Coraza de Hielo

Capítulo 20: Un mensaje...

Calle POV

Cada mañana revisaba el celular para ver si Narrnia me había mandado una posible respuesta. Pero, nada solo el típico buenos días y que tuviera un lindo día. Como si eso fuera posible. Ganas no me faltaban de pedirle el número de Poché.

¿Cada mañana? A cada rato prácticamente. Se volvió una rutina de todos los días desde ese día. Hasta mis amigas ya estaban a punto de incautar mi celular de por vida. Pero reaccionaba rápido antes que me lo quitaran de las manos. La verdad ni yo misma me entiendo, no se porque tengo la necesidad, o será obsesión, de recibir un simple "Sí" de su parte. Es solo para demostrarle que no eres lo que ella piensa de ti. Eso debe ser. Hasta ya hablo conmigo misma, pensaran que estoy loca.

Ya han pasado tres días, casi cuatro con hoy, y Poché sigue sin darme una respuesta. Era jueves, y yo aun no perdía las esperanzas. Casi termina la semana, y ya era para que me diera por vencida. Esa niña sí que es difícil de convencer. Ganas no me faltaban de ir a su escuela y preguntarle directamente. Pero eso sería demasiado, pensaría que soy una psicópata obsesiva o peor. Así que mejor espero su respuesta sin presionarla.

-Calle, ya deja ese celular por el amor de Dios. Y haznos caso. – Escuche a Lu quejarse mientras bloqueaba mi celular por milésima vez.

-Si las estoy escuchando. Estoy de acuerdo, podemos ir en mi carro a la playa. – Respondí, volteando a verlas. Nomas mire que golpearon sus rostros con la palma de sus manos.

-Sabes que Calle, cuando regreses a tierra, nos buscas. Ahora pareces estar orbitando otro planeta, que ni caso te hace de hecho. Pero, ahí sigues. De verdad, que así no se puede hacer planes contigo. – Mire a una Kim muy enfadada al decirme eso. Se dio la media vuelta y se alejó de nosotras.

-Lo que dijo Kim, yo también. – Lu corrió para alcanzar a Kim. Las dos ya se encontraban caminando en sentido contrario, alejándose de mí.

Tenían toda la razón de enojarse conmigo, llevo días perdida en las conversaciones que tenemos. Creí haberlas escuchado bien, pero al parecer no. Debía hacer algo antes de perder a mis amigas por culpa de un mensaje que ni me llegara. Decidida tome el celular, busque el último mensaje con Narrnia.

Bien, mensaje enviado. Llámenme loca pero no puedo estar toda la vida esperando. Si no hay mensaje antes de las tres de la tarde, ahí queda.

- ¡Chicas! Espérenme- Corrí para alcanzarlas y al hacerlo les pedí unas disculpas. – Si no recibo respuesta antes de las tres, ya no hare nada. Me olvidare de eso. – Les avise para que se quedaran tranquila de que no iba a dejar que mi celular dañe nuestros planes, o mas bien yo.

- Mas bien de ella. – Escuche a Lu musitar entre dientes.

- ¡¿Ella?! Nada que ver. Ustedes bien saben que no me gusta que la gente ensucie mi imagen y reputación. – Me defendí, me rehusaba a aceptar que en efecto Poché causó un sentimiento inexplicable en mí.

-Si te das cuenta de que ese partido era solo un amistoso. Pero tu insistes en demostrarle algo que es completamente factible en un partido de fútbol. Es un deporte de contacto, ella debería saber eso. Así que no dejes que eso te este atormentando. – Kim me estaba regañando, y tenía toda la razón. No entendía mi necedad de demostrarle lo contrario. ¿Por qué a ella?

-Tienes razón, ya no insistiré con lo mismo. Las invito a comer, las espero en la entrada después de la última clase. – Les avise antes de darme la vuelta para dirigirme a mi salón.

-Mira, mira, a quien tenemos aquí. Nada más y nada menos que a la reina de roba-estacionamientos. – Laura interrumpió mi paso, colocándose frente a mí con los brazos cruzados.