Call of Duty: Zombies Chronicles

Capítulo 29

Los Primis se reunieron al centro del edificio y comenzaron a explorar lo que quedaba de Stalingrado. La caja misteriosa, partes de dragón para escudos, guanteletes, huevos de dragón e incubadoras, eso fue lo que encontraron en su camino, pero también estaba el poder. Richtofen activó la electricidad del lugar y la máquina a su derecha se encendió, comunicándose con los Primis.

-Soy el sistema S.O.P.H.I.A., ustedes no son el Dr. Maxis. Códigos de seguridad necesarios para interactuar -dijo Sophia.

-Lo crean o no, Sophia era la secretaria de Maxis -señaló Richtofen. -No sé muy bien cómo se convirtió en una máquina, pero lo importante es que parece controlar gran parte de la tecnología de esta zona.

-Maxis me contó que tenía un plan, dijo que Flecha Rota le mostró cómo ver nuevos mundos. Hace tanto tiempo... lo echo de menos -dijo Sophia. -Yo le gustaba a Maxis, ustedes no le gustarían. Maxis me encontrará.

Richtofen se acercó a la computadora principal y colocó una palabra que se completó al juntar varias letras que vio por el lugar: Kronos.

-Mis registros indican que están familiarizados con el Dr. Maxis, van a ayudarme a iniciar el Protocolo Ascensión. De prisa, debo ir con él.

Los Primis se miraron desconcertados, no tenían pistas, solo tenían a Sophia que los seguía con la mirada hacia donde fuera que fueran. Su rutina se rompió, ya no tenían que buscar pistas, solo debían esperar a que Sophia hablara.

-Se ha materializado una anomalía, no hay de qué preocuparse, era algo de esperar. Es una fuente de vida que contiene información necesaria. Tráiganmela -ordenó la máquina. -La ayudaré.

El grupo buscó por los edificios y plazas, pero solo se encontraron con gente muerta y zombis, aparte de los dragones, hasta que una luz amarilla los alertó. Dempsey desenfundó su reglamentaria como de costumbre, pero Richtofen le bajó la mira, acercándose al orbe.

-¿Dónde... dónde estoy?, ¿qué sucede? ¡Está colapsando, la confluencia se está produciendo! ¡Yuri, los niños! Un momento... ustedes me resultan... familiares. No, no, no pueden ser ustedes. ¿Del cosmódromo? Sus caras se parecen, pero son distintas... -dijo el orbe, casi delirando.

-Queremos liberarte, Gersh -dijo Richtofen. -Un momento, ¿por qué se cómo te llamas? ¿Qué me está pasando? Da igual, ve al centro de mando de dragones -dijo minimizando los efectos del 115. -Allí hay alguien que puede ayudar a liberarte.

-¡Gracias al cielo! Estuve tanto tiempo atrapado en el vacío, ¿conseguiré ser libre por fin? He vislumbrado tantas cosas, cosas imposibles, vistas solo por un instante. Llevo tanto tiempo perdido, entrando y saliendo de la existencia, apareciendo y desapareciendo en un abrir y cerrar de ojos. Sálvenme de la eternidad, se los ruego. ¡Libérenme, por favor! Necesito que esto termine...

Los Primis siguieron a Gersh, que se movía fluidamente por las ruinas de Stalingrado dejando una estela amarillenta. Al llegar al centro de mando de dragones, un tubo agarró al orbe y Sophia continuó.

-Gracias por tu cooperación, anomalía conocida como Gersh -dijo Sophia. -Iniciando extracción de información.

-Gracias Richtofen. Pareces... más joven que la última vez que nos vimos -dijo Gersh a duras penas.

-No se preocupen por el destino de la anomalía, la extracción de información es un proceso prácticamente indoloro.

El tubo succionó a Gersh a gran velocidad.

-Un momento, ¿qué está pasando? -preguntó atemorizado. -¡¿Qué haces?! ¡Dijeron que me ayudarían!

-Fusionando recuerdos del cosmódromo de Gersh con dispositivo Valkyrie temporal, probando.