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Fin De Semana 2/2

Todos se miraban interrogantes ante la primera pregunta que Ashido había hecho a Asui, quien estaba sentada frente a ella y al lado de Tokoyami.

-Como eres mi amiga, seré gentil.-Le guiñó el ojo a la ranita.-¿Cuál es tu color favorito?-Sonrió.

-Eso es fácil Mina-Chan.-Se llevó él dedo índice a su labio inferior.-El verde me gusta mucho, kero.

-Es lindo.-Hablo Uraraka sonriente.

-Muy bien, el siguiente.-Acercó su mano a la botella para darle vuelta otra vez, pero la queja de un rubio la paró.

-¿Por qué siempre tú la giras? ¡No es justo!-Fué Kaminari quien le hablo.

-Shh, yo no estoy jugando, sólo la giro y pregunto. Ustedes responden.-Explicó.-Estoy aquí para verlos caer uno por uno.-Rió.

-Eso cuenta como jugar. ¡Juguemos bien!-Replicó.

-Pff, ¡no!

-Yo creo que tiene razón.-Le ayudó Sero.

-Y yo.-Levantó la mano tímidamente Midoriya.-Quiero decir... ¿Si estás girando y preguntando estás jugando, no?-Jugó con sus dedos.

-Bueeeno...-Suspiró rendida.-Como es Midoriya quien lo dice, estoy segura que debe tener razón.-Le enseñó el pulgar arriba y cedió su turno de girar a Tsuyu.

-Kero, a ver~.-Dijo al girar la botella nuevamente y esperar que parase lentamente, con la boca de esta apuntando a su próxima víctima de cabello café.-Tu turno Ochako-Chan.

-¡¿A-ah?!-Se sorprendió al ser llamada puesto a que estaba distraída.-Pense que me tardaría más en ser elegida, jeje...-Sonrió con algo de nerviosismo.

-¿Verdad o reto?-Le dio a escoger la ranita.

-Uhm... Bueno, creo que verdad.-Respondió con algo de inseguridad.

-De este grupo, ¿quién te parece más atractivo?

-¡¿Tsuyu-Chan?! ¡No sabía que llegarías a ser tan atrevida! ¡Me encanta!-Sonrió de par a par la de tez rosa y abrazó a su amiga.-Juntas conquistaremos el mundo.-Susurró riendo.

-Deja de ser tan rara Mina.-Se llevó la palma a la frente.

-E-esto... Yo... No lo sé, n-no estoy segura.-Miró tímidamente a cada uno de sus amigos con un gran sonrojo en sus mejillas.

-¡Tienes que decir la verdad, Uraraka!

-B-bueno... Yo creo que... Creo que es difícil elegir, es decir, todos son lindos porque son mis amigos.-Jugó con sus dedos.

-Aww, eso es adorable Uraraka.-Se abrazó a sí misma Mina.

-Eso es verdad, kero~. Tu turno de girar Ochako-Chan.-Le cedió el turno.

-¡¿Qué dices?! ¡Está evadiendo la pregunta de la forma más adorable posible! ¡Se hace la vístima!-La señaló Kaminari.

-Así no se dice, inútil.-Le golpeó en la cabeza Kyoka.

-Tú no entiendes los memes...-Murmuró entre dientes de brazos cruzados.

-¡Ugh! ¡Ya no los soporto, vayanse a la mierda!

La persona que había estado guardando silencio desde que comenzaron por fin habló, y no se escuchaba precisamente feliz. Se levantó de golpe, halando la mano de Kirishima quien seguía sentado.

-¡Mi...! ¿Qué te sucede?-Frunció el entrecejo.

-Jodanse, nos vamos.-Tiró de su brazo y lo condujo junto a él hasta la puerta.

-¡Espera, Bakugou!-Paró en seco dificultando su arrastre.-Recuerda lo que acordamos. Mañana haremos lo que te dé la gana, pero hoy me toca a mí.

-Yo hago lo que me da la gana siempre, nos vamos.-Tiró con fuerza del brazo del otro empujándolo hacia él.

-¡Que no! ¡No seas tan terco!-Tiró de la misma forma en dirección a su cuerpo. En esos bruscos movimiento casi se caen ambos al suelo, pero aún seguían en pie.

-¡Wow, tranquilos!-Se acercó Kaminari por detrás de Kirishima y lo sostuvo de los hombros.

-Gruñó al ver a Kaminari.-¡Alejate idiota!-Señaló con su mano derecha llena de explosiones al de mancha negra en el cabello.

-¡Denki!-Llamó Ashido por detrás de él halándolo de la cintura hacia ella para quitarlo del próximo campo de destrucción.

-¡¿Mina no ves qué...?!-No pudo terminar de hablar cuando hizo un mal movimiento.

Entonces fue cuando se impulsó con fuerza hacia adelante, literalmente golpeando la espalda de Kirishima con el peso de su cuerpo. Y fue cuando todos y cada uno de los presentes en la sala vieron caer a Kaminari sobre la espalda de Kirishima, y Kirishima contra el frente de Bakugou.

Todos calleron al suelo como si de una pila de domino se tratase, la cosa fue como calleron...

Denki, no se hizo daño en absoluto, Kirishima amortiguó su caída con su espalda. Kirishima calló sobre Katsuki, y en un intento de no caer, por instinto su caída fue sobre sus rodillas, a los costados de las piernas del rubio ceniza, y sus codos chocaron contra el piso, al lado de la cabeza de Bakugou.

Él calló contra el suelo sin ninguna barrera de por medio, por lo que el verdadero golpe lo recibió este. Se golpeó la cabeza, y por instinto cerró sus ojos al mismo tiempo del impacto.

Kirishima no soportó por mucho el peso de Denki, tenía los músculos tensados y los codos adoloridos, por lo que se rindió ante este y estiró los brazos en el suelo, sin notar que su torso aterrizó en el de Bakugou, y con este su rostro en el del otro.

Sintió un suave contacto tibio contra sus labios, que encajaba perfectamente contra los suyos, y al momento que abrió los ojos, su mirada se nubló y su rostro podría decirse que le hacía competencia a su cabello.

Fue cuando notó que estaba besando a Katsuki Bakugou, quien debajo de él, tenía un inexpresivo rostro, con esos ojos rojizos llenos de un sentimiento que no se podría describir, era una mezcla total de repulsión y asco, con pizca de vergüenza y enojo.

No duraron mucho así, tan sólo un par de segundos... Pero a pesar de eso, y de la desaprobación total del rubio, Kirishima no pudo evitar sentir su estómago revolverse, y su corazón latir con tal rapidez, que se asemejaría a la sensación de haber corrido un maratón. Extrañamente, con su cabeza fuera de sí, estuvo seguro de que aquel satisfactorio momento le encantó, pero le hacía sentir mal el hecho de que Bakugou era su amigo, un hombre, y no se podría repetir, eso no es masculino.

Recogió fuerzas de quien sabe donde, y logró echarse a un lado, tirando a Kaminari al suelo en el intento.

Todos guardaban silencio, Mina, quien era la más cerca aparte de Denki, quedó boquiabierta con un leve enrojecimiento en sus mejillas, sinceramente nadie sabía que hacer.

Y justo cuando iba a salir disparado de la habitación, recordó que no podía, y maldijo a su amiga, por más que la quisiera, estaba siendo un dolor en el culo.

-Tierra trágame y escúpeme en Roma...

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¿Qué esperaban?

¿Que jugaran como personas normales?

Ellos no pueden hacer eso. Jsjs.