El entrar a la Universidad era todo un mundo para cada persona que lo vivía, Emilio está a punto de comenzar sus clases y su vida universitaria.
Pero lo que más teme no es los trabajos pesados, los estresantes horarios y los sinfín de proyectos, le...
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UN NUEVO DÍA MARCABA EL CIELO NUBLADO EN L.A.Matthew se encontraba ansioso, de verdad quería recibir esa llamada donde aquella chica le dijera que se encontraba ahí.
Se había despertado demasiado temprano y eso le hacía pensar que iba a tener demasiada suerte. Se encontraba en el aeropuerto; sí, así de ansioso estaba por su llegada.
Sintió su celular vibrar y sonrió pensando que sería una llamada de aquella chica diciéndole que ya estaba abajo del avión. Pero no fue así.
—¿Dónde mierda estás, Briones? — aquella voz cambió su humor por completo.
—Se llama te vale madres, ¿okay?
—Mira Matthew, jamás vas a humillarme, ahora me dices dónde estás o enseguida iré con Joaquín y Emilio.
—Eres una maldita perra — respondió el rubio —. Estoy en el aeropuerto, ¿contenta?
—¿Qué estás haciendo ahí? — su voz comenzaba a subir de tono —. No pienses en irte antes de éste viaje escolar o yo misma me encargaré de que la pagues muy caro, ¿escuchaste, idiota?
Matthew suspiró:—Claro que escuché, pero antes de reclamarme deberías informarte primero — fue lo último que respondió para después colgar.
—¡Matt! — aquella voz femenina lo sacó de su trance.
El rubio levantó la vista para encontrarse con esa castaña.
—¡Karls! — gritó cómo niño pequeño al ver a su mamá después de un largo tiempo.
Ambos jóvenes se abrazaron. Se habían extrañado en aquellos días en los que no se habían visto.
—Creí que no vendrías — una sonrisa sincera se dibujó en su rostro.
—Fue difícil convencer a mi mamá, pero sabes que nombrándote, todo se facilita, hasta Dante quería venir, pero mis papás lo obligaron a quedarse, ya sabes, alguien debería ir por lo menos a la escuela — sonrió.
