Capítulo 34

1.5K 122 25
                                    

Paso todo el fin de semana y yo realmente no tuve noticia alguna de Tom. Supongo que era mejor así, cuando llegue el Lunes a trabajar tenía otro arreglo florar en el escritorio, mire la tarjeta, era obviamente de Tom "Ha sido el fin de semana más largo de mi vida, Te necesito" decía la tarjeta, guarde en mi bolso dicha tarjeta y me senté.

-Buenos días, Danielle.- menciono Ben que el día de hoy llevaba un sombrero y una gabardina, me recordó al inspector gadget.

-Buenos días Sr. Cumberbatch.- Me levante de mi asiento, para saludarlo, estrechamos nuestras manos en un saludo.

-¿Esta Tom? Tengo una reunión con él.- siempre sonriente y siempre amigable

-La verdad no lo sé, yo acabo de llegar.

-¡Benedict!.- apareció Tom interrumpiendo nuestra muy recién iniciada conversación.- Adelante, pasa por favor.

- Buen día Tom.- se saludaron amistosamente y lo invito a pasar con un cordial ademan de su mano.-Permiso, Danielle.- asentí y le sonreí, el me sonreí también este hombre realmente transmitía una aura de paz y tranquilidad ¿Cómo lo lograba?

Benedict había entrado y Tom se quedó parado un momento frente a mí, trate de ignorarlo y hacer como si fuese a trabajar, lo mire de reojo y me pareció que ocultaba una sonrisa. Tenía las manos en los bolsillos y luego se abrocho el saco color azul marino, los tonos azules siempre le lucían magníficos.

-Danielle cuando tenga oportunidad podría traer los menús, Benedict y yo deseamos almorzar... gracias.- lo mire y asentí el me sonrió y luego se dio la vuelta para entrar.

Termine lo que me habían pedido y me puse a leer todos los papeles que me había enviado el abogado, después de todo ya los tenia conmigo y ya nada podía hacer, mi madre estaba muerta, yo ignore su presencia por muchos años y todo por no poder superar el rencor de habernos abandonado, no es que no me calara aun pensar en ello, lo hacía pero comenzaba a cuestionarme si había valido la pena tanto rencor. Había un testamento y yo venía dentro de el ¿Me preguntaba que podría haberme dejado o por que me había dejado algo a mí? La ignore y fui una hija terrible ¿O tal vez se sentía culpable por no haberme dejado sola cuando papa murió? Ella no se inmuto en pensar en mi sino hasta que había terminado sus vacaciones en Europa.

Comencé a leer el testamento el cual tenía muchísimos tecnicismos legales y aunque entendí la mayoría, su lectura me resultaba igual un poco pesada.

En la Ciudad de Buffalo, New York, del día Blah blah blah Ante mi Escribano Autorizante comparece la Sra. Emilia Felicity Smith Blah Blah. Hábil de mi conocimiento doy fe dice:

Que hallándose en pleno uso de sus facultades mentales me exhibe y me entrega un sobre cerrado que lleva impreso en lacre rojo un sello con las iniciales y al hacerlo dijo de viva voz:

Que dentro del mencionado sobre se hallaba su testamento haciendo contar que todo en él va escrito en su puño y letra, que era su deliberada y última voluntad y que desea que, luego de cumplidas las solemnidades exigidas para que fuere y valiere como testamento cerrad, quedase para su custodia en poder del autorizante. Son testigos del acto el Señor Blah Blah Blah...

Nombres de un montón de personas que honestamente desconocía, de hecho ninguno de ellos era el esposo de mi madre, no me extrañaba, en algún momento recibí una carta suya para pedirme que visitara a mi madre y cuando no obtuvo respuesta y tampoco la visite, el me envió otra diciendo que se encargaría de que yo no obtuviera ni un céntimo del dinero de mi madre. La verdad es que nunca había aspirado a eso.

La lectura de la siguiente parte empezaba con los bienes y responsabilidades que mi madre le había heredado a su esposo y después de ello iniciaba la parte en la que supongo se me hacía mención.

Million Dollar Man (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora