Capítulo 6: Vida nueva, nuevas amistades...

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Desperté por los rayos del sol que entraba por mi gran ventanal, olvidé bajar la cortina. Cuando me estire por completo, me senté y voltee a mi derecha para mirar la hora, eran las siete y media de la mañana. Por lo regular, soy de las que se levantan temprano para ir a trotar y hacer ejercicio antes de cualquier deber del día. Pero esta mañana era ese día opuesto, me dejé caer hacia atrás y me cubrí de pies a cabeza. Deseaba dormir un poco más, intenté, pero después de dar vueltas por más de media hora, al fin me di por vencida. El día que puedo descansar más, mi cuerpo pelea con el sueño que me cargo. Daniela Calle bienvenida a tu nuevo comienzo en San Francisco. Me levante, tome mi ropa interior y bata de dónde lo había dejado la noche anterior. Pasé por la mini sala de mi cuarto y me dirigí al baño. Toda una casa en un solo cuarto, nomás faltaría la cocina. Me reí de mi propio pensamiento.

En cuanto salí de la ducha, me dirigí a mi maleta para buscar ropa. Hoy quería estar relajada, así que opte por ropa deportiva. No me moleste en maquillarme, solo tome la llave de mi coche nuevo, que aún sigo sin creer que es mío, baje a la cocina a prepararme avena para desayunar. Mi papá me dejo una nota escrita en la isla de la cocina, diciendo que volverá antes de la cena para hacerla juntos y que me pasara por la escuela a las dos de la tarde porque querían presentarme con el equipo de futbol femenil. Cocinar era una de las cosas que amo hacer junto a él y aprender algún nuevo platillo. A mi padre se le da la cocinada perfectamente, su comida esta para chuparse los dedos. Ahora que lo pienso, debo darme prisa si quiero llegar antes de la cena para esperarlo. Aparte que me tocara llegar de paso a presentarme. No voy a mentir, me siento nerviosa de conocer a mis nuevas compañeras.

Salí por la puerta privada, baje del elevador y tome camino hacia el Mustang, mi Mustang. En cuanto me subí, inspeccioné cada rincón, no quería perderme ni el mas mínimo detalle. Me fascino.

Llegue al centro comercial donde se encontraba la tienda que me apunto mi papá en la nota, ya que esta afiliada con la escuela privada. Entre a la tienda, di mi nombre y ya me tenían en el sistema. Me hicieron pasar a unos de los probadores y me tomaron las medidas pertinentes. El uniforme consistía en una falda a cuadros, en color azul marino y rojo, una blusa blanca con cuello, un blazer azul marino con los bordes blancos y una corbata similar a la falda. Esa corbata ni me la pienso poner, buscare un moño que le combine mejor. En dos horas y media estará listo. Para matar el tiempo me fui a otras tiendas a comprar algunas cosas que ocupaba.

Aún faltaba media hora, decidí comprar un helado de vainilla y tomar asiento mientras esperaba. En eso me entro una llamada.

- ¡Oye! que mala hermana eres, ¿Por qué nunca me dijiste que te mudarías con papá? - me preguntaba Juliana mientras le daba un sorbo al helado. - Hola Calle, ¿Cómo estas? Escuche que te mudaste con papá, ¿Cuándo nos veremos? Te extraño... Juli, ¿no puedes decirlo de esa manera mejor? - le respondí, reteniendo las ganas de reírme de forma sarcástica porque no justificaba su reclamo.
- Daniela, te estoy hablando en serio y más vale que no te rías - escuche que soltó un suspiro y prosiguió a hablar, sin dejarme responder ­- Lo siento midget, sé que me desaparezco mucho y no respondo muchos de tus mensajes, te extraño ¿nos podemos ver hoy? – me lo dijo en un tono más calmado.

- Llega a casa a cenar con nosotros, le diré a papá que cocinemos algún platillo que puedas comer - le respondí mientras caminaba de vuelta a la tienda a recoger el uniforme.

- ¿Cómo lo tomo tu mamá? – me pregunto con cierta preocupación en su voz. - Será mejor que lo platiquemos en persona, ahorita ocupo hacer algunos mandados - conteste con un deje de tristeza.

Coraza de HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora