Fuimos a la recepción para solicitar la llave, como me supuse solo había solicitado una habitación, eso ya me calentaba mucho, se giró con las 2 bolsas en 1 mano y yo cogí la mía.
Que habría en la segunda bolsa, tenía mucha intriga y tenía muchas ganas de fisgar.
Me guiaba de la cintura y muchos hombres nos miraban y algunos le saludaban, eso era extraño.
- Le conoce mucha gente señor.
- Muchos estarán en la reunión de mañana, pero hasta por la tarde estaremos tú y yo solos y este cuerpo va a disfrutar como nunca aunque también tendremos momentos de relax.
- De acuerdo señor, voy entonces a darme una pequeña ducha, me acompañará?
Al no recibir respuesta y como ya era entrada la noche me cogí mi neceser y mi pijama, que era un minúsculo camisón que dejaba poco para imaginar también unos ligueros rojos que sabía que él echo el ojo en mi piso porque no estaban donde yo los colocaba.
Me dirigí al baño y vi un lujoso hidromasaje, en vez de ducha le llenaría y le llamaría a ver si así nos animábamos un poco, coloqué una toalla en el suelo a modo de cojin, me desnude mientras la bañera se llenaba, me asomé a la puerta y mi que buscaba algo en la bolsa que me tenía intrigada, cuando me giré la bañera ya estaba lista, eche unas sales que daban muy buen olor y me coloqué en la toalla a modo de espera.
- Señor podría venir un segundo no alcanzó el jabón.
- Claro ahora mismo voy bebe.
Cuando entro en el baño todo se quedó en silencio pero una tensión se notaba en el aire, iba descalzo y yo estaba completamente desnuda y muy excitada, al estar con la cabeza agachada sólo vi cuando se acuclilló delante de mi y me dijo.
- Veo que te has tomado tu tiempo para relajarnos los 2.
- Si señor, al entrar y ver la bañera no pude resistirme.
- Ponte de pie y si tanto deseas que estemos juntos hay dentro creo que debes ayudarme a quitar la ropa.
- Señor sus palabras son órdenes para mi.
Poco a poco desabroche su camisa y deslice por sus hombros para sacársela, me puse de rodillas para desabrochar su pantalón y deslizarse le junto con sus bóxer hasta los pies, se sentó en el borde y se los quité.
- Muy bien bebe ahora entra que me colocaré detrás de ti como el día de tu casa.
Hice lo propio, me metí en la bañera era mucho más grande que la de mi casa y entraríamos de sobra, vi como se metía y colocaba sus piernas y mi alrededor, deslizaba sus manos por mi cuerpo en un baile lento pero muy ardiente, notaba su ereccion en la parte baja de mi espalda y mis manos se deslizaron hasta ella, empecé con caricias suaves toques que sabía le encantaban de los pocos encuentros que habíamos tenido, se oia jadear en mi oído pero de buenas a primeras un mordisco me sacó de mi concentración.
- Estás siendo un poco libertina, creo que no te he dado ninguna orden de que puedas tocarme.
- Lo lamento señor, pero notarle como está de duro en mi espalda no he podido contenerme.
- Bueno bebe enciende ese botón, llegas mejor tu con la pierna sin tener que movernos de cómo estamos.
Hice lo que me indicaba y se encendieron las burbujas, uno de los chorros me daba de lleno y creo que el ya lo sabía, me iba excitando por momentos, pero intentaba no moverme para no dárselo a entender, empezó el juego con sus manos recorría cada cm de mi piel, aunque el agua estaba caliente a mi se me erizaba, quería más llegar a otro nivel.
Se separó de mi y salió de la bañera dejándome algo confusa, me miro y me dijo.
- No deseo que la noche termine tan pronto bebe, quédate el tiempo que quieras, yo voy a preparar lo de hoy y también lo que llevarás mañana a la reunión.
- De acuerdo señor, aunque no estaré mucho más ya empiezo a arrugarme como una pasa.
Conseguí escuchar su sonrisa, fue como melodía para mi ya que siempre estaba serio, salí y me eche mi crema, me encantaba como olía y seguido me vestí lo que había metido en el baño antes de que él entrara.
Me apoye en la puerta del baño y observé lo que había colocado en la cama, una sujeción para quedar en cruz, barras separadoras, flogger, consoladores, menudo arsenal tenía preparado, me di cuenta que había un traje en una silla, no era de pantalón como él me indicó que trajera, era una blusa blanca que dejaba muy poco a la imaginación, además de una falda negra larga con raja a ambos lados casi hasta la cadera, de seguro si me sentaba con ella se me vería todo.
ESTÁS LEYENDO
Playa o piscina
Short StoryUn día como otro cualquiera pero siempre el mismo sueño y la misma persona incordiante al lado. Cuando se juntan el presente y el pasado recuerdos.