Capítulo 1

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Me mire al espejo para dar un último vistazo a mi imagen de "Adulta Ejecutiva" me sentía extraña con mi pantalón de vestir gris y mi camisa de gasa rosa. Suspire tome mi peine para pasarlo entre las amplias ondas de cabello castaño cenizo que se formaban cuando dejaba secar mi cabello de forma natural. Me amarre el cabello en una cola de caballo y Salí de mi habitación directo hacia la cocina. Tome un termo donde guarde mi café, me puse un cárdigan negro y Salí hacia la calle que aún estaba oscura.

El taxi me bajo casi en las puertas de el gran edificio elegante de paredes vidriosas y el sol que estaba saliendo iluminaba la cúspide de este, mis ojos que aún estaban adormecidos se achicaron intentando protegerse del reflejo del sol. Me encamine hasta la puerta y di mi nombre y mostré una identificación pues aun no tenía mi ID. El guardia receloso me dejo pasar y yo seguí observando las instalaciones con asombro pues había bastante opulencia en la decoración del lobby. Había llegado tan temprano que ni siquiera la recepcionista había llegado aún.

Me senté en la sala de espera hasta que poco a poco la sala fue poblándose y hasta que la recepcionista llego y me anuncie con ella. Después de unos poco minutos escuche a la recepcionista llamando mi nombre.

-Danielle Daft.

Me levante y ella me abrió una puerta contigua a la recepción, del otro lado había varias oficinas y cubículos sencillas y una chica de piel morena, alta con cabellos negros y rizados me saludó efusivamente y me dio la bienvenida a la empresa. Mientras me mostraba el primer piso y me presentaba algunos de mis compañeros. Al poco tiempo llegaron los demás practicantes y cuando los presentaron también nos encaminamos al elevador para llevarnos al área donde debíamos estar cada uno de nosotros. Yo estaría dentro de la planeación y logística de eventos empresariales.

Me dieron un pequeño escritorio con una computadora. Me dejaron ahí, aun no llegaba mi jefa y yo encendí la computadora y comencé a familiarizarme un poco con el trabajo. Honestamente el trabajo era bastante monótono o prácticamente nulo para mí, día tras día era lo mismo. Manda los correos, pregunta si ya quedo lista la requisición, recibe a los proveedores y diles donde quiero las cosas y lo mas importante de todo, tráenos el café, los tacos y las donas, Lo odiaba. Mi jefa una señora de edad madura, rellenita que poseía unos grandes ojos negros adormilados, tenía el semblante cansado y parecía siempre odiar la vida y desear morir. No era amigable y parecía no tenerme ni una pisca de paciencia, ni a mí ni a nadie.

Cada día era lo mismo, lo mismo, lo mismo, me levanto muy temprano, me baño trato de quedar lo más presentable posible, llego, tomo mi café, ver por los cafés del departamento, no me gusta este, ya se enfrió, las donas están duras, dile al proveedor que las mesas no iban ahí, regresa y manda mis correos, que te firmen las facturas, etc. Día tras día, llevaba ya 15 días ahí y aun me faltaban cerca de 400 horas para cumplir con lo establecido para validar mis prácticas profesionales. ¿Tenía esto algo de profesional? No. Pero bueno supongo que era lo que se hacía siempre que llegaba un pasante.

El fin de semana pasó, como siempre no hice mucho de especial. Hice las compras de la semana que venía, limpie mi departamento y al final del día, comí pizza peperoni con tocino y champiñones junto a David, que había sido mi único amigo, o al menos el más verdadero de todos y con quien más conectada me había sentido desde que estábamos en la universidad. Aunque yo no era precisamente la persona más sociable, era tímida para hacer amigos Era un buen amigo, en ocasiones peleábamos o nos insultábamos, pero sabíamos que cada pendejo era más bien un te quiero. Siempre estamos viendo películas y videos de miedo, nos fascinaba todo eso, pedíamos pizzas, boneless y a veces comíamos sopas instantáneas de dudosa procedencia. En ocasiones terminábamos viendo la televisión o jugando algún videojuego hasta tan tarde que él se quedaba a dormir en i sofá en vez de regresar caminando solo por las calles peligrosas de mi barrio, porque sí, de día podía verse como un bello sueño con casas antiguas y construcciones de los años 20's pero de noche, los asaltos estaban a la orden del día. Yo misma ya había sido víctima de ellos, y de otras cosas más en 2 ocasiones... Ahora siempre llevo gas pimienta.

Million Dollar Man (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora