Mulan-Peter

2

Cuando volvió a casa, entró con su caballo, y su padre lo esperaba con una sonrisa, pero él ocultó su rostro. Dejó a su caballo en el establo y caminó hasta ver a su padre  mirarlo con  tristeza desde la entrada de la casa.

Dejó al corcel beber agua. Sus ojos se plantaron en su imagen, en el reflejo de él mismo que el agua le deba —mira bien. Nunca voy a ser un omega ideal—se quito el collar de jade —... o un buen hijo— se giró y vio a su  padre entrar cabizbajo a casa, regresó al establo y caminó hasta el estanque en la parte de atrás  —no sabré tal papel jamás tomar—soltó al grillo que se le había dado y caminó junto al arrolló, viendo su reflejo en el agua.

—ahora sé que al demostrar quien realmente soy...gran dolor podria causar—golpeó el agua —¿quien es quien veo ahí? Su mirar fijo en mi y que en mi reflejo no reconoci—

Camino lentamente hasta el lugar de descanso de sus ancestros—no puedo continuar esta gran falsedad —

Se arrodillo delante de las brillantes láminas donde su reflejo se deformaba un poco, pero seguía mostrándolo, con el maquillaje perfectamente colocado, un hermoso peinado que recogia varios de sus cabellos, mostrando a lo que todos aprobarían con una omega perfecto. Algo que él no era, algo que no deseaba ser.

Con fuerza se limpió el maquillaje de su rostro, dejando ver su piel clara y natural —¡¿cuándo en mi reflejo me veré, en verdad?! —

Con enojo terminó de limpiarse el rostro y se vio en todas las lápidas, su reflejo se vio multiplicado en todo el santuario y eso lo hizo agachar la cabeza——¿cuándo en mi reflejo me veré, en verdad?— no era lo que debía ser, no era lo que su padre esperaba que fuera, no sabía quién era, no era nada.

Miró hacia un incensario de un casco con grandes cuernos color dorado.

Lo tomo en sus manos y lo coloco sobre uno de los pedestales. Salió del santuario y camino al jardín, se sentó en el gran árbol, debía calmarse y pensar mejor.

Erik apareció y aclaró su garganta, para que su hijo supiera que el estaba ahí. Peter giró su rostro para no verlo, Erik se sentó a su lado —vaya, que hermosos retoños tenemos este año—al oír la voz de su padre más cerca  se alejo un poco más de él —mira ese. Aún está cerrado, apuesto que cuando florezca será el más hermoso de todos— despeino un poco el cabello de su hijo —eres tan parecido a él —le confesó

Peter le sonrió. Quería poder seguir así junto a su padre, escuchándolo hablar de esa persona que él tanto amaba, porque eran los momentos donde la mirada de su padre tomaba un brillo de felicidad que casi nunca veía.

Pero, ambos tuvieron que levantarse cuando un gran anunció llegó al pueblo, los soldados del palacio llegaron sin aviso previo. Todos salieron de sus casas, curiosos y asustados.

Las dos familias se reunieron en la puerta principal. Erik y Steve salieron. Peter iba a ir detrás de ellos pero Tony lo detuvo —Peter, quedate adentro— le pidió el omega y él salió detrás de los alfas.

Sebastian le señaló disimuladamente un lugar donde podría ver qué pasaba y luego salió tras los demás.

—¡ciudadanos, traigo una proclamación de la ciudad imperial! —grito él mandado del emperador —¡los hunos han invadido China! — grito el hombre, el miedo colectivo no se hizo esperar, algunos omegas metieron a sus pequeños a casa —por órdenes del Emperador un alfa de cada familia deberá enlistarse en el ejército imperial—

Comenzaron a decir los nombres de las familias, y en algunas los alfas más jóvenes tomaban el lugar de su padre.

—¡En nombre de la familia Rogers luchará el General Wilson—anunció el enviado del Emperador. Steve y Tony quedaron mudos ante el anunció. El omega sin poder contenerse abrazo a su esposo y soltó unas cuantas lágrimas. ¿Porque después de tanto tiempo él seguía para su familia si ya no tenían lazos que los unieran?

La lista continuó —La familia Lehnsherr —

Peter miró a su padre. Él cual parandose recto, caminó firme hasta llegar frente al enviado del Emperador –estoy dispuesto a servir al emperador— el soldado le extendió la convocatoria.

Peter salió corriendo de su escondite al escuchar eso. Se paro frente a su padre y lo detuvo de aceptar la orden.

—padre ¡no puedes ir!

—Peter

—por favor señor, mi padre ya ha peleado...

El enviado del emperador la miro mal, al igual que todos los presentes. Con su caballo se plantó ante el omega, olió el aire que lo rodeaba y gruño

—¡Silencio!— exigió el enviado—debería enseñarle a su hijo omega a no abrir la boca en presencia de los alfas—

—Peter, me estas deshonrando— su padre no regresó a verlo. Él iba a continuar discutiendo pero los brazos de Tony lo alejaron de su padre.

Ambos bajaron la vista.

—en el campamento Gumshoe mañana— indico el enviado del Emperador.

Erik tomó su respectiva carta y entró a la casa, seguido por Steve, Tony, Sebastián y Peter. Los nombres de familias seguían danzando en el aire, mientras el cielo se nublaba y el viento soplaba con fuerza.

La noche cayó rápidamente. Peter no había hablado con su padre desde lo ocurrido. Tomó una vela y fue a verlo, camino hasta oírlo mover cosas en el cuarto donde guardaba su armadura.

Se asomó a mirarlo. Lo vio levantar su espada, practicando su ataque, parecia perfecto, pero no, su pierna se resbaló y vio como soltaba la espada como si le quemara la mano, mientras su cuerpo caía. Erik en el suelo tocó su pierna y aguantó el dolor que está le daba.

Una vieja herida en batalla que ahora podía costarle la vida.

Más entrada la noche. Peter les servía el té y él único que parecía estar realmente interesado en tomar té era Erik. Mientras Sebastian solamente contaba el tiempo para ver en qué momento Peter explotaba.

—3,2...1, ahora— murmuró él alfa, y una taza chocó contra la superficie de la mesa.

—¡no es tu obligacion!—se levantó.

—¡Peter! — dijo Tony qué entraba junto a Steve

—¡Hay muchos jóvenes alfas que lucharán por el emperador! —gritó el joven omega—¡podemos hablar con Wade Wilson, el impedirá que luches en esa guerra! — miró a Tony desesperado por ayuda —él tomó el lugar de Steve y puede ayudarnos a nosotros—

—tu sabes que el tiene una deuda con Steve y Tony que solo será pagada con su vida. No compares su sacrifico con esto—

—¡no tienes que hacerlo!

—es un honor proteger a mi país y a mi familia—  sonaba calmado, pero su postura firme daba la impresión que saltaría y mataría a quien sea.

—¡Así que morirás por honor!—gritó

—¡tengo que hacerlo por dignidad!— ahora fue el quien golpéo la taza contra la mesa y se levantó.

—¡lo se pero...!

Erik, más que molesto, cayó a su hijo con su potente voz de Autoridad. No sólo provocando la sumisión en su hijo si no que los otros alfas en el cuarto gruñeran y se le plantaran —¡es momento que tu conozcas el tuyo! —

La voz aterro a Peter por completo, hizo que su lengua se congelara y que sus piernas no se movieran, pero aun así, su orgullo no le permitía obedecer esa frase, no importaba que fuera un alfa, su corazón mandaba más que cualquier cosa. Dejando a su padre con la mirada plantada en él salió de su casa corriendo.