Call of Duty: Zombies Chronicles

Capítulo 16

31 DE DICIEMBRE DE 2035

-Ya caminamos suficiente, acamparemos aquí -señaló Russman. -Por si ya se les olvidó, tontos, el mundo está roto... ¡Bien roto! Los muertos andan sueltos y lo que queda de la civilización depende de fuerzas que apenas comprendemos.

-¿Díganme que los hace pensar que en este lugar encontraremos algo distinto? -preguntó Misty.

-No sé qué encontraremos, pero estaremos seguros.

-¿Seguros de qué cosa? -preguntó Stuhlinger.

-Yo... no lo sé.

-Su memoria se pierde -advirtió Marlton.

-Tu nombre es Russman, ¡Russman! -dijo Misty.

-¿Es mi nombre o apellido?

-No lo sabemos -respondió Marlton. -Russman a secas. En fin, el caso es que eres un ex agente de Flecha Rota, llevas deambulando ahí desde el... incidente.

-Sí... Creo que me acuerdo... ¿El pueblo...?

-¡Sí, exacto! -exclamó Misty.

-¡Es donde nos encontraste! -agregó Marlton.

-Ahí estabas arrastrando a tu perrito faldero -dijo mirando a Stuhlinger.

-¡¿Perrito faldero?! ¡Yo soy el único que sabe lo que hay que hacer! -exclamó Stuhlinger.

-¡Deja de decir estupideces, Stu! -dijo Russman. -Tú solo sabes lo que te dice el alemán.

-No estás en situación de ridiculizar al señor Stuhlinger, sobre todo teniendo en cuenta tus... inclinaciones -dijo Marlton.

-¡Cállate! Antes de que digas algo de lo que te arrepientas...

-¡Ya basta! -exclamó Misty. -Necesitamos recordar por qué vinimos. Hemos hecho hasta malabares por razones que no entendemos por completo.

-Disculpa, ¿por completo? -interrumpió Stuhlinger.

-Está bien, que no entendemos ni un poquito. La cosa es seguir, seguir adelante y seguir luchando, es lo que hacemos día tras día. Si de verdad necesitan una razón yo les voy a dar una: Lo hacemos porque hacer algo, lo que sea, es mejor que no hacer nada.

-La fisura está a menos de un día -señaló Russman. -Saldremos al amanecer.

-¿Y si no hallamos respuestas? -preguntó Marlton.

-Entonces tendremos que preguntar más...

Los Victis bajaron por la grieta hasta el pueblo del oeste, donde fueron recibidos por las radios de Maxis y los no muertos, nuevamente.

-Ya queda poco, esta es la última torre -dijo Russman.

-Solo espero que todo salga bien -comentó Marlton.

-Ehh... No creo que nada vaya a salir bien con una horca -señaló Stuhlinger.

-¿Una horca? -preguntó Misty.

-Deberíamos buscar la caja para ver qué podemos usar -sugirió Marlton.

-Bueno, algo tendremos que hacer -aceptó Russman.

Exploraron el pueblo de pies a cabeza y se encontraron con un extraño ser, muy alto y desnutrido, vestido como si viviera en el ártico y en el pasado.

-¡Mira a ese grandulón! -exclamó Misty abriendo su celda. -Oh, tiene miedo.

-Si algo de ese tamaño tiene miedo, ¿no te dice algo? -preguntó Stuhlinger.

-Miren, en su chaqueta dice Arthur, ¿será su nombre? Y en la parte de atrás está un rey con un lobo.

-¿El Rey Lobo?, ¿el que participó en la gran guerra? -preguntó Richtofen.

-¡AH! Hasta que apareciste -exclamó Samuel.

-Pues sí, el rey Lobo, me ayudó contra los no muertos.

-Tu voz suena distinta, menos depravada. ¿Ocurrió algo?

-No precisamente, solo te digo que Maxis debe ser detenido, debes romper el ciclo.

-¿Ciclo? ¿Hola?

-Otra vez con sus amigos imaginarios -dijo Russman usando la caja.

Un arma llamada la Paralizadora le tocó a Marlton, la Rey Gun Mark 2, creada por el Dr. H. Porter, a Stuhlinger, una bomba de tiempo a Russman y un revólver antiguo a Misty.

Arthur combatió contra los no muertos y abrió un pasaje a una mansión aledaña, donde una extraña mujer muy joven y triste apareció.

Los Victis cruzaron la mansión y detrás de ella estaba el Pack-a-Punch, pero antes de poder usarlo, la mujer los detuvo llorando el nombre de "Jebediah".

-Esto... Esto parece la Llorona -dijo Marlton.

-Sí, no jodas, esta mierda sí que da miedo -agregó Misty.

Marlton cargó la Paralizadora y con una ráfaga de energía hizo desaparecer a la mujer, pero luego de eso más aparecieron con la misma cara y el mismo vestido.

-¡Tenemos que irnos! -exclamó Stuhlinger.

-¡Solo dispara! -continuó Russman.

Arthur, desde el otro lado, construyó una mesa capaz de entregar energía a la torre y otro mecanismo para la horca. Luego de encontrarse con los Victis en el laberinto de la mansión, los sacó de allí y una vez en la horca les hizo el gesto de granada mirando a Russman.

-Creo que quiere que lances esa bomba de tiempo -dijo Misty.

-¿Le entiendes? -preguntó Russman.

-Un poco, solo hazlo.

-Está bien, pero si me ataca es tu culpa.

Russman lanzó la bomba de tiempo y todo se tornó gris, un hombre salió corriendo de una herrería llorando por su madre y los no muertos eran invencibles.

Exploraron otra vez el pueblo, pero solo encontraron sus cuerpos tirados en el suelo carentes de toda esencia de vida.

Marlton volvió a usar la Paralizadora contra los no muertos y ellos se disolvieron en una energía que fue despachada por el mecanismo hacia la torre.

-¡SÍ, EL PODER! -exclamó Maxis.

-Creo que la cagamos -dijo Misty.

-¡Ahora tengo el control total del Aether! Tú, Richtofen, sufrirás por la eternidad.

Maxis sacó a Richtofen de la pirámide y lo convirtió en un zombi que persiguió a los Victis siempre en direcciones específicas.

-Esto era lo que quería evitar -dijo Richtofen.

-¡¿Richtofen?! Eres un zombi, no puedes hablarme -dijo Samuel impactado.

-Digamos que... no soy el mismo Richtofen.

-¿Cómo?

-Soy de otra dimensión, puedo ayudarlos, confíen en mí.

-¿Confiar en ti, lo hicimos y ahora Maxis tiene el poder?

-Abriré una grieta, pasen por ella, estarán a salvo.

EN EL AETHER...

-No, mi padre... -dijo Samantha. -El poder, lo ha corrompido.

-Sí... justo como lo predije, esta dimensión será consumida por el Aether Oscuro -dijo un ser misterioso.

-¿Quién eres tú?

-Yo... soy Shadow Man.

Samantha, asustada, usó todo su poder para escapar de esa dimensión para ayudar a su padre. Llegó hasta la Dimensión 63, donde tuvo que contactar a los mismos hombres que intentaron matarla, pero el odio no cabía, era para un mañana mejor...