Capítulo 28

1.5K 140 33
                                    

De Holanda a Alemania. Y de ahí al lugar seguro

Semana y media había sido lo único que habían obtenido de luna de miel

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Semana y media había sido lo único que habían obtenido de luna de miel. No iban a mentir, fue una buena luna de miel, suficiente sexo para ambos, muchas risas y locuras varias.

El problema empezó cuando el de recepción del hotel donde se quedaban les marcó avisando que las fresas con chocolate iban para la habitación, junto con Champagne.

Y ese fue el momento en el que ambos huyeron de la habitación, llevándose lo necesario, simplemente dejando una toalla blanca sucia y lo que él hotel tenía ahí.

Port llegó unas horas después de que Percy le llamara avisando que las cosas en Holanda eran turbias y que necesitaban regresar.

Pero, todo estaba vigilado, por lo que resultó más sencillo que Port llegará al país y que ellos se encontrarán con él.

Ahora solo buscaban una manera de salir de Holanda para poder tomar un vuelo.

Ya habían visto la noticia. Y demonios, dolía haber perdido personas tan buenas, que tenían un buen futuro.

— Debemos irnos...— dijo Port mientras conducían.

— Lo sabemos, pero nos siguen...y lo sabes — dijo la chica mientras giraba y miraba la camioneta oscura que llevaba alrededor de 20 minutos detrás de ellos.

— Entonces habrá que hacer que nos dejen de seguir...— dijo Percy mientras miraba de reojo.

— No podemos causar más desorden, estados unidos ya está que se saca los cabellos de lo fuerte que tiran de este al notar que no logran nada...— dijo la chica.

— Pues entonces ese es el punto, dar por finalizado el desorden antes de que se vuelva peor— dijo el pelinegro con seriedad, y aún que la hija de Raymond Reddington quisiera negarlo, sabía que él tenía razón. Necesitaban huir ya.

— Debemos ir a Nijmegen, de ahí, podemos ir a Alemania...— dijo Port mirándolo.

— Y de Alemania a Estados Unidos. Suena perfecto...— dijo sonriendo, entonces supieron lo que seguía justo en el momento en que Port aviso que la camioneta negra que les seguía había acelerado y se acercaba a gran velocidad.

Little Red sintió el fuerte impacto, y agradeció el cinturón de seguridad. Rebotó contra el asiento y cerró los ojos con fuerza unos segundos, sintió como sus oídos zumbaron y como su vista se nublo por unos segundos.

— Hora de la acción Little Red, Incógnito — escuchó algo lejana la voz de Port, pero, aun así, se las arregló para abrir la puerta y bajar con cuidado del auto, humeaba, por alguna extraña razón.

Parpadeo varias veces y después de que pudo enfocar, tomó su arma y comenzó a disparar.

Estuvieron así unos minutos, mientras Port llamaba a quien fuera por ellos.

Después de unos minutos, vieron como un auto gris se acercaba con velocidad a dónde ellos. Y esa era su salvación.

— ¡Necesitamos ir a un lugar seguro al llegar a Estados Unidos! ¿¡Dónde diablos dijiste que estaba ese maldito campamento!? — grito la chica mientras corrían hacia el auto. Se giró y disparo, matando a uno de los tantos que los seguían.

— ¡Long Island! — grito Percy, también disparando.

— ¡Perfecto! ¡Port, avisa a papá! — grito la chica y el hombre asintió. Entraron a la camioneta y salieron rápidamente de ahí. — No, sabes, Port, dame mi móvil, llamare a Papá — dijo la chica y el hombre dio el celular a la chica quien marco el número.

— ¿_____? ¿Qué pasa? ¿Estás bien? ¿Qué paso? — cuestiono alguien del otro lado de la línea.

Ella sonrió, su padre. Raymond Reddington, se preocupaba de alguna manera.

— Pues, iremos a Long Island para estar en un lugar seguro... — atino a decir la chica.

— Pon a Percy al teléfono — dijo su padre y la chica lo hizo, algo extrañada, su padre había usado un tono muy particular al hablar.

— Papa quiere hablar contigo cariño — dijo y le dio el móvil, Percy ladeo la cabeza, okey, eso no lo esperaba

— ¿Qué pasa suegrito? — preguntó divertido, y ella pudo escuchar la carcajada de su padre. — Oh...— dijo un poco más serio, y Little Red frunció el ceño, ¿Que estaba pasando? — Esta bien. Sí, no hay problema, gracias — dijo y colgó.

— ¿Qué dijo Papá? — pregunto la chica acercándose a él y Percy sonrió.

— Nada importante princesa — dijo y la atrajo para besarla.

El viaje a Alemania fue rápido; y pasar por los lugares correctos ayudo aún más; o así lo pareció a Percy y Little Red los cuales tuvieron una implacable sesión de besos y mimos.

Subieron a un avión de un amigo de Percy, el cual les dejo una botella de vino, y les dijo que los esperaba en Alemania cuando quisieran venir.

Que tendrían la protección necesaria.

Varias horas después llegaron a Long Island. Y allí fue donde Percy tuvo que dar indicaciones.

— ¿Y por qué jamás volviste aquí? — preguntó Little Red curiosa.

— Se supone que me desterraron, pero poco me importa ahora — dijo y soltó una pequeña risa

Cuando la chica vio que se dirigían a un bosque sonrió. Su móvil volvió a sonar. Elizabeth, su media hermana, a pesar de que esta no lo sabía.

— ¿Qué pasa? — preguntó con una pequeña sonrisa.

— ¿Como les fue? — pregunto y _____ sonrió.

— Bien, y a ustedes, ¿consiguieron salvar a Agnes de Kirk? — preguntó la chica cruzándose de brazos viendo el paisaje.

— Todavía no, esto me parece muy estúpido, ahora Reddington se fue a no sé dónde...

— No diré lo que pienso, me tengo que ir. — dijo y sin esperar a más, colgó.

Cerro las manos en puños. Elizabeth era en la mayoría del tiempo muy tonta.

— Little Red — la llamo Percy besando su cuello, y la chica suspiro.

— Okey — dijo sonriendo — Dime, ¿este es ese campamento para los que son como tú, Nico, Hazel y Will? — pregunto y Percy asintió. — Uh — dijo divertida y aparcaron, Percy escuchó como los semidioses se acercaban a la barrera con sus armas, gritando cada cosa...

Port salió de la camioneta y se dirigió a abrir la puerta a la señora Reddington de Jackson. Ambos salieron y se escucharon exclamaciones de sorpresa.

— Creo que no te esperaban...— río la chica con burla

— Bah...— dijo restándole importancia y ambos rieron — Venga — dijo y ambos pasaron ignorando las miradas de sorpresa que tenían todos, y los "él es Percy..." Y "Él... él..."

Nota:

Ea, he tenido no inspiración, si no, tiempo para acomodar el capítulo, Sisi.

Genial :3

Creo que esto es parte de lo que muchos han pedido.

Las reacciones del campamento.

Ajap.

Debo irme.

Chau.

¡Oh! dulce venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora