𝙂𝙧𝙖𝙛𝙛𝙞𝙩𝙞 𝘾.𝙍.𝙊

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Narra Sol.

Abrí los ojos escuchando las olas y automáticamente se me dibujó una sonrisa en la cara.

- Buen día Solcito. - miré a mi costado y estaba Tomás en la puerta con una bandeja, la cual contenía un desayuno.

- Sos un amor. - hablé con ternura mientras se acercaba a dejarlo en la cama, con cuidado a que no se caiga.

- Por suerte hice buenas compras antes de venir. - sonrió y agarró una frutilla del plato que contenía pedacitos de frutas.

- Que rico. - festeje viendo todo.

- Mirá. - sacó de un cajón una camara instantánea vieja. - La encontré por acá y creo que anda.

- Que hermoso. - sonreí. - A ver ponete ahí. - señalé la cama.

se acomodó y entre una sonrisa vergonzosa salió mirando a la cámara y el flash se disparó.

- Ahora esperemos. - hablé al ver el pequeño papel blanco salir de la camara, la foto sin revelar.

- Que paja. - se tiró encima de mi cuerpo abrazándome.

- No puedo respirar. - reí por estar debajo de el. - ¡Ayuda!. - grité mientras reía. - ¡Me quieren matar!. - largo una carcajada y me dejó respirar tranquila antes de hablar.

- Entonces yo también tengo que gritar. - me miró con una sonrisa. - Porque vos me matas de amor todos los días.

- Tomás. - me quejé. - Sos el mas lindo. - me tiré ahora yo a su cuerpo y me agarró mientras reía.

- ¿Sabes una cosa?. - me miró. - Creo que hay que aprovechar el lugar.

- Me parece bien. - me moví encima de el haciendo que me mire con una sonrisa traviesa mientras me sacaba la remera y ya que no tenía corpiño suspiró.

- Sos la mas hermosa del mundo. - acarició mi cuerpo.

bajó sus besos de mi boca hacia mi cuello causandome escalofrios y luego pasó a mis hombros mientras yo me movía y tiraba de su pelo verde azulado.

me acostó en la cama debajo de el, esta vez sin aplastarme y besó uno de mis pechos, provocando un jadeo mío.

soltó una sonrisa traviesa cuando bajó hacia mi abdomen dejando besitos cortos y con una mano amagaba a bajar mi ropa interior.

- Tomi. - me quejé.

- ¿Que Solcito?. - sonrió y lo miré mientras bajaba la única prenda que quedaba en mi cuerpo.

sentí su boca en mi feminidad y no pude evitar cerrar los ojos y gemir mientras me agarraba de las sabanas.

- Tomás. - eleve mi voz mientras intentaba recuperar el aire que me robaba todo el placer que que hacía sentir.

sentí dos de sus dedos entrar en mi despacio y comenzó a moverlos cuando sintió que estaba lista.

la habitación de llenó de mis gemidos y suspiros de parte de Tomás cuando a los minutos llegué al orgasmo gritando su nombre y el se acercó a mi cara, besandome tranquilamente.

- Te amo Tomás. - sonreí contra sus labios mientras bajaba su bermuda y metía la mano por debajo de sus boxers tocando su entrepierna.

- Yo te amo más Sol. - suspiró sintiendo mi tacto.

lo mire a los ojos y me acerqué a besarlo.

y sentí que esa mañana, todo fue mejor que cualquier mañana de mi vida, porque Tomás me tocó con delicadeza y amor, haciéndome sentir cosas que solo el podía.