Poche POV
Otro día mas sin poder dormir. Cada que me dan las pesadillas se vuelven más pesadas, si es que es posible eso. Al tal punto de tener miedo de que me pegue un ataque de ansiedad en cualquier momento. Me levanté de la cama y me alisté antes de que Vale viniera a obligarme a hacerlo. De hecho, se me hacía bastante raro que aún no se aparezca en mi cuarto, como de costumbre retumbando mis oídos. A lo mejor aún se está arreglando pensé. Agarré mi mochila y bajé a la cocina a desayunar. Mi papá nos dejó unos panqueques ya preparados. Saqué la lechera y comencé a derramarla en círculos dándole un aspecto espiral. Me terminé uno de los tres panqueques que me serví y la pulga seguía sin aparecer. Esta vez decidí subir a buscarla a su cuarto. Llamé suavemente a su puerta, no recibí respuesta, giré la perilla de la puerta para llevarme con la sorpresa de que tenía un regadero de ropa por todos lados, en la cama, en el suelo, prácticamente en cada rincón de su cuarto.
-Valentina Garzón, ¿Qué significa todo este desorden? – pegó un brinco, colocando su mano en el corazón. La mire con el ceño fruncido y brazos cruzados.
- ¡Poché! Que susto me acabas de pegar mensa – me reclamó cuando sentía que el aire volvía a sus pulmones. Me empecé a reír de su reacción y aspecto.
– No has respondido mi pregunta- me puse lo más seria posible.
-Esta bien, esta bien... no sé qué ponerme, ayer el chico que vimos en el autobús me habló – susurró lo último bajando la mirada hacia sus pies, pude notar un poco de rubor en sus mejillas. Lo más probable es que cree que no la escuche. Ver a mi hermana sonrojarse era algo nuevo para mi.
-Vale, la gente no te va a querer por como te vistas sino por lo que eres. Si se fijan solo en el exterior de una persona para quererla, entonces son unos ciegos e idiotas. - ella levantó la cabeza a la velocidad de un rayo con los ojos muy abiertos. Me veía fijamente con la boca abierta. En ese preciso momento me di cuenta de lo que había dicho sin pensarlo. Ahora no podía echarme para atrás, tenía que huir de ahí pero ya.
- Date prisa para que desayunes y así no andes a las carreras, te espero abajo- di la media vuelta y no esperé su respuesta. Prácticamente salí huyendo.
Esperé a que mi hermana terminara de desayunar, no me dijo nada de lo que le había dicho. Le agradecí mentalmente. Salimos en camino al autobús, ahí estaba de nuevo el chico de ayer.
- ¿Cómo se llama? - le pregunté, me ganó la curiosidad de saber sobre el chico de cabello rubio y ojos azules intenso, quien hacía suspirar a mi hermana con solo mirarlo.
- ¿De quién hablas? - respondió con una risa nerviosa.
-Vale, no te hagas, sabes muy bien de quien hablo. ¿O quieres que vaya y sé lo pregunte? – pregunté con cierta picardía. Aún me debe la levantada de ayer por culpa de ese chico, venganza... dulce venganza.
- Se llama Thiago, ¿contenta? - respondió fastidiada. Siguió su camino, dejándome ahí. Apresuré mi paso para alcanzarla. Pero miré que el famoso Thiago iba en su dirección, reduje mi velocidad. Tomé distancia para no incomodarla. Escuche que la saludó, de lejos los dos se veían bastante nerviosos.
Me despedí de la pulga a lo lejos sabiendo que estaría acompañada de Thiago. Al llegar, fui a la oficina para dejarle saber a la secretaria de mi decisión. Me dio la información sobre la primera reunión del equipo que sería hoy después de la última clase. Así que tendría que avisarle a mi papá que saldría tarde.
Al entrar al salón, Narrnia, Alejo y una peliverde se encontraban donde yo me senté ayer. Llegué a donde estaban y me senté sin saludar.
-Buenos días... ya ni saludar puedes, ¿te comieron la lengua los ratones o que? - escuché a Alejo decirme con una pizca de regañó.
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Coraza de Hielo
Fanfiction"Detrás de cada persona valiente y decidida, hay una historia que la hirió y la hizo ser más fuerte." - Mauri Dentro del campo se defiende al equipo a capa y espada, pero cómo se defiende al corazón ¿fuera del campo? ¿Qué tan fuerte puede ser la am...