𝙂𝙧𝙖𝙛𝙛𝙞𝙩𝙞 𝘾.𝙍.𝙊

54

Narra Tomás.

la miré, de espaldas a mi y en un silencio incómodo, sabía que me había escuchado.

- ¿Te vas?. - hice un paso mas y ella suspiro mirando a Valen.

- Valen, anda a bailar, tengo que hablar con Tomás.

el asintió y cuando pasó por mi lado me chocó el hombro.

- Seguime, aca no podemos hablar. - no me miró, solo caminó delante mío y fue a la entrada de la casa para salir y se sentó en la vereda.

hice lo mismo, me acerqué a ella intentando romper el frio hielo que parecía haber en nuestro trato.

- ¿Te vas?. - repetí.

- Si. - miró sus manos, no me miraba. - Es lo mejor para todos.

- ¿Para todos?. - hablé incrédulo.

- Para mi. - afirmó.

- ¿Y yo?.

- Tenés miles de pibas Tomás, no intentes hacerme pensar que te importa. - se paró y ahora si me miró, su mirada no tenía el brillo de la ultima vez y ahí supe que la había lastimado.

que la había cagado y no había vuelta atrás.

- Pero vos sos la piba que yo quiero. - hice un paso y se alejó.

- No, no me queres. - puso su mano entre nosotros. - Vos solo me querés cuando me ves irme. - afirmó. - Porque las otras pibas nunca se van ¿no Tomás?. - volvió a mirarme fríamente.

- No me importan las demás Sol. - toqué su mano y ella se quedó mirando esa acción.

- No me importa. - susurró y cerró los ojos, como si le doliera lo que iba a decir. - No me importa por que quiero pensar en mi, quiero irme y poder progresar.

-¿Cuando te vas?.

- Pronto.

- ¿No vas a decirme?. - insisti con el corazón roto.

- No porque si te veo ahí... - me miró. - Voy a querer quedarme.

- Y quédate. - insisti nuevamente.

- No puedo, no puedo quedarme. - negó.

- ¿Es una despedida?. - la miré, mis ojos empezaban a soltar lagrimas saladas ante sus palabras.

- No me voy a despedir. - negó. - Voy a volver en algún momento.

- ¿Que hago con nuestro amor?. - la miré.

- Lo mismo que tengo que hacer yo. - hizo una pausa. - Amarte en silencio, porque en voz alta lastima.

- ¿Puedo besarte?. - me acerqué y esta vez no se alejó.

pasé mis manos por su cara y cuando la miré a los ojos, unas lagrimas se asomaban.

reina no me dejes con el corazón roto.

no respondió, solo se quedó mirando nuestra cercanía, nuestros rostros estaban casi pegados y nuestras bocas reclamaban unirse, lo sabía y ella también.

- ¿Puedo?. - repeti susurrando.

no volvió a responder.

pero esta vez fue ella la que dio el ultimo paso y junto nustras bocas en el medio de una vereda fria y solitaria.

donde dos corazones rotos se encontraban y sabían que no iban a poder repararse.

- Ahora con ese beso... - habló cuando se separó y aunque no volvimos a besarnos, todavía quedaba la cercanía. - Me va a costar mas olvidarte.

se quedó en silencio.

- Voy a esperarte. - hablé y ella se alejó negando pero no dijo nada. - Voy a esperarte. - repetí.

se volvió a acercar a mi y cuando creí que iba a besarme nuevamente, dejó un beso en mi mejilla.

- No quiero que me esperes porque no se cuando vuelvo. - susurró causandome escalofrios. - Chau Tomás. - habló tranquila y antes de que se aleje volvi a hablar.

volvi a levantar mi voz con esperanza de que me diga mínimamente que me amaba.

- ¿Me vas a extrañar?. - ella frenó en seco por mis palabras.

y cuando se dio vuelta a mirarme, estaba llorando y asintió.

- No sabes cuanto me va a costar dejar de amarte. - su voz se quebró y aunque quería correr hacia ella y pedirle de rodillas que se quede.

esas fueron sus últimas palabras, dio la vuelta y siguió su paso tranquilo por las calles del barrio.