Tenían cuatro meses para preparar una boda de ensueño.
El pelirosa no estaba muy conforme con esperar tanto tiempo, pero Lucy estaba entusiasmada e ilusionada y quería hacer mil cosas para aquel día, así que terminó aceptando.
Entre el vestido, las damas de honor, el pastel, decoraciones y mil cosas más la rubia se la pasaba día entero definiendo detalles, Natsu estaba con ella la mayoría del tiempo, aunque algunas veces debía irse a la tierra de los dragones, habían escuchado rumores sobre un grupo de dragones seguidores de Acnologia harían una revolución.
La sola idea de qué una batalla innecesaria podria empezar le causaba mucha preocupación.
No quería decirle nada a su amada rubia, quería mantenerla tranquila que se concentrará solo en los detalles de la boda.
Los días pasaban y los nombres de Natsu y Lucy resonaba por todo el reino.
"Son la pareja ideal" mencionaban algunos.
"Serán unos excelentes gobernantes". Murmuraban otros más.
"La paz de mundo está asegurado al unir al rey de los dragones y a la princesa del reino"
Eran las palabras que siempre se decía entre la sociedad.Lucy simplemente no daba crédito a todo lo que se decía, ella solo era feliz viviendo su sueño de ser la esposa del hombre que amaba.
Viajaron por varias partes del reino para darse a conocer cómo los futuros gobernantes, decían cual era su plan para continuar con la seguridad y paz en el reino.
Pero Natsu aún no tenía claro quién sería el futuro rey de los dragones.
El estaría casado con Lucy y no podía quedarse todo el tiempo en Fiore.
Pensó que quizá ella vaya con el al bosque de los dragones, pero era complicado.Los detalles de la boda estaban por concluir, la fecha de la gran ceremonia se acercaba más y más.
Los rumores acerca de la revolución no continuó sonando, pudo calmarse un poco y solo se concentró en el día especial junto a su amada.
El gran día por fin llegó.
Lucy portaba un gran vestido de seda brillante con varias capas, bisutería en la parte superior del corsé y en los lados.
La cola media cerca de cinco metros y la adornaba aretes, collar y una bella tiara de diamantes.El traje de Natsu era de seda blanca con detalles dorados y llevaba una capa roja con tela de algodón alrededor del cuello.
Se veía al espejo, estaba diferente, pero el traje no era del todo incómodo.
La hora de la ceremonia llegó.
Salió de aquella habitación y caminó hasta el altar.
Todos los esperaban ahí.
Laxus, Gajeel, Sting, Rogue y Erik, para el más que camaradas era su familia.
Miraba a su alrededor, muchas caras que no conocía, algunas otras si, no le importaba en realidad quienes asistieron, solo le importaba su unión con Lucy.
La marcha nupcial sonó.
Sintió muchos nervios.
Miró hacia atrás, los pajes tiraban los pétalos blancos de las rosas por la alfombra donde pasaría la rubia.
Las damas de honor pasaron una detrás de la otra y al final venía su rubia del brazo de su papá.
Cada paso que daba ella hacia él sentía que su corazón latía cada vez más fuerte.
Jude soltó a Lucy y le entregó su mano a Natsu.
-Natsu Dragneel, te entrego hoy a mi única y amada hija en matrimonio, hazla feliz siempre.-
Natsu tomó la mano de la rubia.
-Sera feliz cada minuto junto a mi.-
Contestó sonrojado mientras le quitaba el velo blanco que estaba sobre su rostro.
Al verla quedó sin palabras, estaba realmente bella con el maquillaje que tenía en su rostro.
Caminaron así de la mano dos pasos al frente y el sacerdote comenzó con la ceremonia.
Al finalizarla con el típico beso de los recién casados Lucy no pudo evitar soltar unas lágrimas de felicidad.
Lo tenía todo estaba realmente plena.
Después de la ceremonia la fiesta se haría en el castillo de Lucy.
Todos asisitieron.
Cada detalle de la boda fue lindo y especial, en todo momento los recién casados estaban tomados de la mano.
Luciendo los anillos de boda de oro en sus respectivos dedos.
A mitad de la fiesta Lucy sintió mucho cansancio.
Supuso que era por las zapatillas altas que usaba ese día.
Se disculpó un momento y fue a cambiarse a su cuarto.
Se sintió más cómoda y salió de nuevo hacia la fiesta.
Estaba a mitad del pasillo cuando un mareo la hizo tambalear, se logró apoyar de la pared afortunadamente.
Cuando el mareo pasó continuó su camino.
Estaba por comenzar a bajar las escaleras cuando de nuevo aquel malestar regreso.
Se sentó en la escalera y respiro hondo y profundo intentando calmarse.
Wendy logro verla sentada en el inicio de las escaleras, tenía un aura afligido, así que sin dudar se acercó rápido a ella.
-¿Te sientes bien Lucy?-
La rubia le intento sonreír para calmarla.
-Tranquila es solo el estrés de la boda, estoy cansada.-
-Puedo minimizar el cansancio.-
Lucy asintió con la cabeza.
Wendy sacó de su mano derecha un ligero destello blanco, y colocó su mano sobre la frente de la rubia.
Retiro su mano a los segundos mientras veía con ilusión a la rubia.
-¿Sucede algo?-
Preguntó Lucy extrañada-Lucy, el motivo de tu cansancio no es por el estrés.-
Contestó Wendy aún con ilusión y emoción.
-¿Porque es entonces?-
Preguntó de nuevo la rubia.
-Estas embarazada. Un bebé tuyo y de Natsu se forma en tu vientre.-
Lucy abrió más sus ojos de sorpresa.
No sé esperaba una noticia así en pleno día de su boda, cayendo desmayada de la emoción
Wendy logro tomar su cabeza evitando que ella caiga al piso.
Logro llamar a Natsu y el llegó pronto con ellas. Visualizo a Lucy desmayada en brazos de Wendy.
Caminó rápido las escaleras y la tomo en brazos llevándola a su cuarto sin preguntar qué le ocurría, quería llevarla a un lugar cómodo lo antes posible.
Al llegar la recostó en la cama. Y luego se dirigió a Wendy.
-¿Qué le ocurrió?-
-Es algo normal en su estado, y vendran náuseas, mareos, antojos, vómitos.-
-¿Qué? ¿De que hablas? ¿Qué le sucede a mi esposa?-
Wendy sonrió.
-Tendras un bebé Natsu, bueno Lucy lo tendrá, serán padres. ¡Felicidades!-
Natsu casi se cae por el impacto de la noticia.
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❤️ El Dragón Enamorado ❤️
Storie d'amoreHace muchos años atrás en la era de los dragones, existió uno muy poderoso y respetado por dragones y humanos por igual. Un día Conoció a una chica y todo cambio. Una historia donde dos clanes diferentes que chocan entre sí. Pero el amor lo puede t...