Capitulo 42

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Maverick.

Al entrar a la cocina Regina causó algo de ruido

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Al entrar a la cocina Regina causó algo de ruido. La gente que estaba ahí, dio un saltito.

—¿Podrían ser tan amables de dejarnos a solas con Maverick? —pregunto la chica con falsa calma.

La gente ahí la miró algo perdida. —Es mi pastel de bodas, por favor, quiero hablar a solas con Maverick. Así que no hagan que cree un espectáculo. Mi prometido puede decirles que tan malo sería que yo hiciera un espectáculo...—dijo y sonrió a Jason.

Poco a poco la gente comenzó a salir. Y cuando todos estuvieron fuera, entonces sí, Little Red miró a Port.

—Haz que deje de escuchar su música. —dijo, y lo miró. —Ellos suelen escuchar música de pésimo gusto para lo que hacen, y eso que yo disfruto de todo tipo de música, pero Maverick tiene un peculiar gusto por la música clásica. Así que, el suelen usar audífonos y no salir de su ensoñación hasta que dan las 11:00pm o hasta que termina con lo que debe de hacer. —explicó. —Aun así, el hacer pasteles no es más que una falsa profesión. Él también sabe todo acerca de lo que ocurre y lo que no ocurre en Italia. Si le preguntas y tienes los recursos él te dirá lo que necesitas. Nada ocurre aquí sin que él lo sepa. —siguió explicando la chica.

Port, giro al chico y este parecía aterrado, ya tenía manos atadas, parecía que quería huir, pero a la par quedarse ahí, Regina le sonrió al chico mientras movía su mano con calma.

—Hola Maverick —dijo ella mientras le quitaba los audífonos. —Por favor, ¿cómo no te duermes con esas canciones? Yo ya estaría durmiendo como una beba. Pero, no vine a eso, charlemos.—sonrió con falsedad.

—¿Qué es lo que quieres preciosa? —pregunto Maverick, ignorando a Jason, Regina sonrió con diversión y tiro de la mano de Jason.

—Oh, que mal educado eres, Maverick, pero, yo no soy así, te presento a Jason. A los ojos de tus trabajadores es mi prometido, así que cuida tus palabras, ¿Bien? —siseo la chica mientras se sentaba.

—Claro, todos los que te acompañan ante los ojos del mundo son tus prometidos. Tú no tienes nada serio, eres una Reddington después de todo... —sonrío el chico.

—En realidad, si tengo algo serio. Tal vez no lo conozcas, Percy Jackson, es mi cosa más seria. Nos casamos, pero, estabas enojado conmigo, así que no te invite a la boda. —sonrío con diversión Little Red.

—Eres una perra, Reddington...

—Para ti, siempre lo seré, pero, ¿Qué se puede esperar de un chico despechado? Supérame y empieza a vivir tu vida, tu recepcionista esta coladísima por ti, dale una oportunidad — dijo Regina con calma mientras sacudía su cabello, y cruzaba su pierna sobre la otra — pero bueno no venimos a hablar acerca de mis o tus relaciones personales, vengo a hablar de otra cosa; Dalilah. —dijo ella con seriedad.

¡Oh! dulce venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora