3 Sueños Del Mañana

Resolución

Fuí junto a Tatiana a la entrada de la universidad donde me encontraría con Rick. Alcancé a verlo a lo lejos, al igual en que pude deslumbrar su cara de asombro al verme caminar junto a la chica de la biblioteca la cual parecía atraerle.

—Rick, qué bueno que estás aquí. Bien, lo mejor será que nos mar...
—Espera, bro. Hola, Tatiana, perdona que te pregunte, ¿Ustedes se conocen?
—La verdad es que sí, somos viejos conocidos.
—¿Por eso te mostraste tan sorprendido cuando la viste en la biblioteca?
—Se podría decir que sí, ahora, ¿Ya nos podemos ir?
—Aún no me has dicho nada de nada de a dónde vamos. Sabes que no me gusta tanto suspenso ni secretos. Mi cumpleaños pasó hace meses, así que no es ninguna fiesta sorpresa, y me siento muy alegre con mis 2 riñones, gracias.
—Rick, esto es muy importante, así que lo mejor será que te lo explique en el camino.
—No, señor. De aquí no me muevo hasta que sueltes la sopa.
—Muy bien, te diré. Pero tienes que creerme.

Se lo conté. Le dije todo a Rick, lo que el señor del establecimiento me había dicho, como podría romperlo, aunque obviando únicamente donde se referencia a Tatiana. Se burló de mí, pues, siempre me mostré ignorante ante esto, y le parecía gracioso que ahora esté en estas condiciones. Pero su risa acabó cuando volteó a ver la cara de seriedad de Tatiana, lanzaba una mirada tan penetrante que te hacía replantearte en que si todo lo que hacías era correcto.

Hubo un breve silencio, el cual fue destruido por Tatiana con insistencia en que nos fuéramos de una vez, y sea aprovechado el tiempo. Todo el trayecto Rick me cuestionaba cada vez más sobre los sueños, buscando hacer una realización de las simbologías con mi diario vivir; la oscuridad, familia, amigos, yo de pequeño. Cuando se habla de temas como estos sus ojos desprenden un brillo diferente, es incluso grato verlo tan animado.

Incluso fue así como nos conocimos, recién salía del cine tras ver una película de terror, y ahí ví a un chico con un enorme libro en un rincón de la entrada. Me acerqué curioso desde atrás a ver si podía echarle una ojeada al libro sin crear alarme, pero de repente se exaltó y me asusté. Se acercó a pedirme disculpas, y solo replicaba que había encontrado los orígenes de una película, pues el demonio del cual hablan está en su libro. Ahí duramos un largo rato conversando y aunque tuviéramos intereses distintos, nos llevamos bastante bien.

Tras un flashback del pasado que simplemente creó una sonrisa en mi rostro, fuimos al encuentro con aquel ocultista. A penas abrimos la puerta sentí un gran pesar, como si me faltará el aire, y se sintiera más denso. Por un momento todo se sintió diferente, como si no fuera yo. En ese instante el ocultista se acercó y dijo que: se acababa el tiempo, pues el alma ya se está transformando hay que hacer lo que hay que hacer, y hay que hacerlo ya.

Nos dirigimos a la parte de atrás donde había una mesa con un pequeño pedestal en el centro. Ahí nos sentamos a cada lado de la mesa, dentro de pedestal colocó un cuenco, y a su alrededor velas negras. Me parecía un ritual de satanismo más que de liberación, "sí, capaz me libera, pero de mi alma, para luego negociar con ella", pensé. Miré a Rick, su expresión de euforia no cambiaba, giré hacia Tatiana, su expresión de preocupación no cambiaba, cerré mis ojos, y me preparé, pues era hora de comenzar.

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