-Muy bien Claudia, cálmate.
Me digo a mi misma, mientras me siento en la esquina de la fuente donde he quedado con el hombre que secuestró a mi hermano gemelo.
-Todo estará bien.
Vuelvo a repetirme. El miedo cala por mis huesos, y no solo por la reunión tan macabra que he pautado esta mañana desde mi celular vía mensaje, sino también por el susto que me da imaginarme lo que mis padres y Nathan me dirán cuando se den cuenta de que me he escapado del cuidador a cargo.
Solo hizo falta despedirme del moreno, aprovechar que el muchacho se fuera a por café y salí despavorida con Keyla Sofía detrás. Ella se negó rotundamente a dejarme sola, así que quedamos en que me iba a perseguir en su auto a una distancia prudente y que estaría escondida por alguna parte del campus mientras me encuentro con la persona que se supone debería de estar aquí ya.
Miro mi reloj por novena vez y observo los alrededores. Es increíble que a estas horas del día el campus se encuentre tan poco concurrido, o quizás es el lugar que ha escogido el secuestrador. Lo más seguro es que lo ha hecho a posta y me ha citado en uno de los lugares más solitarios de la universidad.
"Muy listo de su parte".
Me levanto nuevamente del asiento y muevo mi pie de arriba a bajo de manera compulsiva, ¿cuánto más me harán esperar? ¿Que me irán a hacer?
"Además de matones, deshonestos e impuntuales"
Siento la presencia de alguien y me volteo de golpe para luego calmarme y soltar la respiración que había contenido sin darme cuenta.
Detrás de mí ahora se encuentra un chico delgado con audífonos usando su teléfono celular de manera distraída, doy dos pasos sigilosos hacia atrás y no hago más que suspirar resignada para luego ir a sentarme una distancia prudente de él.
El muchacho parece estar en otro planeta, seguramente solo es un estudiante que está en el momento y lugar más inoportuno. Vuelvo a mirar al frente, esta vez más desesperada que antes, ya han pasado más de veinte minutos desde que estoy aquí parada, siento que me volveré loca si algo no pasa en este momento.
Mi móvil da un timbrazo en mi bolsillo, doy un pequeño brinco del susto y llevo la mano instintivamente al aparato para mirar la pantalla. Observó con histeria dos llamadas perdidas de mi madre junto a un mensaje bastante amenazante de ella, y una llamada de Nathan. Ambos deben de estar furiosos y yo aquí esperando a que el aire me hable.
-Maldita sea.
Digo en voz alta, guardo el celular en su lugar y dándome por vencida me dispongo a largarme de este lugar. Ya bastante está pasando Amanda como para agregarle que me haya escapado. Debe de estar pensando lo peor, no quiero hacerle esto.
-Yo que tú no me movería.
Escucho una joven voz tras mio, al voltear veo al muchacho delgaducho de hace un rato aún con su móvil en manos y sus audífonos puestos, ya no se ve tan distraído como hace unos minutos.
-¿Estas hablando conmigo?
Le pregunto al mismo tiempo que junto mis cejas por la confusión.
-Si, te hablo a ti. Por cierto, eres muy mona.
Giro los ojos al cielo, pongo mis manos sobre mi cabeza y respiro profundamente enésima vez esta tarde.
"Lo que me faltaba"
-Se dice gracias bonita.
-No tengo tiempo para esto.
Ajusto mi cartera a mi cuerpo y doy unos pasos lejos.
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Protegiendo a Claudia (CCA #2)
RomanceClaudia Lewis es una chica auténtica que la mayor parte del tiempo se ha caracterizado por disfrutar de lo que hace y por no dejar que nadie la detenga, sin embargo una montaña de sucesos que han estado ocurriendo en su vida harán que se cuestione a...