Todos los presentes no paraban de llorar. El día era lúgubre, con nubes negras y el cielo grisáceo, parecía que la mañana sabía que aquellos familiares y amigos habían perdido a alguien que iluminaba sus días.
YoonGi se aferraba a su muñeco de Mario Bros con una mano mientras que la otra era tomada por Jimin, quién también lucía destrozado.
El cuerpo ya había sido enterrado, algunos ya se habían retirado del cementerio, pero los padres de SeokJin, los de YoonGi y Jimin además de los antes mencionados; permanecían viendo la tierra plana que ahora cubría el ataúd donde yacía el magullado pero maquillado y bien vestido cuerpo de Kim SeokJin.-YoonGi...- susurró su madre acercándose a él y tomando su brazo. -Es hora de irnos...- al ver la negación del menor, suspiró con cansancio y volvió a hablarle. -Yoonie... Ya es tarde, ya estuvimos presentes en el funeral y el velatorio... Vámonos a casa, va a llover... -le habló con cuidado.
-N-No quiero irme...- susurró muy apenas sin despegar su vista de aquella suave tierra cubierta de flores.
-YoonGi.- habló Jimin suspirando. -Mis padres ya se quieren ir así que... También me voy... Nos vemos mañana en la escuela.- Murmuró Jimin abrazándolo para después separarse y correr al auto de sus padres.
Los padres de SeokJin le agradecieron a YoonGi su interés y amor por su hijo, pero que podía irse a descansar. Después de muchos intentos y negaciones, Min aceptó regresar a casa.
Apenas llegó, se tiró en su cama y de ahí no se movió. Su madre por más que intentaba motivarlo a levantarse y seguir con su vida, no lo conseguía, YoonGi en verdad lucía destrozado.
Dieron las 3 pm. El pálido ya estaba en la escuela pues no pudo con la insistencia de su madre de que mínimo fuera a estudiar para distraerse.
Ocurrieron las clases normales, pero el humor entre Jimin y YoonGi no mejoraba. Tocó clase de matemáticas y el profesor Jeon JungKook no paraba de observar a Min. Sabía que estaba destruido por lo ocurrido y él podía aprovecharse de eso; después de todo para los hombres malos que sólo buscan hacer daño no existe la compasión.
Al terminar la clase JungKook le pidió a Min que se quedara para hablar de sus calificaciones. YoonGi sólo suspiró y asintió quedándose en el salón, sabía que Jimin le esperaría afuera por lo que siempre sucedía así que no pensaba que corría peligro.-¿De qué quiere hablar profesor?- preguntó.
-Te noté muy deprimido y distraído en la clase... Supe lo de tu amigo SeokJin, lo lamento mucho...- habló suave, en un intento de parecer amable.
-S-Sí...- No supo qué más responder a ello, no quería tocar el tema y el profesor parecía querer presionar la herida.
-Sabes que cuentas con mi apoyo pequeño.- el maestro le abrazó con fuerza, mostrando afecto. YoonGi confundido sólo se quedó quieto, sin saber cómo reaccionar.
-S-Sí, gracias...- Murmuró en respuesta.
Lo extraño comenzaba a suceder, el profesor no le soltaba, incluso le presionaba más contra su pecho. Min no se quiso separar por respeto, quedándose en su mismo lugar dejándose abrazar; pero cuando Jeon comenzó a bajar su mano por la espalda del menor hasta tocar su trasero, fue cuando reaccionó y se separó de golpe, tomando su mochila.
-¡Usted dijo que quería hablar de mis calificaciones y sigue intentando tocarme!- gruñó caminando a la salida.
-¡Min YoonGi, si te vas por esa puerta te repruebo en el próximo examen!-
Yoon se detuvo abruptamente, apretando sus puños.
-Regresa aquí y pídeme disculpas, y quizá, sólo quizá, te perdone.-
El pálido con molestia se regresó y le miró a los ojos, aún apretando sus puños. Murmuró un "lo siento" y caminó de regreso a la salida.
-Minnie~ lamento tu pérdida, si necesitas consuelo sabes dónde encontrarme.- le tiró un beso bufándose y comenzó a guardar sus cosas.
Yoon salió azotando la puerta, viendo a Jimin esperándole afuera.
-¿Qué pasó allá dentro? ¿Por qué sales todo enojado?- preguntó preocupado el rubio cenizo.
-El profesor me engañó diciendo que me apoyaba por la pérdida de Jin e intentó volver a tocarme...-
-Ese maldito no se cansa...-
-Jimin, los abusadores no tienen compasión ni por el dolor de uno... Cómo sea, vámonos a casa.-
Y así ambos chicos salieron, esperaron a que pasara un taxi y subieron, llegando a casa de Jimin minutos después. Se despidieron y después de esperar a que Jimin entrara a su casa, YoonGi caminó a la suya, extrañando mucho los chistes anticuados de SeokJin. Pasó por la casa de su amigo fallecido, suspirando con un nudo en su garganta al verla, era extraño, pero ése lugar ya no emanaba aquella alegría que siempre poseía cada que dejaba a Jin en casa. Siguió su camino a la suya y entró directo a su habitación, encerrandose; ni siquiera tenía apetito. Se tiró en su cama y comenzó a llorar en silencio, hasta quedarse dormido.
Nada de lo que sucedía era su culpa, era consciente de ello, sino del mundo podrido en el que le tocó vivir. Sólo esperaba que nadie de sus seres queridos saliera herido de nuevo. Ni Jimin, ni su madre, incluso esperaba que SeokJin estuviera descansando en paz.
Pobre YoonGi, no sabía que su infierno, apenas comenzaba.
¡Estamos de regreso! Una enorme disculpa si el capítulo está algo aburrido, pero es parte importante para conectar los siguientes sucesos que ocurrirán en este relato. Además tómenlo como un descanso del capítulo anterior y prepárense por que se nos viene fuerte~
Gracias por llegar hasta aquí y por el apoyo que está recibiendo la historia~ me animan a seguir UwU ✨ las amoooo nos leemos en el siguiente capítulo, anyooo~. =^°^=
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UN MUNDO PODRIDO
FanfictionLas calles de la ciudad se vuelven cada vez más peligrosas para los jóvenes. Cada vez más asesinatos, desapariciones y violaciones ocurren en el mundo y más en la ciudad de Seoul Corea. Min YoonGi es un estudiante del turno vespertino que él junto...