Los reyes propusieron la idea de que aquellos siete jovenes que usaban magia de dragones se presentarán ante la sociedad, como simples humanos y luego mostrarían que usaban magia para el bien.
Desde aquel día se quedaron en el castillo, comenzaron a ensayar el como actuar como alguien de la realeza.
Una semana tenían para aprender algunos modales y sobretodo el baile real que se acostumbraba a bailar en las fiestas.
Lucy tomó a Natsu como pareja de baile, Wendy con Erik, Gajeel con Levy la acompañante de Lucy, Erza con Laxus, Sting y Rogue ensayaban con personas del servicio de la realeza.
Mandaron a hacer trajes elegantes para cada uno de ellos.
En esos días de práctica y convivencia Lucy se acercó a cada uno de ellos, quería conocerlos más, saber de su vida, de como entrenaron para obtener sus poderes la relación entre cada uno de ellos y los dragones.
Pero su convivencia con el pelirosa fue más cercana que con los demás.
Se les veía siempre juntos riendo y platicando muy felices y tranquilos.
El padre de Lucy los había visto pasear por los alrededores del castillo, no le desagradaba su cercanía entre ellos dos, el era confiable y muy fuerte por lo que había visto.
Estaban a dos días del gran evento, terminaban de medirse los trajes, les quedaba bien a todos, solamente unos detalles más y estarían terminados.
Lucy estaba sentada en una banca del jardín bajo un árbol leyendo un libro mientras los chicos terminaban de medirse los trajes.
Sting la encontró sola y no dudo en acercarse a ella.
-Princesa Lucy, ¿Porque tan sola?-
Ella lo miro y sonrió.
-Leia un libro en lo que ustedes terminaban de medirse los trajes. ¿Todo bien?-
-Si, solo unos detalles y queda listo.-
El chico de ojos azules se sentó junto a ella.
-Sabes, eh visto a Natsu muy cerca de ti. Puedo preguntar ¿Sientes algo por el?-
Lucy se sonrojo y sus latidos aumentaron. Sting pudo escucharlos.
Su rostro y latidos lo decían todo, ella sentía algo por Natsu o más bien empezaba a sentir.
Su rostro se tornó triste.
-Ojala fuera yo por quién sientas eso.-
Ella lo miró, ahora sintió culpa y tomó levemente su mano.
-Lo lamento Sting, pero Natsu es alguien tan especial que no puedo evitar sentirme atraída por el.-
Justo en ese momento Natsu llegaba cerca de ellos, lo suficiente para escuchar lo que Lucy acababa de decir.
Se sonrojo y su mirada no podía apartarla de la rubia.
Sting sintió su presencia y se puso de pie para caminar lejos de ellos. Tenían mucho de que hablar.
Natsu se acercó a ella lentamente, sentía sus piernas temblar y su corazón latía fuerte.
Cuando estuvo frente a ella la tomó de las manos.
-No pude evitar escuchar lo que mencionaste a Sting. No sé que significa, pero yo cada que te tengo cerca siento mucha emoción y al mismo tiempo tranquilidad, mi corazón late rápido. No se mucho sobre los sentimientos pero estoy seguro que tu eres muy importante para mí.-
Para ella era prácticamente una declaración de amor como había leído en los libros de romance, como se había imaginado tantas veces que alguien le dijera esas palabras.
Entrelazó sus manos con las de él y sin dudarlo unió sus labios en un tierno beso.
Dos días después
El castillo Heartfilia se iluminaba en cada rincón, las personas pertenecientes a la realeza comenzaban a llegar.
Lucy se miraba de pie frente al espejo, el vestido rosado elegante estaba perfecto para la ocasión.
Sus cabellos recogidos adornados con la tiara, aretes, collar y pulsera hacían el complemento para el vestido.
Su puerta sonó. Ella pronunció un "adelante", Levy su dama de compañía entraba.
-Todo listo Lucy, es hora, tu padre dijo que tú saldrías con Natsu y detrás de ustedes los demás.-
La rubia asintió, salió de la habitación y camino por el pasillo para ir hasta la habitación donde se encontraba Natsu y compañía.
Golpeo la puerta frente a ella, ésta se abrió dejando ver a Wendy.
-¡Hola Lucy! Llegó la hora.-
Mencionó con una sonrisa, ella estaba tranquila. Tenía un vestido azul celeste, sus cabellos bien peinados.
-Luces elegante y tierna a la vez Wendy.-
Ella agradeció.
Lucy dio un paso hacia adentro de la habitación y todos estaban algo intranquilos.
Laxus de pie ajeno a todo, pero se notaba su nerviosismo, movía sus dedos sin parar con los brazos cruzados.Sting jugaba con la orilla de la sábana blanca de la cama
Rogue estaba sentado pero intranquilo.
Gajeel al igual que Laxus movía sus dedos sin parar.
Erik parecía estar más controlado se mantenía sentado con los ojos cerrados.
Y Natsu su pelirosa no apartaba su mirada de ella.
Le sonrió dulcemente y se acercó hasta estar frente a el.
-¿Estas listo? Tu bajarás conmigo y detrás de nosotros irán los demás. Nos presentarán y después bajaremos.-
Natsu asintió con la cabeza y tomó la mano de la rubia.
-Si estoy junto a ti se que todo estara bien.-
Lucy se sonrojaba, entrelazó sus dedos con los de el. Y en la atmósfera alrededor de ellos se sentía armonía, tranquilidad, pero sobretodo amor.
Pese a que Sting no le agradaba del todo, se resigno.
Natsu era como un hermano para el, jamás se atrevería a hacerle frente ni mucho menos pelear por una mujer
Lucy aún de la mano camino con Natsu hacia la puerta para salir.
Los seis jóvenes dragones los siguieron.
Caminaban por el pasillo cuando se escuchó el ruido de las trompetas. Estarían por anunciar su llegada.
La velada comenzaría ya.
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❤️ El Dragón Enamorado ❤️
RomanceHace muchos años atrás en la era de los dragones, existió uno muy poderoso y respetado por dragones y humanos por igual. Un día Conoció a una chica y todo cambio. Una historia donde dos clanes diferentes que chocan entre sí. Pero el amor lo puede t...