo tú, Joaquín.
El menor le sonrió con amabilidad sin darse cuenta de aquel doble sentido. El rubio se giró sobre sus talones para irse a otro lugar de aquel club.
—D-Debo ir al baño — avisó el rizado a su novio.
—Está bien, amor, yo iré a buscar a Nikolas, supongo que ya deberíamos irnos.
Emilio asintió mientras se iba de aquel lugar para buscar a aquella persona.
—Quizá no como lo dijiste, pero aún así lo hice, ¿por qué no dejas de meterte tanto en mi vida? — suspiró —. Ya me iré, ese era sólo tú objetivo, tengo sueño y también tengo que hacer una llamada importante.
