Prólogo: ¡Bienvenidos a GCG!

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¿Eres nuevo? ¿Quieres divertirte?¿Estás listo para entrar en un mundo loco donde las probabilidades son desde 0 hasta lo infinito? ¿Crees que lo imposible puede ser posible? ¡¿A qué esperas?! ¡Esta es tu oportunidad de mostrarle al mundo tus cualidades hiperultrasecretas! ¡Conocimiento, fuerza, astucia, trampas, todo vale! ¡El juego de tus sueños, el juego que te hará estallar en incontables emociones! ¡Únete a Glitch Combat Game en una incansable aventura!

Esa fue la primera vez que apareció la versión beta del juego diez años atrás. Y mírenme aquí, viendo otra vez esa presentación en una pantalla rota. La vida no es tan genial como Glitch Combat Game, pero tampoco hay que darle la espalda, es el mundo en el que vivo, no en una realidad virtual.

Mi nombre es Andrew Michestter y soy un oficinista de una empresa de transporte público en el bajo mundo. Me encargo de organizar y realizar el papeleo. A pesar de que ya casi nadie utiliza el transporte público aquí, es el único trabajo que tengo. Podría buscar un trabajo mejor, pero de las treinta y cuatro veces que fui denegado en las demás empresas, este fue el único que conseguí por falta de personal. No está tan mal, de hecho, es lo suficiente para abastecer mis necesidades. Todos los días camino hasta la empresa, pues me queda a medio kilómetro. En ese trayecto veo a hombres y mujeres de todas las edades – incluso ancianos – con sus mentes en ese mundo loco. Algunos se mueven como si estuvieran enmedio de una guerra, y otros solo están quietos, sentados o parados en el lugar.

¿Es que acaso no piensan siquiera en la verdadera realidad con esas máquinas en sus caras? No lo entiendo.

Saliendo de mi trabajo camino como de costumbre hacia mi apartamento. Hoy fue día de pago. Creo que comeré bolitas de carne. El paisaje no cambia, como de costumbre, salvo que vi unos coches estacionarse frente al edificio donde trabajo. Qué raro. Nunca pasan personas importantes, y mucho menos en el bajo mundo.

Me dispuse a sentarme y comer con calma las bolitas de carne en el único restaurante donde sirven algo comestible y sabroso. Quiero darme este lujo aunque sea una o dos veces al mes. Estar estresado y comer poco no son una buena suma. He adelgazado mucho.

– Chico, ¿por qué no pides un poco más de carne? Eres más flaco que un hilo de seda. – el cocinero me pregunta.

– Quiero ahorrar. La miseria que me dan no me alcanza ni para comprar unos zapatos.

– Dices lo mismo todas las veces que vienes aquí. Es tu día de pago. Seguro que puedes satisfacer un poco más tu estómago.

– (Seguro que es para satisfacer tus bolsillos, gordo tramposo.) – pienso por unos momentos – ... Ya te dije que estoy ahorrando. No me molestes más y vete a servir a otra persona.

El cocinero suspira por unos segundos mientras mira por la ventana a los "controlados" haciendo lo suyo.

– Ya casi nadie come. ¡Tch! Maldita basura de juego. Ya nadie es dueño de sí mismo. Ya nadie... ¡Oh! Bienvenidos. ¿Qué les sirvo?

Glitch Combat Game Vol. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora